Eran $ 10 diarios que Marcela Carrera invertía para el almuerzo y merienda de su familia conformada por cinco personas. Compraba proteínas, verduras, arroz, fideos para la comida.

Sin embargo, este año ese monto ya no le es suficiente porque se percató que subieron de precio productos esenciales como aceite, margarinas, harinas, azúcar, tomate, zanahoria.

Estos son los productos y servicios que más incidieron en la inflación de 0,23 % en febrero del 2022

En mercados de Guayaquil hay productos que, según amas de casa, han subido desde $ 0,10 hasta un dólar como es el caso del aceite comestible.

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Manuel Yumbo Guamán, comerciante del Mercado Central desde hace 40 años, explicó que el principal incremento es el aceite y eso ha sido palpable para el consumidor. Una funda de un litro que costaba $ 1,50 ahora cuesta $ 2,50, dijo.

“Hay aceites de marca reconocida que valen $ 3 el litro y antes $ 1,85. Yo gano de $ 0,10 a $ 0,40 porque vendo por volumen. Nosotros compramos el aceite en Montebello porque ellos compran como mayorista, nos sale mejor que comprar directo en la fábrica”, comentó.

En los mercados se esgrimen diversas razones para justificar el alza que ha venido sintiéndose paulatinamente. En ese incremento confluyen diversos factores no solo con lo que pasa en el país, sino en el exterior.

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Ya desde el año pasado, durante la pandemia, los fabricantes habían anticipado que la producción de aceites comestibles se estaba volviendo más cara por los altos costos de las materias primas como el aceite crudo de palma.

Por el COVID-19, la producción se redujo en unos países. Además, otras naciones por factores climáticos vieron reducir su producción. Localmente, Ecuador tiene su problema: afronta una baja en su producción de aceite de palma por la enfermedad de la producción del cogollo.

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La guerra de Ucrania y Rusia complicó más este escenario. Óscar Calahorrano, presidente ejecutivo de Propalma, dijo que Ucrania producía el 30 % de oferta mundial de aceite de girasol, y Rusia, el 28 %. Sin esa oferta disponible en el mercado mundial, los países buscan sustitutos y eso ha llevado que el aceite crudo de palma y aceite de soya tengan más demanda, por ende una presión en precios.

“La tonelada de aceite crudo de palma en marzo del 2020 promedió los $ 576, en el 2021 pasó a $ 1.097 y marzo del 2022 promedia $ 1.794″, dijo Calahorrano, quien señaló que el girasol también subió en un promedio de 246 %.

Con esos aumentos en costos, los precios en perchas reflejan un alza. Y no es solo el aceite, pues mantecas, margarinas, jabones y otros productos de limpieza, que usan componentes de aceites de palma, también han ajustado precios.

Manuel Yumbo, comerciante del Mercado Central, explicó que el aceite ha sido el que más ha subido de los productos. Foto: José Beltrán. Foto: El Universo

Carrera, residente del centro de Guayaquil, contó que ahora debe llevar de $ 12 o hasta $ 15 para comprar casi lo que llevaba antes. “Mis vendedoras me dicen: todo ha subido, todo está caro y a uno solo le toca sacarse del bolsillo y pagar”, explicó.

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Juana, comerciante de legumbres del Mercado Central, explicó que ella también ha notado que algunas legumbres han aumentado de precio.

“El tomate está muy caro, ya no me alcanzó para comprar choclo ni papa chaucha. Yo pagué por un saco de zanahoria, $ 16, pero lo normal es de $ 10. También el cartón de tomate regularmente costaba $ 12 ahora cuesta $ 20″, dijo.

En el Mercado de Sauces 9, los vendedores minoristas explicaron que los productos llegan caros, que debido a la guerra (de Ucrania) han variado el precio, ha subido”.

Se reporta el incremento de precios en productos y vegetales en el Mercado Central y otros mercados de Guayaquil. Foto: José Beltrán. Foto: El Universo

María, en ese mercado, explicó que desde hace varias semanas están caros algunos productos como tomates, zanahorias, cebollas, yuca, entre otros más.

“En el campo está lloviendo mucho, no se puede sacar el producto ni en burro, hay mucha pérdida. Y ese costo nos pasan para nosotros. Si subimos un poco aquí nos dicen que somos unos aprovechadores, que estamos cobrando muy caro, yo ya me he quedado con mis caseras, solo sacamos para la comida aquí ya no hay ganancia”, explicó.

Los minoristas dicen que esos cambios de precios se reflejan desde que llegan al mercado mayorista, en las afueras de Guayaquil. “Todos se ponen de acuerdo en el Mercado de Transferencia y nosotros no podemos subir mucho porque el cliente no compra, uno no sube mucho porque son mis caseros. Si antes la libra la vendíamos a $ 0,40 ahora es a 0,50 centavos, o a veces hasta el mismo precio”, explicó una minorista.

Los productores tienen su explicación. Unos atribuyen el ajuste de precios a costos de fertilizantes que se importan. Rosa, quien siembra papas, señaló que los insumos agrícolas tienen componentes que son traídos desde Rusia y están muy costosos.

“El abono para sembrarle la papa antes costaba $ 20 y ahora $ 60, eso es importado, no es de aquí y cuesta mucho, mi esposo es agricultor y ahora resulta caro. También sabemos que están dejando entrar papa desde Colombia, por Tulcán y sí sale más barata porque allá está más económico por la moneda, pero la producción local sí ha subido por el abono, el transporte, condiciones del clima y acá se gana poco para evitar que se quede”, explicó. (I)

El impacto en los fertilizantes

Al menos tres causas incidirían en un aumento de precios en legumbres y vegetales, según Rodrigo Gómez De la Torre, analista y expresidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona.

Una de ellas es que tanto Rusia como China detuvieron la venta de fertilizantes al mundo a lo que se añade que su precio aumentó en alrededor de 120 %. También hay menor disponibilidad como un efecto de la guerra en Ucrania, que es uno de los países proveedores.

Entre los fertilizantes que se usan están úrea, fósforo, potasio, explicó.

Otro factor que influye es la inflación anual de la cual Ecuador no ha quedado exento, así como la especulación.

“Esto nos lleva a un encarecimiento de los costos de producción principalmente”, dijo.

Agregó que el año pasado hubo productos sembrados en su ciclo productivo, pero las nuevas siembras de este año ya están impactadas por los mayores costos de producción.

Hay que tomar en cuenta que hubo productores que no pudieron invertir en fertilizantes, su productividad ha bajado por lo que el costo final por producto ha aumentado, indicó.

Gómez De la Torre plantea una importación directa masiva de fertilizantes desde el Gobierno para que los precios sean más accesibles a ser distribuidos a través de asociaciones con contrapago, a corto plazo, y que se procesen los desechos orgánicos para convertirlos en biofertilizantes, a mediano plazo. (I)