“El Gran Guayaquil es una conurbación formada por condiciones propias de los cantones que lo componen, como la ubicación geográfica con cortas distancias, la creciente necesidad de urbanización y la conexión que han generado los habitantes y las empresas durante los procesos productivos y sociales”, así lo explica Fidel Márquez, doctor en Ciencias Económicas, en su libro Estudio sobre el índice del potencial de desarrollo del Gran Guayaquil, publicado por la Universidad Ecotec.

25 voces que recalcan los desafíos y tareas que Guayaquil tiene pendiente para mejorar sus estándares en diferentes áreas

No representa ningún cambio administrativo, ni político ni jurídico en cuanto a la administración de las ciudades unidas, añade Juan Jiménez Guartán, concejal de Durán. “La conurbación es un tema fáctico, eso ya existe. Probablemente, el incremento del sector industrial y el acceso a la oferta académica para su población en Guayaquil son algunos de los beneficios, y entre sus desventajas, que Durán se resigne a ser un dormitorio de Guayaquil”, agrega.

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Para Enrique Varas Rendón, de la Autoridad de Tránsito de Durán (ATD), se debe trabajar en la planificación del nuevo servicio de las rutas e impulsar la creación del puente que une Puerto Marítimo con Durán. Foto: Cortesía

Durán inicialmente fue parroquia de Guayaquil, pero con su separación y constitución en cantón, el 10 de enero de 1986, se volvió un territorio del conurbano guayaquileño altamente poblado.

Según el general Enrique Varas Rendón, de la Autoridad de Tránsito de Durán (ATD), el puente de la Unidad Nacional recibe un aproximado de 98.000 vehículos diarios, que corresponde del 30 % al 35 % de duraneños que ejercen su actividad laboral en Guayaquil o Samborondón.

“Movilización en vehículos particulares, vehículos de transportación pública y comercial, sistema de transporte aéreo suspendido (Aerovía) y en un futuro el reinicio del transporte fluvial, son algunos de los beneficios para los habitantes”, dice Varas.

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De acuerdo con los datos de la Autoridad de Tránsito y Vigilancia de Samborondón (ATVS), por la av. Samborondón transitan 100.000 vehículos al día, de los cuales el 50 % proviene de cantones aledaños, siendo así una arteria importantísima para la vialidad del Gran Guayaquil. “Los dos puentes que conectan a Samborondón con Guayaquil permiten que esta conurbación fluya”, destaca un comunicado de la Dirección de Comunicación de la Alcaldía de Samborondón.

Según la Alcaldía de Samborondón, se encuentra trabajando en el crecimiento planificado del cantón, impulsando proyectos que tendrán un gran impacto para las próximas generaciones. Foto: Cortesía

En Samborondón se proyectan mejoras viales en avenida principal de La Puntilla, para dar más fluidez al tránsito vehicular

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Parroquia satélite La Aurora

Al ser vecino de la segunda ciudad más poblada del país y primera en actividad económica, en Daule fue posible un mayor desarrollo inmobiliario. “Inicialmente satisfizo la necesidad de vivienda segura y confortable de la población que residía en Guayaquil, que no contaba con esa oferta, permitiendo el desarrollo económico y urbano de la parroquia satélite La Aurora, que hoy en día es del interés de la inversión privada, generando importantes ingresos a esta administración municipal”, manifiesta Alejandro Cedeño, director general de Comunicación Social de la Alcaldía de Daule.

Entre los beneficios de la conurbación para el cantón, el vocero enumera el crecimiento económico y urbano planificado, mayor plusvalía, mejoramiento de las vías de acceso, facilidades para celebrar futuros convenios de cogestión y asociación temporal para proyectos de interés común. Mientras, para el ciudadano están las fuentes de empleo generado por las industrias de la construcción y el comercio, además de tener comercios y servicios cercanos.

La Alcaldía de Daule enfatiza que, a través de la inversión pública y privada, se ven beneficiadas las actividades comerciales, de construcción, sociales, educativas y de salud. Foto: Cortesía

Sin embargo, a medida que crecen las ciudades se precisa de un sistema de transporte público eficiente y efectivo, que llegue a los espacios más relevantes de la conurbación. “Tenemos que trabajar en la proyección de un sistema de transporte público de conexión y también en medidas de contingencia que disminuyan el índice de delincuencia organizada, que alivie la incertidumbre de la población”, concluye Cedeño.

Según datos del censo 2010, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en los cantones que forman el Gran Guayaquil se encontraban aproximadamente 3′162.282 habitantes, hasta ese año.

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Población aproximada
Guayaquil: 2′740.411 habitantes
Durán: 300.488 habitantes
Samborondón: 103.000 habitantes
Daule: 280.000 habitantes

La conurbación más poblada del Ecuador

Desde el Municipio de Guayaquil se plantea el crecimiento en altura, como una nueva política de desarrollo urbano para mantener un control de asentamientos informales. Foto: Archivo

Verónica Landín García, directora de Planificación Urbana, Proyectos y Ordenamiento Territorial de la Municipalidad de Guayaquil, cuenta que la urbe nació como el puerto más importante del Ecuador y por esta causa siempre ha sido un polo de atracción. “Esta posición funcional es el origen de las migraciones que vivió la ciudad y causó con el tiempo la formación de una conurbación con los cantones Durán, Daule y Samborondón, afectando especialmente en el ámbito de los problemas urbanos, en aspectos tan importantes como la movilidad, los usos de suelo, las actividades productivas, en ámbitos sociales como son el tráfico de drogas y la delincuencia, etcétera”.

Añade que su radio de influencia abarca de manera indirecta a otros centros poblados, dependiendo del ámbito que se analice. Por ejemplo, desde el punto de vista turístico incluye a los cantones Playas, Santa Elena, Salinas y otros; en el aspecto productivo, llega hasta Milagro, Nobol, Salitre, Yaguachi, Isidro Ayora y Lomas de Sargentillo.

Guayaquil es un centro económico, comercial, cultural y de entretenimiento. Está catalogado como uno de los puertos más importantes del Pacífico y moviliza el 70 % del comercio exterior que maneja el Sistema Portuario Nacional.

Los otros territorios que forman la conurbación tienen como actividades predominantes la residencialidad, actividades comerciales e industriales, la producción agrícola, el incremento de la productividad e infraestructura de granjas avícolas y dinamización de la economía cantonal por producción y explotación pesquera.

El abandono del centro urbano y de los sectores residenciales de carácter histórico es producto del traslado de habitantes de Guayaquil hacia proyectos residenciales en cantones como Samborondón, Daule, entre otros. “Esta situación conlleva a que en las generaciones más jóvenes se presente una pérdida del sentido de pertenencia a la ciudad, genera problemas de acceso a bienes y servicios básicos y públicos, contaminación de ríos y fuentes de agua, ampliación de la mancha urbana sobre tierras con vocación productiva, y fenómenos de expansión urbana, desequilibrio en la dotación entre los diferentes territorios integrantes de la conurbación”, dice la arquitecta Landín.

Agrega que los desafíos que conlleva la conurbación “obligan a plantear un reequilibrio de la red de asentamientos humanos, así como ordenar el crecimiento de la urbe con el fin de corregir desigualdades y buscar solución a problemas como la expansión acelerada de ciudades, pues el suelo rural es un componente fundamental de la estructura del territorio”. “Desde Guayaquil planteamos el crecimiento en altura como una nueva política de desarrollo urbano que incentivamos desde la elaboración de la Ordenanza General de Edificaciones y Construcciones (OGEC) y mantenemos un control para la prevención de asentamientos informales”.