A pesar de la cancelación de las procesiones por la pandemia y que las iglesias permanecen cerradas, decenas de feligreses se acercaron la mañana de este Viernes Santo al exterior del santuario del Cristo del Consuelo, ubicado en el suburbio de Guayaquil.

Agentes de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) cerraron las vías de acceso y desviaron los buses y carros particulares. También la calle Litardo García fue cerrada al tránsito vehicular desde Francisco Segura hasta la calle A.

Desde este viernes 2 en Guayaquil se aplican nuevas medidas restrictivas tras la declaratoria del estado de excepción focalizado en ocho provincias.

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La mañana de hoy, decenas de comerciantes aprovecharon la llegada de creyentes para vender velas, réplicas de cristal, ramos, artesanías y hasta refrescos.

Fieles católicos en los exteriores del santuario del Cristo del Consuelo. Foto: Ronald Cedeño

Quienes llegan a la iglesia piden a Cristo que se termine la pandemia, que cure a algún familiar enfermo y que la situación económica se estabilice. Por segundo año consecutivo, las restricciones derivadas de la crisis sanitaria motivaron la suspensión de las actividades presenciales que se realizaban a propósito de la Semana Mayor; la curia alistó un programa virtual que se transmite por redes sociales.

En el monumento del Cristo del Consuelo, situado en el sector del Cisne 2, donde termina la procesión, también se reunieron algunos feligreses. Unas 50 personas estaban ahí orando con velas y ramos, cerca de las 09:00.

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Algunas familias para evitar aglomerarse elevaban las súplicas, oraciones y pedidos de milagros desde el malecón de este sector.

En este sitio está una réplica del Cristo del Consuelo de 15 metros que pesa 17 toneladas y está hecha con bronce, piedra y acero.

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La situación fue similar en el Guasmo. Ahí está la iglesia Stella Maris. Unas 50 personas llegaron a las puertas para rezar y los encargados decidieron abrirlas para que ingresen en orden y se acomoden en las bancas guardando el debido distanciamiento.

Freddy Toapanta es el párroco de esta iglesia. Él explicaba que se están aplicando medidas de bioseguridad a quienes llegan a la iglesia. Se toma la temperatura y se desinfectan las manos y los zapatos.

El sacerdote explicó que la adoración de la cruz es a las 15:00. (I)