Son las 16:00 y una larga fila de vehículos está atascada en un tramo de la avenida José Luis Tamayo, en el norte de Guayaquil. La vía divide a las ciudadelas El Cóndor y Los Rosales y colinda con la zona comercial en la que están ubicadas plazas, patios de vehículos y centros comerciales.

La tarde es la franja horaria en la que la congestión vehicular se eleva, sobre todo, en el carril que va desde Colinas de la Alborada hacia la avenida Francisco de Orellana.

Los atascos en ese tramo, de al menos 1 kilómetro, pueden demorar entre 15 y 25 minutos, aseguran conductores. Los moradores y comerciantes de las ciudadelas El Cóndor y Los Rosales señalan que el tráfico también ha generado una contaminación acústica de la cual ya están cansados.

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“Esto es a toda hora, pero son horas pico. En la mañana se ponen impacientes (los conductores) tanto mujeres como hombres y es una pitadera. Empieza el ruido y eso entra (a los locales) y llega a nosotros”, dice un residente de Los Rosales que tiene una ferretería diagonal a la urbanización Alcance.

El vecino afirma que ha consultado, en varias ocasiones, a personal de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) que suele ir a la zona a controlar el tráfico si es que existe una multa para quienes toquen la bocina durante los momentos de congestión.

“Yo hablé una vez con un vigilante y me dijo que no hay norma para multar, yo creo que debería de haber alguna cosa para que las personas no suframos. Hay personas que se clavan un minuto en la bocina y eso molesta”, relata.

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La avenida José Luis Tamayo es comercial, allí se ubican varios negocios de venta de artículos para el hogar, de belleza y cárnicos. Foto: El Universo

Otra de las residentes dice que lidia con dolores de cabeza a diario por el sonido que se genera. “No es posible que se viva así, debe existir alguna solución vial o reconfigurar los semáforos para que se pueda circular mejor”, expresa.

La moradora de la ciudadela El Cóndor dice que prefiere caminar hasta la Francisco de Orellana y allí tomar un taxi.

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“Yo tengo carro y simplemente no puedo salir por la vía de mi casa, debo dar una vuelta hasta Colinas de la Alborada o preferiblemente caminar hasta la Francisco de Orellana y mejor tomar un taxi”, señala.

La mujer relata que una vez cometió el error de salir a las 18:00 de su casa que queda detrás de un centro comercial. Ella tomó la ruta que regularmente utiliza para ir a su trabajo en la mañana: salir por la avenida 8 (vía que queda detrás de los centros comerciales), avanzar hasta el destacamento Cóndor Mirador y luego girar hacia la José Luis Tamayo.

“Estuve casi 25 minutos en un tramo de menos de 50 metros, era como si el semáforo durara dos segundos y ningún carro avanzaba”, cuenta.

La vía a la costa crece y con eso surgen problemas de movilidad y contaminación que inquietan a vecinos

Según vecinos, el problema del tráfico se agudizó desde inicios del 2021. Durante el 2020 el flujo vehicular en la zona bajó, pero luego con la inauguración de otro mall, los atascos se volvieron una constante. Los horarios en los que más tráfico se genera son entre las 07:30 y 09:30, 12:00 y 14:00, 16:00 y 21:00.

Los choques durante el congestionamiento vehicular también son una constante. “Choquecitos, hay roces y se dan de puñetes, se insultan. (...) Eso sumado a los pitos de los carros es algo que nos afecta, más a las personas mayores”, dice un morador.

Otro inconveniente, señalan comerciantes ubicados a lo largo de la avenida, es la falta de iluminación.

Este es un problema, aseguran, que va desde la parte posterior de los centros comerciales y que colinda con la ciudadela El Cóndor y en toda la avenida José Luis Tamayo.

“Tenemos luminarias que ninguna de ellas funciona y esto se transforma en una oscuridad total. Nos gustaría que haya vigilancia por parte de la Policía, que hagan rondas”, afirman.

La presencia de hacheros y de motos en la zona también los mantiene en alerta. “La incertidumbre es total y uno vive día a día con esa incertidumbre que pueda suceder algo”, señala el propietario de un local en esta avenida.

Conductores indican que se han producido asaltos y robos a mano armada a personas durante la congestión vehicular. (I)