Son alumnos que representan a diez planteles educativos de la Zona 8, que comprende Guayaquil, Samborondón y Durán, que en este mes exaltan a la bandera nacional con la jura del símbolo patrio.

En los tres cantones, un total de 51.561 estudiantes de tercer año de bachillerato expresarán su respeto a la bandera este 26 de septiembre, y 214 serán proclamados abanderados y escoltas de las instituciones educativas.

A diez de los alumnos más destacados, este Diario les planteó consultas sobre las oportunidades de empleo y problemas de seguridad y consumo de drogas que también afectan a las comunidades educativas.

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A partir de aquello, los estudiantes emitieron sus propuestas sobre estos temas. Aquí parte de lo compartido por los jóvenes.

Mónica Aristega Córdova, abanderada del Colegio Politécnico (Copol)

Mónica Aristega, abanderada de Copol. Foto: El Universo

“Considero que el Ministerio del Trabajo debe manejar políticas de inserción más efectivas en el marco laboral de los jóvenes graduados, procurando que la normativa implique una contratación obligatoria de un mayor número de personas sin que el requisito principal sea la experiencia, y es importante que se haga el seguimiento de su cumplimiento. La creación de créditos a través de la banca pública puede potenciar los emprendimientos juveniles; además, los estudiantes deben estar pendientes de su expediente académico. Yo les aconsejaría a los jóvenes que busquen consolidar sus conocimientos de forma práctica, ya sea en competencias, foros o actividades extracurriculares que se orienten a una futura carrera. En nuestro cantón, y en nuestro país en general, hay una crisis de seguridad, lamentablemente, bastante grave. La criminalidad nos ha afectado a todos los guayaquileños, pues la violencia no mira la clase socioeconómica, la edad, la familia o inocencia. Las leyes deben ser más drásticas para los delincuentes y para toda autoridad pública que actúe como cómplice a través de actos de corrupción.

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Ante esta crisis, la educación es nuestra esperanza, el mecanismo más óptimo que tenemos para instruir a ciudadanos dignos e íntegros que valoren la vida y tengan ánimo de servir. Entre las problemáticas que dan origen a esta crisis figuran la falta de políticas públicas y sanciones a la actividad delictiva, pero también las faltas éticas y morales de los jóvenes que se asocian al crecimiento de la violencia, pues cada vez la línea entre el bien y el mal se vuelve más borrosa. La desatención de los jóvenes es un problema que necesita atención inmediata y en el cual la educación tiene un papel fundamental, pues ellos se vuelven cada vez más propensos a caer en vicios o en delincuencia.

En mi caso particular, mi colegio, la Unidad Educativa Particular Politécnico, no solo ha hecho un trabajo magnífico en la impartición de conocimientos y valores, sino que nos ha dado un ambiente seguro mediante la innovación y una logística ejemplar. En lo que respecta al consumo de drogas, las soluciones que yo propongo las he aprendido de mi colegio: las actividades que involucran al alumno y hacen poner en práctica sus aprendizajes son cosa del día a día. En mi caso, me mantengo bastante ocupada con varias actividades, ya sea cuando soy anfitriona de los eventos escolares como en debates o asambleas de estudiantes, o cuando tengo que participar en competencias internacionales o interescolares. Resulta esencial que el Gobierno tome acción mediante la creación de centros públicos de ayuda y rehabilitación para jóvenes adictos y la garantía de una educación digna para todos los ecuatorianos”.

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Ariel Arias Tipán, abanderado de la Academia Naval Guayaquil (vespertina)

Ariel Arias Tipán, de la Academia Naval Guayaquil. Foto: El Universo

“Tener el apoyo de las entidades públicas y privadas para que se permita al bachiller tener pasantías, sin restricciones, con el objetivo de que pueda aplicar los conocimientos y adquirir experiencia en el ámbito laboral, y a la vez que sepan con mayor seguridad la carrera profesional a seguir. Para generar empleos, considero que se debe tener visión de emprendedor, ser capaz de identificar su mercado objetivo, diseñar un plan de negocios con el cual pueda cubrir las necesidades de su grupo focal (clientes), implementar un plan de marketing que dé a conocer el producto o servicio para posicionarse en el mercado. Con esto puede crecer y generar plazas de trabajo que beneficien a la sociedad.

En la actualidad, Guayaquil y Samborondón presentan muchas amenazas; entre las más notorias están los robos y secuestros. Entre las posibles soluciones que encuentro están la incorporación de más agentes metropolitanos en los institutos con poca protección y, como mínimo, que cada centro educativo cuente con las cámaras de seguridad necesarias que cubran todo el exterior del plantel, con el respectivo encargado de monitorear permanentemente en horarios de entrada y salida de estudiantes.

