El conjunto escultórico Memorial en honor a los héroes y las víctimas que dejó la pandemia de COVID-19, situado en la plaza Colón; murales en la Universidad de Guayaquil y en algunas ciudadelas locales, donde gusta de plantear temas con la comunidad; y otras obras de esculturas, como la de una madre que lee cuentos a dos infantes en la parroquia Muey, en Salinas, son parte de las obras de Victoria Bastidas.

Esta artista, escultora, pintora, dibujante y futura arquitecta es quien está al frente de la creación de las piezas que ahora ya lucen instaladas en la plaza en honor al bicentenario de independecia de Guayaquil, en la intersección de las avenidas Olmedo y Malecón, en el centro de la urbe.

A pocas semanas de la finalización de la obra, la artista guayaquileña, de 33 años, se considera honrada y con alta responsabilidad de estar al frente de este megaproyecto escultórico, que por primera vez enaltece el rol de la figura femenina en la gesta libertaria.

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En el plaza, aún en construcción, veinte esculturas de bronce que portan antorchas recrean en tamaño natural a mujeres y hombres que guardan relación con la gesta libertaria de 1820 y que mantuvieron esa lucha de libertad en 1920. Además, el proyecto se completa con un monumento en homenaje a la bandera de Guayaquil Independiente, con una altura de 18,5 metros.

Se busca enaltecer a Guayaquil en sus 200 años de independencia. En eso se buscaba sacar a relucir a estos personajes femeninos que la historia invisibiliza hasta hoy. Pero con este proyecto se pretende mostrar, darles un rostro, una expresión altiva, activa, participativa en el proceso a varios personajes femeninos olvidados. Y también se pretende dar a la ciudad un nuevo espacio artístico, cultural, recreativo para eventos, turístico. Es como un compendio el objetivo que tiene esta plaza: exaltar la gesta libertaria, pero también pensar que, 200 años después, recuperar esa historia nos sirve para construir la futura.

Victoria Bastidas, artista encargada del conjunto escultórico del bicentenario de Guayaquil

Mientras explica los detalles de la obra, Bastidas recuerda que su relación con el arte empezó apenas a sus tres años, cuando realizaba dibujos. “A partir de ahí (en su niñez) parece que me gustaba un montón. Mis papás siempre me apoyaron comprándome materiales. Tenía juguetes, pero sobre todo materiales de arte; siempre estaba pintando y dibujando. Empezaron a ponerme en cursos de muy chiquita”, cuenta.

Así fue que a sus 11 años ya vendía obras de pintura en óleo. Luego, a los 13 años, asistió al Colegio de Bellas Artes, donde se graduó de Pintura, e incluso por su talento impartió conocimientos a niños pequeños de cursos inferiores.

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Con 17 años, en la Universidad Central, en Quito, continuó sus estudios para ser licenciada en Artes Plásticas con Especialidad en Escultura. Y viajó al Viejo Continente para seguir un máster de Artes Visuales en la Universidad de Barcelona (España).

La Fragua de Vulcano, un símbolo de libertad que evoca a la aurora gloriosa

En su regreso al país, Bastidas colaboró durante cinco años como docente de varias materias relacionadas con el arte en la Facultad de Arquitectura de la U. de Guayaquil.

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En ese ciclo también se enamoró de la idea de visualizar y proyectar la construcción de espacios, y ahora cursa el octavo ciclo para ser arquitecta.

Actualmente, su espíritu soñador continúa explorando otros proyectos de más murales para Quito y una megaobra escultórica, cuyos detalles se reserva en secreto, pero que se inaugurará a fines de año en el cantón Santa Lucía (Guayas).

Luego de graduarse como arquitecta, su aspiración es seguir capacitándose en el extranjero y continuar aportando con la constitución de más espacios públicos en Guayaquil y otras ciudades. Así, de esa manera, mezclará más sus dos pasiones de arte y construcción.

De su ciudad, ella augura que en la urbe se puedan estrechar más las avenidas para la inclusión de más espacios peatonales, mayor vegetación que provea sombra que regule la temperatura de la urbe y, además, concretar realmente el concepto del transporte público, con mejoras de calidad en el servicio.

