A pocos días de que el Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero deje el manejo municipal, después de más de 30 años, la alcaldesa Cynthia Viteri ha hecho un repaso de su gestión y de las obras que tiene en marcha.

La Administración municipal saliente refiere que deja 70 obras en ejecución para que sean inauguradas por Aquiles Álvarez, y quedarán otros 50 proyectos con estudios para encaminar su contratación.

En las últimas dos semanas, Viteri, quien ha mencionado que tiene nuevos proyectos comunicacionales tras dejar la Alcaldía, mencionó que se ha dado un bajo porcentaje de obras con retrasos por inconvenientes que no corresponden al manejo municipal y que los contratistas reciben sus pagos conforme se dan los flujos que reciben del Gobierno.

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A los inconvenientes que ha sorteado en estos años le ha sumado recortes presupuestarios, movilizaciones nacionales y la pandemia de COVID-19.

Viteri ha manifestado que el porcentaje de obras con retrasos “es muy poco”. Específicamente, refirió que hay dos casos de obras en que se dieron problemas por pedidos de vacunas, otra por delincuentes que entraron a desalojar a trabajadores en el mercado San Gregorio, en el Guasmo, y un tema competente a otra entidad pública en una obra de construcción en la avenida Manuela Garaycoa, donde hubo demoras de seis meses por el retiro de un cable de alta tensión.

Entre esas obras que han quedado para la siguiente administración constan el mercado San Gregorio, mercado Norte, mercado Este, bulevar Sauces, regeneración urbana de la av. Delta (afuera de la U. de Guayaquil); asimismo, cuatro pasos a desnivel, como el de las Américas, que ya está contratado, y en ejecución el de la 25 de Julio, isla Trinitaria y Juan Tanca Marengo.

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“Cuando vean en este año inaugurar las obras, las obras no se hacen de un día para otro. Son 70 obras que dejo listas para que el próximo alcalde no haga más que cortar la cinta, y le dejo 50 estudios con los que puede inaugurar inmediatamente nuevas obras. Ese trabajo no lo tenía yo cuando llegué”, dijo Viteri.

En días pasados, en un comunicado, la Municipalidad sostuvo que, de alrededor de 50 que se encuentran en distintas etapas de ejecución, se proyectaba una inversión de más de $ 200 millones. En ese grupo se estimaron 18 obras que han registrado ciertos retrasos y otras 12 que no tienen novedades.

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El viaducto de la Juan Tanca Marengo es uno de los proyectos que quedarán para la siguiente administración. Foto: El Universo

Viteri destaca de su gestión programas para tratar adicciones y la Casa Rosada, donde se entregan alimentos y se dan servicios, así como el Centro de Bienestar Animal, entre otras de índole social.

Ricardo Sandoya, director de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil, y Ricardo Pozo, docente de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y coordinador del grupo de investigación Observatorio Urbano y Territorial, coinciden en que faltó visualizar una obra física emblemática que cobije a esta administración.

Sobre estos cuatro años de periodo en materia de obras físicas, Sandoya consideró que no encuentra obras emblemáticas y visibles en la actual administración, aunque reconoce que la cartera de obras se mantuvo, en el punto de vista social, cumpliendo con varios proyectos, como alcantarillado, recolección de basura y agua potable.

“No es que sean obras nuevas: ya vienen contratadas de vieja data”, dijo.

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Además, agregó que este periodo se cierra con “ausencia de obras” en determinadas zonas y en otras con proyectos inconclusos o que quedaron en promesas. Sobre lo último, enlista varios casos, como el intercambiador de tráfico de la Leopoldo Carrera (Los Ceibos), intervención plena de la vía a la costa, pasos a desnivel inconclusos, como el de la Juan Tanca Marengo, y otras labores de ordenamiento vial.

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Sobre el tema de la vía a la costa, en una entrevista radial reciente, Viteri justificó que recién en la parte final de su administración se dio el paso de la competencia del Gobierno al Municipio, pero sin recibir recursos. En el periodo de campaña del 2019 se prometió una serie de obras en esa zona considerada como polo de desarrollo.

“Aquí tengo una gran incógnita, y más bien en ese sentido está en deuda esta Administración con obras en cuanto a la ciudad”, dijo Sandoya al ser consultado.

Ricardo Pozo recordó que, como en todos los municipios, cada Administración deja obras físicas y sociales que forman parte de sus planes de trabajo. En el caso de la Administración de Cynthia Viteri, con base en datos que publica el Municipio, mencionó que se pueden encontrar declaraciones de la alcaldesa citando altos valores de inversión en obra pública y social, en especial durante y después de la pandemia.