Los problemas principales que se encuentran son la presencia de pandillas y microtráfico en los exteriores y, a veces, dentro de los planteles educativos. A esto se suma el temor que sienten muchos estudiantes a denunciar estos hechos por miedo a las represalias. El reto más difícil es identificar a los responsables que atentan contra la juventud y rescatar a los jóvenes consumidores. Entre las posibles soluciones están las charlas sobre la prevención del consumo de drogas no solo mostrando el daño causado al cuerpo humano, sino también el daño emocional a que conduce, inclusive hasta caer en depresión y llegar al suicidio. Otra opción es proponer leyes estrictas sobre el consumo de drogas sin importar la edad del acusado o cantidad de narcóticos que posea”.

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Andrea Álava Lozano, abanderada del Liceo Panamericano

Andrea Álava, abanderada del Liceo Panamericano. Foto: El Universo

“Más allá de limitarnos a la adquisición de conocimientos dentro de un aula de clase, los jóvenes bachilleres necesitamos examinar las diferentes herramientas de las que disponemos para fomentar un aprendizaje significativo y transparente. El fortalecimiento de diferentes habilidades por medio de la autocapacitación es fundamental para nuestro desarrollo profesional, donde van a ser estas destrezas las que nos permitan ser considerados para un puesto de trabajo. Uno de los aspectos en los que sugiero a los jóvenes trabajar es en su inteligencia emocional; asimismo, la familiarización con las tecnologías, que nos permitirá aprender y utilizar de manera competente la variedad de programas y dispositivos que hacen que nuestro rendimiento sea más valioso y aportador. Es por esto por lo que recomiendo realizar cursos que fortalezcan destrezas, como la persuasión, adaptabilidad y gestión del tiempo, que nos ayuden en nuestra preparación como futuros profesionales. También, la adquisición de una segunda lengua, lo que nos permite interactuar con mercados extranjeros, expandiendo nuestras oportunidades. Por último, para incentivar el espíritu emprendedor, es necesario fomentar una mentalidad de crecimiento.

Es la ineficacia judicial la que estimula el delito y desalienta la participación ciudadana, por lo que se debe combatir la corrupción y establecer acciones jurídicas que no permitan la impunidad. Para esto, propongo endurecer las sanciones a los delincuentes por medio del incremento del peso de los castigos, para lo cual se requiere una depuración y reorganización de los organismos judiciales y de control. También considero indispensable el fortalecimiento de una mayor participación por parte de las instituciones y de la ciudadanía con planes y programas de seguridad, respaldados con tecnología que refuerce los organismos de inteligencia antidelincuencial.

Considero que la interrelación entre el grupo familiar y el colegio es fundamental para detectar la presencia de este problema (consumo de drogas en adolescentes), donde ambos necesitan trabajar en fomentar el desarrollo de una autoestima positiva, informar al adolescente de la problemática para que tenga la capacidad de negarse al consumo de cualquier sustancia, logrando así que los jóvenes juzguemos a las drogas tal y como son. Debemos estar conscientes de que el colegio y familia deben mirar en la misma dirección en relación con los valores y principios, donde la familia debe identificarse con el ideario institucional”.

Alexandra Tumailli Rodríguez, abanderada del colegio Letras y Vida

Alexandra Tumailli Rodríguez, abanderada del colegio Letras y Vida. Foto: El Universo

“Enseñar a los jóvenes a que establezcan con total claridad sus metas con base en sus capacidades intelectuales, todo esto con el fin de escoger y potenciar sus futuros logros tanto en el área laborar como académica.

El principal problema no está solo en los planteles, sino en la sociedad: es la falta de valores y buenos ejemplos, los cuales al perderse se pierde el rumbo y el respeto a la vida. La única solución es fortalecer nuestros valores y el respeto mutuo hacia los demás, ya que, si no logramos esto, los esfuerzos serían nulos.

La solución en el problema de las drogas es un trabajo de dos aristas: el primero, que interviene netamente en la vida de los jóvenes, la familia; y el segundo, la escuela. Es decir, si no se trabaja en conjunto, los esfuerzos no llegarán al objetivo planeado, que es ayudar a salir de este mal que afecta a todo mundo y que no respeta edades ni géneros ni creencias. Hay que recordar que un punto vital es que el mayor tiempo los alumnos lo pasan en los planteles, y son presas de las circunstancias y, por ende, de las malas influencias. Un problema por destacar es la inseguridad ciudadana, la cual lamentablemente nos afecta a todos, y que una solución definitiva no sería posible; sin embargo, podemos tomar escenarios para reducirlos, como charlas y foros de motivación”.

