En poco más de un mes se graduarán 204 aspirantes a vigilantes que están por terminar su formación en la escuela de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), pero que servirán exclusivamente en Durán, la segunda ciudad más poblada de Guayas, provincia que concentra el 55 % del total de 4.566 agentes que tiene la entidad a nivel nacional.

La entrada en operación de los agentes de la Agencia de Tránsito de Durán (ATD), prevista para finales de marzo o principios de abril, le permitirá a la CTE reubicar a los vigilantes que saldrán de allí a otras provincias donde actualmente hay déficit de uniformados para el control vial, sostiene el director Carlos Balarezo.

Sin contar Guayaquil, que desde hace muchos años tiene sus propios agentes, la CTE sirve al resto de Guayas con 2.491 vigilantes. La salida de Durán será un respiro para la institución, que antes de que termine el 2022 también abandonará las calles de Milagro, la tercera más grande de la provincia, pues ya ha convocado a la formación de sus propios agentes.

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“No nos sobran vigilantes”, explica el director de la CTE cuando se le consulta sobre los planes de la institución respecto al personal que saldrá de los municipios que ya han sido calificados por el Consejo Nacional de Competencias como Modelo de Gestión A para asumir la planificación, regulación y control total del tránsito, transporte terrestre y seguridad vial en sus jurisdicciones.

La CTE, por tanto, no hará reducción de personal en calle ni dejará de convocar a la formación de nuevos agentes, porque no sobran, más bien faltan, insiste Balarezo. De hecho, actualmente existen 1.375 aspirantes en formación.

En la escuela de la CTE se forman actualmente más de mil agentes. La entidad también está por graduar a vigilantes para Durán. Foto: Cortesía CTE

Con ellos y con los que vayan saliendo de otros cantones que asuman la vigilancia vial, se espera acortar la brecha de personal que tienen otras provincias de acuerdo con sus necesidades y características propias, como la extensión territorial, el número de habitantes y su peso vehicular.

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Después de Guayas, que tiene a su servicio 2.491 vigilantes, las provincias con más agentes de la CTE son Los Ríos, con 453; Azuay, 329; El Oro, 319; Santa Elena, 310; Manabí, 281; y Pichincha, 111.

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“Teníamos un déficit de vigilantes en Azuay. En octubre llegaron 100, y ahora se nota una importante reducción de siniestros de tránsito”, dice Balarezo sobre la importancia de reubicar al personal de la CTE.

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De acuerdo con la Ley de Tránsito, recientemente reformada, la red vial estatal dentro de las zonas urbanas les compete a los Gobiernos autónomos descentralizados (GAD). Por eso Manta ya pidió la competencia de vías que hasta hace poco vigilaban los agentes de la CTE, tal como ocurrió en Guayaquil, donde ahora la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) tiene presencia en la vía a la costa.

Todo el personal que ya no vigila esas vías ha sido reubicado.

Carlos Balarezo, director de la CTE, explica por qué Guayas demanda más agentes de tránsito que otras provincias del país. Foto: Marco Carrasco

La ley posibilita a los GAD en categoría B a firmar, por sí solos o en mancomunidad con otros municipios, convenios con la CTE para que dicha entidad siga a cargo del tránsito en sus jurisdicciones. En el caso de Guayas, ya lo han hecho Villamil Playas, Samborondón y Daule de manera individual.

Mientras que, de forma conjunta, la Mancomunidad de Movilidad Centro-Guayas, que la integran los cantones Colimes, Isidro Ayora, Lomas de Sargentillo, Nobol, Pedro Carbo y Santa Lucía, también ha suscrito el convenio para que la CTE siga en sus vías.

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De esa manera, es poco probable que esta provincia deje de tener la mayor carga laboral de los vigilantes de la CTE, a pesar de que estén por salir de Durán y Milagro.

Es que, a diferencia de otras provincias, donde los agentes de la CTE solo controlan las vías estatales, en Guayas continuaron haciendo el trabajo que dentro del perímetro urbano de sus 25 municipios hacían los agentes de la Comisión de Tránsito de Guayas, disuelta el 17 de marzo de 2011 tras 63 años de operación en este territorio.

En los diez años que han pasado desde la disolución de la CTG, solo Guayaquil le redujo la carga de trabajo a la CTE con la operación de sus propios agentes, lo que emularán Durán y Milagro este año.

Vigilantes de la CTE en un operativo de control en la vía Durán-Yaguachi, que dentro de poco estará bajo el control de la ATD. Foto: Cortesía CTE

Desde la mancomunidad con sede en Nobol dicen que no pedir la competencia del control vial y dejar que esto siga a cargo de la CTE les evita erogar recursos por patrulleros, salarios, instalaciones, entre otras cosas, ya que no tienen grandes presupuestos y hay muchas más necesidades de sus poblaciones que deben atender.

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Pero la CTE no se irá del todo, advierte el gerente de la Agencia de Tránsito de Durán, Thelmo Orellana.

“Por ley, un grupo de la Comisión de Tránsito del Ecuador, especializado en procedimientos de investigación y siniestralidad, seguirá trabajando en Durán en conjunto con la ATD”.

Se refiere a la Oficina de Investigación de Accidentes de Tránsito (OIAT), cuya competencia dentro de la CTE no es transferible a los municipios.

El Municipio de Durán, cuenta Balarezo, ha solicitado a la CTE que le transfiera el cuartel que se ubica en la primera etapa de El Recreo. “Pero hemos planteado que lo utilicemos como un complejo de movilidad, donde estemos la CTE (con su oficina de la OIAT), la ATD, la Fiscalía y demás instituciones relacionadas al área del tránsito”, dice.

Los vigilantes en formación de la ATD, en una charla con el gerente de la entidad, Thelmo Orellana. Foto: Cortesía ATD

Lo que ya está definido son los límites que abarcarán los nuevos agentes en Durán. “Tenemos tres carreteras que se conectan con diferentes cantones vecinos y el primer puente de la Unidad Nacional sentido Durán-Puntilla”, refiere Orellana.

En la vía Durán-Tambo, el control operativo de la ATD será hasta antes de la base de Taura. En la autopista Durán-Boliche, será hasta la altura del peaje. Y en la Durán-Yaguachi, el límite jurisdiccional llegará hasta el sector Casiguana, a la altura del redondel Los Banquitos.

“Estos cuatro puntos periféricos, y lógicamente el área urbana, son competencia absoluta y exclusiva de la Autoridad de Tránsito de Durán”, precisa el gerente de la entidad, que está a la espera de la graduación de sus primeros agentes. (I)