No obstante, el catedrático consideró que quedó pendiente el desarrollo de la obra pública en función de un plan maestro relacionado con el bicentenario de la independencia de Guayaquil.

Proyecto de mercado Norte, en Piedrahíta y Ximena, centro de Guayaquil. Foto: El Universo

Para él, la Administración quedó debiendo en implementar una planificación urbana y ordenamiento territorial a largo plazo y no idear obra civil y social “inmediatista” y “populista”.

Según él, a diferencia de la celebración del primer centenario, para este segundo no se identifican proyectos emblemáticos que marquen una nueva etapa en el desarrollo de la ciudad.

“Hubiese sido importante el dejar como legado un proceso de planificación urbana participativa de la ciudad y de ordenamiento territorial del cantón ya encaminado y con estudios solventes y objetivos que permitan definir los planes, programas y proyectos estratégicos que requiere la ciudad para los próximos 20 o 30 años. En este aspecto, me parece que la Administración actual quedó debiendo a la ciudadanía en lo referente a planificación de la obra pública”, dijo.

Los desafíos para el alcalde entrante

Con miras a la futura administración, Sandoya mencionó que el funcionario entrante tendrá como desafío retomar la confianza de autoridades para hacer frente a asuntos de vialidad y, para ello, consideró que se pueden hacer campañas puerta a puerta para reactivar el contacto con la ciudadanía y revitalizar los comités barriales de todos los estratos sociales, con el fin de que estos sean aportantes de información e interlocutores que nutran al Municipio sobre las necesidades prioritarias de sus sectores.

“Debería haber una política municipal para fomentar la creación de nuevos y potencializar los comités barriales y urbanizaciones; esos son los verdaderos interlocutores, que la sociedad se vincule”, señaló, y agregó que ese acercamiento se debe replicar con la gremios y la academia, que tienen estudios y consultorías sobre diversas necesidades que pueden servir a la urbe en la planeación de la ciudad a largo plazo.

En este nuevo periodo, además, consideró que se deben enfocar más en que la obra física vaya a sectores no necesariamente populares, como barrios de mediana clase, sin enfocarse por “cuestión de votos” en un solo estrato.

“No solamente debe centrarse en lugares de periferia, sino del propio Guayaquil interno, y esto debe ir de la manera de una reconcepción del modelo de administración de ciudad”, dijo, y recordó el planteamiento de impulsar el concepto de Guayaquil metropolitano, que puede servir en descentralizar proyectos y llevarlos a distintos sectores.

“En donde por sectores se pueda implementar obra física, de infraestructura, equipamiento, vialidad. Si se piensa que desde una sola sede se va a solucionar el problema de todo Guayaquil, es falso, y es un modelo que en 30 años no ha funcionado. Tiene que descentralizarse, sectorizarse; a partir de eso, las obras se harán más visibles, no solo físicas, sino las que no se ven también”.

Ricardo Sandoya, arquitecto y director de carrera en la U. de Guayaquil

Sobre el curso que deberá asumir en obra pública el futuro alcalde, Pozo mencionó que el principal desafío será implementar un proceso de planificación urbana y de ordenamiento territorial del cantón. “Realmente participativos y objetivos”, enfatizó.

Para este plan, enfatizó que el alcalde no solo se deberá enfrascarse en la ciudad de Guayaquil, sino también en todas las parroquias y asentamientos humanos situados en el cantón. En varios poblados, según él, aún queda pendiente la llegada de obras, como Puná, Posorja, Puerto El Morro, Tenguel, entre otros.

“La obra física y social debe encaminarse a equilibrar la balanza y brindar más oportunidades de desarrollo a los otros asentamientos humanos de nuestro cantón, a preservar sus recursos naturales y a pensar en Guayaquil como una ciudad región y global. No podemos seguir pensando solo casa adentro; debemos repensar el rol de Guayaquil en la región y en el mundo, para definir la visión de ciudad y cantón que queremos y nos conviene a todos lograr consolidar”, explicó.

En varios videos pregrabados y subidos en sus redes, Viteri junto con funcionarios municipales han dado detalles de su labor de estos cuatro años en varias áreas, como tránsito, salud, seguridad, movilidad, infraestructura comunitaria, bienestar animal, entre otros temas.

Este 12 de mayo hará su última presentación pública para dejar el cargo. Ella ha anunciado que no estará en la posesión del nuevo alcalde, programada para el 14 mayo. (I)