El centro es una de las zonas más antiguas de Guayaquil. Sufrió grandes incendios y fue saqueada por piratas que llegaban desde el río Guayas, pero se erigió como el centro comercial de la ciudad, lugar de residencia y luego también como zona turística.

Dentro del centro, las calles más cercanas al río Guayas han pasado por un proceso de regeneración urbana. Sin embargo, los moradores del sector cuentan que vivir allí es complicado, sobre todo por el ruido que soportan casi todo el día.

Ruido

Lula P. vive en la calle Rocafuerte hace más de siete años. Disfruta mucho el barrio y los amigos que tiene cerca, pero cree que las cosas podrían funcionar mejor con algunos ajustes. Por ejemplo, cree que los dueños de establecimientos podrían controlar el volumen de la música en vez intentar ‘llamar’ a la gente con ese ruido.

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La calle Rocafuerte tiene centros de diversión nocturna, pero también es un área residencial

Igual que ella, María (nombre ficticio), quien vive en el sector de la calle Ximena hace más de 50 años, critica cómo los conductores de buses se pegan a la bocina, sin respeto a nada. “Y eso que solo pasa una línea por aquí”, añade.

En cambio, la calle frente al departamento de E., en la calle Baquerizo Moreno, se llena de buses, que pitan para intentar rebasar. “Para mí, que llegue la noche es un alivio”, opina.

No solo son los buses. Para Elizabeth, quien vive en la avenida 9 de Octubre, los conductores de autos particulares no tienen empatía, pues abusan de la bocina. “Apenas se prende la roja (semáforo) están pitando”.

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Las calles cercanas al Mercado Central y la av. 9 de Octubre son algunas de las más ruidosas del centro.

Relata que cuando vivía en el Malecón, su casa quedaba justo al frente del área de jardines, y en fiestas como Halloween, tenía que soportar efectos de sonidos de brujas y fantasmas, “desde la mañana hasta casi la medianoche (...) ni siquiera podía rendirme y unirme, porque para entrar había que pagar”.

¿En Guayaquil creemos que el ruido atrae a la gente? Ella cuenta que no puede descansar porque los locales de electrodomésticos y otros productos ubicados abajo de su edificio ponen canciones al más alto volumen hasta la noche. “A mí me gusta el centro (...) antes vivía en el Malecón, ahora en la 9 de Octubre (...) está cerca de mi trabajo, pero no hay incentivos para vivir aquí”, señala.

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A pesar de lo caótica que es su calle, Elizabeth tiene más miedo de caminar por otros sectores del centro, en cambio la 9 de Octubre le da cierta tranquilidad porque tiene más iluminación y más gente.

El boulevar abajo de su casa se llena de gente: familias paseando, personas con sus mascotas, vendedores ambulantes... pero cuando cae la noche el lugar también se ha convertido en el espacio de descanso de muchas personas en situación de calle. Hay un grupo que pernocta cerca de la intersección con Lorenzo de Garaicoa, tres más en los cruces con las calles Chile, Córdova y Pichincha.

Algunos responden que no tienen a dónde ir. Como en la zona no hay baños públicos, es común ver a la gente haciendo sus necesidades sobre las baldosas de la regeneración.

La mayoría deja el lugar al amanecer.

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En el recorrido de este medio, se pudo observar varias personas consumiendo algún tipo de droga (H o similar). (Ver video)

Seguridad

Ninguno de los entrevistados dijo sentirse totalmente inseguro. El cuidado que tienen todos es encerrarse o no salir solos cuando oscurece. A ninguno le han robado en el centro, pero sí a algunos de sus conocidos. Hasta el 26 de septiembre de 2022, en el área 9 de Octubre (en donde está incluído todo el centro de Guayaquil), hubo 57 muerte violentas. Aunque en 2021 fueron 35, no está entre las zonas más violentas del Distrito 8 (Guayaquil, Samborondón y Durán).

En la callé Panamá hay seguridad, pero los vecinos cuentan que solo cuidan unas cuatro o cinco cuadras y que hay calles aledañas sin iluminación.

Basura

El problema de la basura en el centro es evidente, principalmente en las noches, pues muchas veces no se respeta el horario de recolección. Así cree Lula, que además menciona que los tachos de basura del área regenerada son insuficientes y muy pequeños para la cantidad de gente que reside y circula allí. Respecto a los recicladores, cree que se podría organizar mejor el sistema para que las calles no queden llenas de residuos.

Elizabeth por su parte, dice que en la 9 de Octubre ese problema no es tan visible, pero apenas uno avanza una cuadra, la basura se sale de los tachos y aparecen las ratas.

En la zona de la calle Ximena, la señora María cuenta que su calle siempre está limpia, pero muchos vecinos sacan sus fundas de basura a la calle cuando quieren. Ella agradece que la gente de las farmacias, con el fin de dar buena imagen, mantenga limpio el sector. Además, sí ve al personal municipal limpiando a diario. (I)