El arbolado urbano ubicado en Samanes, Sauces, Alborada, Guayacanes y Orquídeas es el más afectado por la cochinilla, una plaga (insecto) que se adhiere a las hojas y absorbe la sabia. El efecto: árboles que se secan en su totalidad y quedan solo en ramas. Esto también es palpable, aunque en menor medida, en el sur de Guayaquil.

Según estimaciones de la dirección municipal de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes, 2.000 árboles se han visto afectados por esta plaga desde el 2020. Hay samanes, mango, fernansánchez, entre otros, siendo la primera especie en mención la que ha tenido menor recuperación frente a los tratamientos aplicados.

La cochinilla ataca árboles añosos en la zona norte de Guayaquil. Con tratamiento se busca salvarlos

De hecho, de ese universo hay 300 samanes que se encuentran actualmente en estado necrótico; por tanto, serán extraídos, pues representan un riesgo para la comunidad. En contraparte, el plan de arborización de este año contempla la siembra de 8.000 árboles en la zona urbana, de los cuales 3.700 serán plantados en avenidas principales de la urbe, según el cabildo.

Publicidad

300 árboles, mayoritariamente de samán, serán extraídos de diferentes sectores por el estado necrótico en que los ha dejado la cochinilla. Foto: El Universo

María Fernanda Rumbea, directora de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes, indicó que a raíz de la detección de la plaga se instauró una mesa técnica en la que participan la academia, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap), el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Ecuador (Iniap) y la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad).

La funcionaria mencionó que la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) sugirieron un control biológico empleando otros insectos, como las mariquitas (se comen a la cochinilla), planteamiento que fue avalado por las instituciones citadas y que está en ejecución.

De ahí que la mañana de este martes, 9 de agosto, los integrantes de la mesa técnica acudieron a un parque de Samanes 3, ubicado en el 6.º callejón 20, manzana 302, para levantar muestras de la evolución de ambos insectos.

Publicidad

“Estamos trabajando con la academia para constituir insectarios en Guayaquil. Lo estamos trabajando con la Espol, con una propuesta; también lo estamos analizando con la Universidad Espíritu Santo, para poder desarrollar y producir estos depredadores naturales (mariquitas), que luego serán liberados en estas cinco ciudadelas del norte de Guayaquil, que son las más afectadas”, refirió Rumbea.

Informó que dentro de los próximos seis meses tendrán una liberación de cinco mil mariquitas en parques, avenidas y parterres, pero que el proyecto demanda una ejecución de tres años.

Publicidad

“Es un control natural que tiene que ser progresivo en el tiempo y al que nosotros tenemos que darle un mantenimiento. Adicionalmente a eso, también se va a trabajar con endoterapia, que es la inyección de productos orgánicos a los árboles a los que ataca la cochinilla”, expresó ella.

La directora de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes sostuvo que para el cabildo es importante evitar la utilización de químicos, porque aquello implica afectar a la fauna que habita en los árboles, a las personas que viven cerca del arbolado con la plaga y a las mascotas.

¿Por qué el proceso ha tardado?

María Fernanda Rumbea mencionó que, al ser una plaga introducida desde Colombia, ha sido “una suerte de prueba-error”, pues se han establecido protocolos para determinar el método más efectivo.

Hasta el momento se han ejecutado tratamientos de endoterapia, podas formativas y la liberación de mariquitas.

Publicidad

Hoja de palmera con pupas de mariquita que luego se desarrollan y combaten a la plaga, según evidencia recogida. Foto: El Universo

“Lo que hemos evidenciado es que las tres son necesarias para el ataque a la plaga. Pero hoy, producto de las mesas técnicas que hemos instaurado, y de que ya hemos tenido algunas reuniones donde se han sacado estas conclusiones, se ha ratificado todo esto. Para nosotros, poder saber que esto funcionaba ya lo tuvimos que hacer, ya lo hicimos. Entonces, ahorita que ya lo hicimos, estamos levantando muestras”, manifestó la funcionaria.

Plaga de la cochinilla en Guayaquil mantiene atentas a las autoridades

Vecinos de Samanes, como María Rodrigo, de la primera etapa, dijeron sentirse tranquilos con la intervención y esperan que los métodos empleados den los resultados esperados.

En el parque en el que se levantó información, un árbol de mango evidenciaba menos cochinilla a partir de la liberación de las mariquitas, al igual que las hojas de palmeras sembradas allí. Al frente, el escenario era opuesto: obreros municipales talaban un árbol de samán seco a causa de la plaga. (I)