Nadine Germán Naranjo, abanderada del San José de la Beneficencia de Señoras

Nadine Nalensska Germán Naranjo, abanderada San José. Foto: El Universo

“Para que los jóvenes bachilleres podamos contar con mejores oportunidades de empleo se deben realizar actividades en las cuales se desarrollen ciertas destrezas, habilidades, conocimientos sobre diferentes áreas, fortalezas, poner en práctica las integraciones sociales, entre otros. Además, asistir a seminarios, cursos, que las empresas permitan que estudiantes de diversas carreras universitarias puedan laborar y al mismo tiempo estudiar, con el fin de obtener experiencia, recibiendo una remuneración y seguir sus estudios correspondientes. También, conocer acerca de la parte financiera, es decir, costos, gastos, ingresos, capital u otros aspectos que contribuyan a la ejecución de un emprendimiento, en el que se analice de forma correcta, con el fin de tener éxito en el negocio.

La sociedad vive de forma intranquila, sintiendo temor, preocupación, recelo al salir a las calles a realizar sus actividades. Por este motivo, se puede plantear implementar sistemas avanzados de alertas en el momento de evidenciar estos actos, mayor resguardo policial, militar, restricción de porte de elementos peligrosos, charlas motivacionales a toda la población, con el fin de promover la sana convivencia, evitando este tipo de problemas.

La sociedad en la que vivimos presenta un aspecto en particular negativo, como el consumo de drogas, que es aplicado con mayor frecuencia por los jóvenes. Por ende, se puede contribuir a esta situación mediante la ejecución de campañas institucionales que vayan en contra de este tema, capacitaciones a docentes para que puedan ayudar de forma psicológica a sus alumnos, charlas emotivas en las que se analicen causas y consecuencias, casas abiertas, talleres, sistemas de control en los planteles educativos, etc. También se tienen que elaborar mensajes motivacionales, a través de infografías, blogs, brindar información sobre las drogas en otros colegios, sectores con mayores casos de consumo y sus familiares”.

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Jeremías Miguez Dumes, abanderado de la Unidad Educativa Dolores Cacuango

Jeremías Miguez Dumes, de la Unidad Educativa Dolores Cacuango. Foto: Jorge Guzmán

“Lo primero que les propondría a los jóvenes es que no dejen para mañana lo que hoy está a nuestro alcance; por ejemplo, estar atentos a la enseñanza de nuestros profesores, preguntarles sobre sus experiencias de cómo iniciaron sus carreras; debemos aprender de la experiencia de otros para afianzar con vivencias nuestro futuro y, de tal manera, nuestros pasos de grandes empresarios, científicos, sin dejar de lado la perseverancia, la tolerancia, la disciplina, valores que sin lugar a dudas nos avizoran el éxito.

Promover escuelas o programas para las familias, ya no solo para los estudiantes, ya que hay padres y madres que han perdido los valores humanos tan importantes y deben volver a conocerlos para que fortalezcan al núcleo familiar.

Actualmente, los problemas que existen son la delincuencia y el mal uso de la tecnología. Se debe promover en los colegios la creación de más talentos, como disciplina de los estudiantes, con la finalidad de expandir la mente con sano esparcimiento”.

Milena Jaque Ponce, abanderada de la Unidad Educativa Guayaquil

Milena Ponce, abanderada de la Unidad Educativa Fiscal Guayaquil. Foto: Jorge Guzmán

“Que se les dé oportunidad a los jóvenes, pese a que recién empiecen a tomar experiencia. Y para emprender un negocio, deberían también darles la oportunidad de avanzar y motivarlos a que crean en sí mismos, que puedan demostrar sus capacidades, las cuales han desarrollado en todos sus años de educación.

Los problemas y retos que existen, en mi opinión, residen en los peligros hacia nuestra integridad, y esto se da entre estudiantes, ciudadanos, familias, etc. Una posible solución sería reforzar y enfocarse más en la seguridad de la ciudad, como por ejemplo enfocarse más en el desarrollo policial en cada zona o calle, ya que podría existir un mejor control de acuerdo a esta situación. Esto talvez no quitaría totalmente los problemas existentes en nuestra ciudad, pero si disminuirían considerablemente”.

Ángela Zambrano Lema, de la Unidad Educativa Réplica Simón Bolívar

Ángela Zambrano Lema, de la Unidad Educativa Réplica Simón Bolívar. Foto: El Universo

“Los jóvenes somos agentes de cambio, comprometidos con la mejora de nuestra comunidad y de nuestra vida para el desenvolvimiento en la sociedad. Que los bachilleres y universitarios tengamos oportunidades de empleo y podamos aportar profesionalmente. Que se creen espacios de fortalecimiento económico en zonas vulnerables.

