Envueltos en cartones, Germania Córdova y Robert Ramírez lograron protegerse de las llamas y salir de su casa a las 07:00 de este domingo, 5 de junio. Un incendio sorprendió a la pareja, que descansaba en una de las dos casas que fueron destruidas por el fuego en las calles 14 y Cristóbal Colón, en el suburbio de Guayaquil.

La emergencia fue atendida por el Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

La mujer comentó que escuchó los gritos y golpes de sus vecinos, que tumbaban la puerta de su vivienda, y que entonces se percató del humo; sin embargo, no podían salir, porque toda la parte delantera de la casa ya estaba siendo consumida por las llamas.

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“Me acordé de que no había botado unos cartones grandes, y con eso nos envolvimos y logramos salir corriendo. Allí nos dijeron los vecinos que se percataron del humo en una esquina de la casa; que sería un cortocircuito”, contó la mujer.

Refirió que en la vivienda solo estaban ella y su esposo. Con ellos también vive su papá, de 80 años, pero justamente unos familiares se lo llevaron a pasear a la Península.

La casa contigua, también afectada por el incendio, es de un hermano, indicó Córdova.

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“Él no vive aquí. (El lugar) era más de bodega; allí tenía algunas cosas, como una carreta para vender alimentos de un primo. Algunas cosas se perdieron también”, lamentó ella.

A las 09:00 de este domingo llegó personal de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) para realizar un informe de los daños de este siniestro y conocer detalles de los afectados.

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“Todos los daños son materiales; gracias a Dios, no hubo pérdidas humanas. Ahora estamos buscando una familia acogiente para ellos. Les daremos dos kits de alimentos y un menaje de cocina. Haremos un informe para pasarles a todas las entidades, como Miduvi, MIES, Comisión de Solidaridad del Municipio”, explicó Javier Rodríguez, técnico de la CSCG.

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Córdova lamentó que no pudo sacar nada de sus pertenencias; que perdió su cocina, refrigeradora, televisor, juego de muebles, cama, cómoda, entre otros enseres más. Solo se quedó con lo que traía puesto; ni su celular se salvó de las llamas.

Además, su esposo, que no tiene trabajo formal, también perdió las herramientas para sus trabajos ocasionales de soldador, como pulidora y taladros.

Quienes deseen ayudar a esta familia pueden contactarse con su hermano, Gustavo Córdova, al 09-9448-2852. (I)

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