Ver a Quito como un polo de crecimiento para su marca motivó a Jonathan Espinoza, fundador de Verde, Pintón y Maduro, a buscar una alianza con un socio y levantar un local hace un mes en la avenida Granados e Isla Marchena. Casi tres meses les tomó instalarse en la ciudad, hasta capacitar al personal, perfeccionar recetas y conseguir un espacio para arrendar.

Allí se ofrecen bolones elaborados con las tres masas: verde, pintón y maduro; además de tigrillos, canoas, patacones e incluso tortas elaboradas con verde frito. “La acogida ha sido mejor de la que se esperaba. Los consumidores nos solicitaban abrir un local en Quito, y fue lo que sucedió”. Espinoza comenta que los clientes no son solo de la ciudad, sino costeños que viven por cuestiones de trabajo en Quito.

La marca, que nació en 2013, ya suma cuatro locales en el norte y sur del Puerto Principal, y ahora el de la capital. Uno de los factores que ayudaron, señala el fundador, es haber construido toda la estrategia y estructura del negocio. “Nos lanzamos a una ciudad nueva, pero con la experiencia de lo hecho en la ciudad matriz”, dice Espinoza, quien anota que el quiteño se decanta por los platillos elaborados con maduro.

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Los propietarios de negocios guayaquileños continúan colocando su atención en Quito, donde pretenden incrementar sus clientes y, de paso, su participación de mercado.

Según la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), tanto Guayaquil como Quito son mercados potenciales y complementarios, aparte de tener un ADN interesante para acoger negocios.

De hecho, considerando el monto de ventas a escala nacional, una gran proporción de la facturación es generada en estas ciudades, además de ser las más grandes en población.

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La preferencia de ciertos platos por encima de otros también se detecta en Sailor Coffee, una cafetería que abrió en febrero de este año en Cumbayá. Allí, cuenta su fundadora, Andrea Salgado, existe una marcada inclinación por la yuca y los cafés fríos, a pesar del clima.

La cafetería guayaquileña Verde, Pintón y Maduro abrió una sucursal en el norte de Quito. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Ella cuenta que se escogió este punto de la ciudad, entre otros factores, porque fue allí en donde los estudios de mercado indicaron que sería favorable. En el sitio se analizó el espacio para parqueo, la luz natural y las dimensiones que se requerían para instalar el local del negocio, que nació en 2016 y que tiene su matriz y sucursal en Guayaquil.

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Aproximadamente ocho meses tomó decidir alquilar el local y empezar la operación en otra ciudad hasta lograrlo. “Un factor diferenciador importante es que tenemos muchos productos costeños que no hay en otros locales”, remarca Salgado. Además, señala que actualmente la experiencia que se ofrece al cliente va más allá de la degustación de platos.

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El plan de expansión es abrir un local más en Quito y dos más en otras ciudades. Salgado descarta la idea de franquiciar: “Nuestro plan no es ser una franquicia enorme, sino mantener a los mismos dueños manejando todos los detalles del negocio”.

En febrero del 2021, en cambio, llegó a la capital Cevichería Guayaca. La administración de este local, que ya figura como franquicia, está a cargo de José Ragonessi, según indicó el fundador y socio de la marca Diego Rey. El establecimiento, que tiene entre su decoración particular un barco, está ubicado en Eloy Alfaro entre Shyris y Bélgica.

Sailor Coffee en Cumbayá es la tercera sede de la marca en el país. Abrió sus puertas en febrero de este año. Foto: Cortesía Sailor Coffee

El primer local de la cevichería abrió en la avenida Víctor Emilio Estrada y Bálsamos, en Urdesa central, en agosto de 2018. “Quito nos pareció atractivo desde la concepción de la marca, ya que entre otras cosas es la capital del país”, contó Rey, quien adelantó que entre los planes está incluir dentro de la cartilla ceviches con chochos.

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Los trabajos para instalarse en Quito tomaron de tres a cuatro meses, aproximadamente.

En esta ciudad, dice Rey, de la mano de socios se proyecta expandir el negocio no solo por la ciudad, sino por los valles. Antes de mediados de junio se prevé la apertura de una sede en Cumbayá ,en donde se tiene pensado abarcar un concepto nocturno.

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A pesar de la ola de inseguridad que existe en el país, los dueños de negocios afirman que es necesario tener en cuenta las potencialidades que ofrecen las ciudades a las que se apunta, además de tener una correcta planificación, que incluye conseguir buenos proveedores para preservar la calidad de lo que se ofrece.

Miguel Ángel González, presidente de la CCG, señala que Guayaquil a lo largo de su historia ha acogido a varios negocios de distintas naturalezas y ciudades del país; lo mismo sucede en Quito. Esto permite enriquecer la variedad de productos que se ofertan en las ciudades. Asimismo, el ingreso de estos negocios impulsa la competitividad, fomentando que las empresas mejoren la calidad de los bienes y servicios ofertados e impulsando la innovación para generar nuevos productos. (I)