A poco de cumplir dos años de funcionamiento (21 de diciembre), la Aerovía que enlaza a Guayaquil con Durán ha captado el interés de la ciudadanía luego de conocerse que el operador de dicho sistema de transporte alternativo solicitó un arbitraje internacional contra el municipio porteño y la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) alegando un supuesto incumplimiento de obligaciones de ambas instancias.

Las empresas Poma y Sofratesa, que conforman el Consorcio Aerosuspendido de Guayaquil, quieren la devolución de los $ 20 millones que aportaron para la construcción del sistema, valor que equivale al 15 % del costo de la obra, que fue financiada en gran parte con un crédito de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) del que el cabildo asumió el mayor porcentaje.

Aerovía de Guayaquil entra a un arbitraje internacional por inconformidad de operador; Municipio ha sido notificado y refuta argumentos

Según lo planeado inicialmente, este consorcio manejará el sistema por 28 años; luego de eso, los bienes pasarán al cabildo.

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El operador de la Aerovía sostiene que ni el Municipio ni la ATM han colaborado en promover el uso del sistema y protegerlo de la competencia ilegal, en alusión a los taxirrutas que trasladan pasajeros entre Guayaquil y Durán. El costo de ese servicio informal es de $ 1,25, mientras que el traslado en las cabinas aerosuspendidas cuesta $ 0,70 por sentido.

Andrés Roche, exgerente de la Agencia de Tránsito y Movilidad y quien firmó el contrato de la Aerovía, señaló que es necesario controlar dicho servicio y que debe darse una reorganización de los buses de Durán.

“Se privilegia el taxirruta, que causa tráfico, es más caro y contamina; o se privilegia el sistema que es más barato, más rápido y que no contribuye al tráfico y a la contaminación”, comentó.

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El exfuncionario cree que deben aumentar las frecuencias de buses urbanos de Durán, aliados de la Aerovía, cuya tarifa está incluida en el pasaje de la Aerovía.

“Y sobre esos buses urbanos, no se puede privilegiar a un sistema mafioso de transporte que hace recorrido urbano sobre las mismas rutas de los buses de Durán y, con el pretexto de que son intraprovinciales, pasan a Guayaquil con tarifa de $ 0,45. Recalco: tremendo negocio de una ruta que en la práctica es urbana. No digo que se tienen que ir todos los buses de Durán. No digo que se tienen que ir todos los buses de Durán. Ojo, no: me refiero a que se debe reorganizar”, mencionó él.

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Del lado de Durán hay cuatro rutas de alimentadores que conectan con la Aerovía. Los usuarios deben pasar la tarjeta de dicho sistema por un lector que hay en los buses y, entonces, sin pagar dinero adicional, van desde la estación hacia cualquiera de los destinos contemplados en los circuitos diseñados.

Las rutas son 1A-Elsa, 1B-Orama, 5A-Delia y 4B-Recreo.

El exgerente de la ATM, Andrés Roche, mencionó que el operador de la Aerovía no se ha preocupado en tener un buen sistema de boletería, sobre todo con ventajas de recarga, ya que este medio de transporte, a su juicio, hay que promocionarlo, no imponerlo si el fin es atraer al usuario.

Este medio de transporte aerosuspendido es alternativo y enlaza a Guayaquil con Durán en un recorrido de 20 minutos. Foto: Archivo

De lunes a viernes, quien no dispone del plástico (tarjeta recargable), cuyo costo es de $ 2, no puede acceder al sistema pagando los $ 0,70 que vale la pasada por sentido de Guayaquil a Durán o viceversa, ni usando la tarjeta de otro usuario. Eso genera críticas de los pasajeros, pues consideran poco amigable la boletería.

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Los fines de semana sí se permite que el uso de la tarjeta no sea solo individual.

La demanda de la Aerovía se contrae en vez de aumentar. Durante el 2022 ha transportado un promedio de 8.000 usuarios al día, 2.000 pasajeros menos que en 2021. Tiene capacidad para transportar a 2.600 personas por hora en cada sentido.

Esa realidad contrasta con el crecimiento del 30 % que se proyectaba para este año con base en el retorno a las clases presenciales y a la reactivación económica, una vez que se fue superando el escenario de la pandemia del COVID-19.

¿Pone en riesgo la operación de la Aerovía el pedido de arbitraje internacional?

El exgerente de la Agencia de Tránsito y Movilidad sostuvo que no, puesto que el arbitraje es una instancia normal en este tipo de contratos.

“El Municipio sabrá defenderse al más alto nivel, pero al cabo siempre están unas garantías que se pueden ejecutar ante cualquier intención soterrada de querer incumplir el contrato”, refirió Roche, quien califica como una estrategia de distracción la postura del operador.

Tanto el cabildo porteño como la ATM ya fueron notificados sobre el requerimiento de arbitraje planteado por el consorcio a través de la Corte Internacional de Arbitraje. El Municipio debe comparecer en los términos previstos en la cláusula de resolución de controversias fijada en el contrato de alianza estratégica.

La demanda de la Aerovía se contrae en vez de aumentar: transporta un promedio de 8.000 usuarios al día en segundo año de operaciones, 2.000 pasajeros menos que en 2021

La semana anterior, Camilo Ruiz, administrador del sistema Aerovía, indicó que “presentarán ante la Corte Internacional de Arbitraje los argumentos y pruebas que demuestren las obligaciones que corresponden al consorcio y cuyo cumplimiento pretenden eludir a través del arbitraje”.

Sostuvo que del lado del Municipio se ha cumplido con las obligaciones establecidas en el contrato, y que la obligación de promover el uso del sistema corresponde al operador.

Como apoyo técnico al operador de la Aerovía, el cabildo porteño tramitó ante la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) una cooperación internacional no reembolsable de $ 250.000 para financiar un estudio que permita evaluar y optimizar la demanda de usuarios de dicho sistema de transporte alternativo.

Los resultados estarán listos a finales de este 2022. (I)