El grito ‘¡Viva Guayaquil!’ retumbó en la avenida Malecón Simón Bolívar durante la etapa final del desfile por los 487 años de proceso fundacional

“¡Viva Guayaquil!” fue el grito que retumbó entre los asistentes del desfile cívico que se desarrolló a lo largo de la avenida Malecón Simón Bolívar en el marco de los 487 años de proceso fundacional del Puerto Principal. La actividad se cumplió durante la tarde, a manera de una continuación del pregón que se desarrolló en la mañana.

El colorido de los carros alegóricos dio vida a la ajetreada y congestionada avenida del centro de la ciudad. A las 15:30 de este lunes, 25 de julio de 2022, seis carrozas salieron desde la calle Tomás Martínez para avanzar hasta la calle Colón, como parte del desfile artístico cultural organizado por la Empresa Pública Municipal de Turismo.

Una media hora antes de que se iniciara el recorrido, los asistentes llegaron para ubicarse en los costados de la avenida Malecón, detrás de las vallas de color naranja que se colocaron en toda la vía.

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El ritmo de las canciones alusivas a Guayaquil, puestas a todo volumen en parlantes colocados a lo largo de la avenida Malecón, opacó el tradicional ruido del tránsito y de los locales comerciales de esta zona del centro.

Juan y Juanita Pueblo, personajes icónicos de la ciudad, abrieron el desfile. Junto con ellos desfiló la presidenta de la entidad de turismo, Gloria Gallardo, así como la reina de Guayaquil y demás funcionarios municipales.

Los bicentenarios de la batalla del Pichincha y de la independencia de Guayaquil, el encuentro de Bolívar y San Martín, el Museo del Cacao y el parque Seminario, con su tradicional glorieta y la réplica de una iguana, fueron los temas elegidos para este año para las seis carrozas de más de diez metros de largo que lideraron los seis bloques del desfile. Cada una de ellas contaba con detalles elaborados en espuma y madera.

Shirley Vanegas llegó junto con sus padres para ver a su hijo, quien era parte del homenaje. La mujer aseguró sentir una emoción desbordante, como en años anteriores. “Es una alegría salir, ver color y festejar a nuestra bella ciudad. Estamos felices de que todo esto regrese después de años difíciles para todos”, dijo esta madre de familia.

Luis Pablo, quien labora en un restaurante de la calle Junín, avanzó hasta la esquina de Malecón para ver las carrozas. “Trabajar en esta fecha es una pena, pero la música nos llena de vida y alegra la tarde. Al menos veo un ratito antes de volver a trabajar”, dijo mientras se empinaba un poco para observar por encima de un cordón de asistentes.

Ni las mascotas se quedaron fuera del festejo. Guillermo Andrade salió con Lupita, una pequinés café que resaltó entre los asistentes con un vestido miniatura en colores blanco y celeste.

En cada uno de los bloques del desfile se ubicaron cuadrillas de bailarines de academias de danza de la ciudad. Los participantes, en su mayoría, vistieron con trajes típicos de Guayaquil: las mujeres con faldas amplias en colores blanco y celeste; los hombres con pantalones negros y guayabera o camisa blanca o celeste.

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También participaron grupos invitados de otros países, como México, Chile, Argentina y Colombia; cada uno lució su bandera y trajes típicos coloridos. Por los parlantes se anunciaba el paso de cada delegación.

Los vendedores ambulantes también aprovecharon la jornada para ofrecer sus productos: algodones de azúcar, manzanas acarameladas, churros, sombreros, agua e incluso bancos de plástico. Los comerciantes se escabullían entre los asistentes en busca de clientes.

El recorrido de casi ocho cuadras duró aproximadamente una hora y media. Al finalizar el evento, se abrió la avenida nuevamente al tránsito vehicular. (I)