Robos, amenazas con cuchillos y pistolas es lo que enfrentan a diario los usuarios que esperan por transporte en las paradas de buses de la avenida Orellana, en el ingreso a Pascuales, norte de Guayaquil. Los vendedores que se ubican en las aceras a ofrecer sus artículos han presenciado esos hechos delictivos y hasta han sido también víctima. Ellos exigen que haya más seguridad en esta zona cercana al puente Vicente Rocafuerte en la ruta a la parroquia La Aurora.

Hombres jóvenes en moto vienen a robar a la parada de buses quitándoles celulares, carteras, dinero y las cosas que venden los comerciantes, según uno de los vendedores.

Decenas de personas salen a trabajar y esperan pacientemente en la parada cuando, de forma sorpresiva, los ladrones se bajan rápido de la moto y arrebatan las cosas y se dan a la fuga.

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“Hace una semana salía a trabajar y sin darme cuenta los delincuentes estaban atrás mío apuntándome con una pistola, al final les entregué mis pertenencias”, dijo Óscar Marín, residente de Pascuales.

Asimismo, Andreína Méndez salía de su casa a trabajar la semana pasada, como todos los días, y de pronto dos ladrones le estaban gritando que les entregara todas sus cosas.

Las horas en que más se observan los robos son a las 06:00, 12:00 y 17:00, momentos en que los usuarios se concentran en mayor número en espera de transporte para ir o después de venir del trabajo.

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La parada de bus es muy concurrida por personas y vendedores que ofrecen de todo, cepillos, mascarillas, juguetes y comida.

“Apenas cae el sol yo me voy corriendo antes de que me asalten, y así es todos los días”, manifestó Alfonso Macías, vendedor de frutas.

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También Colón Cárdenas mencionó que una vez un tipo lo amenazó con una pistola y se llevó el dinero que había hecho aquel día vendiendo sus productos.

Los moradores y vendedores exigen que haya más policías vigilando la zona, dado que no hay policías que se queden vigilando, sino que solo pasan de vez en cuando, según los asistentes recurrentes del sector.

“Estos policías, que son pocos, se quedan de 10 a 20 minutos y se van rápido y nunca vuelven. Exigimos que se queden por más tiempo”, señaló un vendedor de mascarilla que no dio su nombre.

La inseguridad en la parada de buses es preocupante, pues algunas personas para defenderse llevan gases en sus bolsas. “Yo llevo a todos lados mi gas pimienta para evitar que me roben mis cosas, documentos que he conseguido con mis esfuerzos”, expresó Samanta Robles, residente de la zona.

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Los vendedores también contaron que algunas personas se acercan a comprar de las paradas con billetes falsos para robar los artículos de los vendedores.

Además, los habitantes comentaron que no solamente sufren de robos y estafas, los accidentes son frecuentes en la avenida ya que pasan tráileres, camiones, buses y autos a velocidad y no respetan el semáforo.

“Cientos de accidentes hemos presenciado en esta avenida y ningún agente de tránsito hay para dirigir estos carros. “Estamos inseguros”, añadió Colón Cárdenas.

“No hay policías, agentes de tránsito. Estamos en el abandono de parte de ellos”, sostuvo Graciela Burgos, vendedora de periódicos.

Otro de los reclamos de los moradores es que las cámaras de seguridad implantadas en los postes de luz no sirven. “El ladrón al percatarse de que no hay ningún policía aprovecha a robar y se va rápido”, añadió Burgos.

En una UPC del sector no se ofreció información sobre los operativos en la zona de ingreso a Pascuales. (I)