Luego de dos años de encuentros virtuales, la fe volvió a tomarse las calles del Puerto Principal con 20 procesiones en total, según la Arquidiócesis de Guayaquil.

Una de las romerías más visitadas del centro de la urbe es la que organiza la iglesia San Agustín, ubicada en Luis Urdaneta y Junín.

Su viacrucis viviente llama la atención de muchos y, según los feligreses, los hace conectar y ser conscientes del sacrificio en la cruz.

Publicidad

“Ver cómo (Cristo) es golpeado y humillado por nosotros le da un verdadero significado a esta fecha en la que muchos piensan que solo es un feriado para no trabajar e irse de paseo”, comentó Miguel Salas, quien cargaba una de las cruces.

Este año la caminata se inició a las 10:30 y quienes dramatizaron el viacrucis de Cristo arrancaron lágrimas a quienes caminaban, oraban y cantaban a lo largo de la calle 6 de Marzo. Cientos de personas iban con rosarios, crucifijos y flores en las manos.

Desde la iglesia San Agustín salió la procesión que recorrió el centro de la urbe. Fd Ronald Cedeño  Foto: El Universo

Annabel Vargas acudió a esta procesión con sus dos hijas, llegó de la cabecera cantonal de Samborondón hasta la casa de su hermana, en el centro de Guayaquil. Toda la familia fue a la misa y estaban dispuestos a terminar el viacrucis, pues piden por la salud de su madre.

Publicidad

Pero no solo piden salud o que la pandemia pase, los guayaquileños quieren paz en las calles, que paren las muertes y que se ilumine a los funcionarios para que tomen buenas decisiones anteponiendo el bien común.

Mariana Alcívar y su comadre Soledad Piñeira llegaron a las 06:00 a la iglesia San Agustín y estuvieron horas orando por un país libre de narcotráfico, contaron.

Publicidad

“Nuestros hijos salen a trabajar todos los días y no sabemos qué les puede pasar, capaz que están en el semáforo junto a un sicario y se convierten en un número más. Yo solo quiero que Dios nos dé la paz que necesitamos, pero nosotros también tenemos que poner de nuestra parte”, mencionó Soledad. (I)