Mi propuesta sería ejecutar un plan de acción para seguir trabajando en forma integral la problemática con el único objetivo de salvaguardar la integridad de todos; y, asimismo, sensibilizar al cuerpo estudiantil de que cualquier acto violento generará cualquier situación de violencia.

En la familia, sobre todo en los hogares disfuncionales, donde el niño y joven no tienen la formación adecuada para enfrentar los problemas de la vida y son presas fáciles de los vicios, es necesario trabajar en ese entorno familiar y que se siga complementando en las aulas, ya que una buena educación es el camino que lleva al progreso de una nación y su pueblo. Para ayudar a que menos jóvenes se involucren en el tema se debe mantener un núcleo familiar fuerte, informar sobre las causas y consecuencias fatales de estas sustancias, desarrollar aún más el sentido crítico y realizar exposiciones con charlas a estudiantes y padres de familia”.

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Eunice Zambrano Alarcón, de la Unidad Educativa Canal de Jambelí 1

Eunice Zambrano Alarcón, abanderada de la Unidad Educativa Canal de Jambelí. Foto: Jorge Guzmán

“Los jóvenes del país deben ampliar sus conocimientos y fortalecer sus habilidades que les permitan crecer en el ámbito profesional; esto generará en ellos nuevas estrategias para avanzar en cualquier campo laboral en el que se desenvuelvan. Estos pueden ser empresas públicas o privadas, emprendimientos propios, etc., pues estos últimos no avanzan o claudican por falta de ideas innovadoras que permitan abarcar más clientes, tomando en consideración que el mundo es cambiante y que generacionalmente se presentan nuevos intereses y necesidades, apareciendo nuevas necesidades en el ámbito laboral que obligan a todos los involucrados a avanzar constantemente.

Actualmente, reducir la delincuencia se ha convertido en el principal reto que enfrentan todas las ciudades de nuestro país, especialmente Guayaquil y Samborondón, por lo cual sugeriría que se revisen las leyes. También debemos trabajar mancomunadamente en todos los ámbitos donde se desarrolla la niñez y juventud, siendo estos la familia, la escuela, etc., fortaleciendo en todos valores humanos y habilidades para evitar futuros protagonistas dentro de esta problemática.

La ausencia de comunicación dentro del ambiente familiar es el primer problema, y la poca confianza de los estudiantes al hablar con personas especializadas sobre las dificultades que pasan en sus hogares o fuera de ellos, donde cada uno de sus miembros muestre sus intereses y necesidades y en grupo se establezcan acuerdos para trabajar en equipo, donde la toma de decisiones en situaciones de conflicto sea beneficiosa para los afectados. Debemos cortar de raíz a los monstruos de la droga. Como estrategia, debemos fortalecer la comunicación entre cada uno de los subconjuntos que se establecen dentro del universo familiar; comunicación entre padres, acuerdos entre padres e hijos, y todo esto siendo evaluado constantemente como familia y evitar vacíos que puedan romper la estabilidad familiar y convertirse en víctimas de las drogas. Todas las instituciones educativas deben seguir haciendo las charlas, talleres, capacitaciones, etc., no como obligación, sino al contrario: como temas de prevención entre cada uno de los interesados e involucrados, generando en los educandos la seguridad de contar siempre con adultos de confianza que podrán protegerlos”.

Angie Greenfield Andrade, abanderada de la Unidad Educativa Eloy Alfaro

Angie Greenfield Andrade, abanderada de la Unidad Educativa Eloy Alfaro. Foto: El Universo

“Lo que necesitan los jóvenes son oportunidades, y gracias a las gestiones del Gobierno nacional se están creando más alternativas de empleo y emprendimiento para los jóvenes. Por ejemplo, el programa Mi Primer Empleo es muy bueno; pueden inscribirse en línea y optar por un trabajo donde no sea necesaria la experiencia, solo las habilidades y prestar su contingente.

Por la desintegración familiar y la falta de control de los representantes, los estudiantes son mucho más susceptibles a sufrir cualquier tipo de peligro en la calle. Considero que ese sería el principal problema: la desintegración familiar; eso se soluciona con orientación a los estudiantes y la familia, gracias a los lineamientos que está dando el Ministerio en el programa Educando en Familia. Si la familia está bien, la sociedad está bien.

Debemos fortalecer la orientación de padres e hijos, y así es mas difícil que los hijos caigan en la garras de las drogas. También, fortalecer el diálogo con los diferentes actores de la comunidad educativa”. (I)