En feria de la FAE, guayaquileños se sorprendieron por los equipos y armamento con los que cuenta el país

La Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), que conmemoró sus 101 años de creación el 27 de octubre, expuso este fin de semana sus aeronaves, equipos y armamento en la explanada El Fortín del malecón Simón Bolívar.

Los asistentes, que llegaron entre las 10:00 y 18:00, se sorprendieron al ver, por ejemplo, un misil Pitón 4 que puede destruir aeronaves y que tiene un alcance de 30 km. Al ser expulsado de un avión de combate supersónico puede alcanzar 3.600 km por hora, esto es tres veces más rápido que la velocidad del sonido, explicó el capitán Jefferson Valdiviezo.

Carmen Zambrano, quien acudió junto con su esposo e hija, escuchó esta explicación y quedó admirada por conocer de cerca ese armamento. “Es la primera vez que venimos. Nos parece interesante esta iniciativa de la FAE, conocer las herramientas que tenemos como país y que en algún momento de combate las podremos usar”, comentó la residente de una de las urbanizaciones de La Aurora, Daule.

Los asistentes acudieron de diferentes sectores de la ciudad y de los cantones vecinos para conocer el funcionamiento de los equipos, vehículos y herramientas con las que cuenta la FAE para defender el territorio nacional.

Cristhian Espinel llevó a sus dos hijos, Francesco y Guiseppe, de 11 y 9 años, a esta feria, como su padre lo hizo con él en su infancia. “A ellos (los hijos) les gusta ver videos (sobre aviones y sus armamentos), ahora lo están viendo en vivo y tienen la información directa de las personas calificadas”, refirió el morador de la urbanización Metrópolis.

Ellos atendieron la explicación del instructor Luis Comina sobre la práctica aérea con bombas a tierra para mejorar la pericia del piloto para bombardeo y le hicieron varias preguntas, como ¿en dónde practican? y ¿sí hacen daño?, a lo que el militar respondió que las pruebas las realizan en polígonos, en una zona despoblada de Playas, con bombas de 50 lb que al contacto con la superficie no explotan, no causan daño, solo desprenden humo.

Un helicóptero TH y vehículos tácticos de combate atrajeron las miradas de decenas de asistentes, quienes aprovecharon el momento para fotografiarse con estos equipos. Otros aprendieron a volar en un simulador computarizado, que funciona como un videojuego. “En mi infancia quería ser piloto, ahora aunque sea por un momento pude serlo”, aseguró Carlos Mendoza, quien acudió desde el sector de Sauces a esta feria, que culminó este domingo 10 de octubre.

Miriam Figueroa, en compañía de su mamá e hijos, salieron satisfechos de conocer, por ejemplo, cómo funciona la eyección de los asientos de los pilotos con los paracaídas. Si los pilotos caen en el mar o en ríos, su traje tiene chalecos salvavidas que al inflarse tienen una parte de apoyo que sostiene el brazo con el misil para seguir el combate desde el agua.

La noche del sábado, la FAE también deleitó con su banda musical a quienes visitaron el barrio Las Peñas. A las 19:00 y durante una hora y media se dio esta presentación en homenaje a la ciudad por sus 201 años de independencia. (I)