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Para ello, se muestra presta a ayudar en lo que pueda. “Continuar pensando en ciudad, hacer grupos de personas, que los intelectuales de Guayaquil empiecen a trabajar activamente en propuestas de ciudad para ir pensando la ciudad que queremos, que todos quieren. El trabajo es colectivo”, dice.

Sobre el proyecto

Bajo un incesante sol, la tarde del 27 de julio, obreros continúan en la instalación de adoquines en un área en construcción de la plaza del Bicentenario, mientras Bastidas recuerda que en septiembre del 2019 se concretó la puesta en marcha, luego de presentar un proyecto y recibir el aval de las autoridades municipales.

Hubo una primera fecha de entrega: en las fiestas de octubre del 2020, pero se tuvo una pausa por la situación sanitaria del COVID-19, y ahora se tiene como fecha tope de entrega a la ciudad el 26 de septiembre, con miras a inaugurarla en las próximas fiestas de Guayaquil.

Se inauguró un conjunto escultórico en honor a las víctimas de COVID-19 en Guayaquil

Este importante trabajo se dividió en tres fases: de estudios históricos, en los que participaron importantes personalidades, entre esas Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa de Turismo local, y la elaboración de maquetas; luego, siguió con una serie de pasos en elaboración de las piezas en tamaño real, con el apoyo de un equipo de colaboradores; y, posteriormente, la instalación de las figuras.

“Es un diálogo con la historia, como el pueblo de Guayaquil. Hoy es el único que enaltecemos a 18 metros; todos los demás, nuestros próceres, están a la altura de nuestra mirada, porque nos recuerdan que también somos capaces y que tenemos que seguir construyendo la ciudad. Luego, el pueblo de hoy, los que vemos todos los días, el proyecto decide ensalzarlos, levantarlos, elevarlos, y poner en la cúpula a la niña y niño, que son los que también miran al futuro, sobre la Columna de la Independencia, recordando la historia, cargando la bandera, que a la vez los envuelve”, dice la guayaquileña.

Plaza del Bicentenario verá la luz a inicios del 2022 tras la firma hoy del contrato; espacio albergará el monumento al bicentenario de Guayaquil

Segundo grupo de personajes que se integran a proyecto del bicentenario. En esta parte están hombres y mujeres protagonistas en la gesta libertaria de 1820 y quienes mantuvieron ese espíritu de libertad 100 años después. Foto: El Universo

En una primera etapa del conjunto escultórico están dos grupos, integrados por cuatro figuras cada uno. Ellos representan a personajes, entre hombres y mujeres, que destacaron el 9 de octubre de 1820.

Al pie de la av. Olmedo y Malecón están María Paula Eufemia Llaguno y Lavayen, Ana María Juana Garaycoa de Villamil, Manuela Garaycoa de Calderón, Baltazara Calderón de Rocafuerte, José de Antepara, José de Villamil y Joly, Rafael de la Cruz y Ximena y Francisco Roca.

Avanzando unos metros por la plaza, se avizora una calle de honor del pueblo de Guayaquil, compuesta por doce personajes de 1820 y de 1920, que acompañaron en la independencia y quienes un centenio después siguen conmemorando la historia y siguieron en la construcción de la ciudad en diversos ámbitos, explica.

Se exponen, en un costado, León Febres Cordero y Oberto, Mercedes Decimavilla, Isabel Morlás, Diego Noboa y Arteta, Rosa Campuzano, Francisco Lavayen; y, de frente, Medardo Ángel Silva, Amarilis Fuentes, Alfredo Baquerizo Moreno, Aurelia Palmieri, Camilo Destruge y Rosa Borja de Icaza.

Por delante de estos dos grupos se levanta un monumento a la bandera que resulta imponente, con 18 metros de altura, cuya base será una réplica del capitel de la Columna de los Próceres. Esta estructura tiene como protagonistas a personajes del pueblo que se apoyan mutuamente para sostenerse, subir y cargar en lo más alto a un niño y una niña, quienes finalmente portarán un asta de cinco metros de la cual se despliega una bandera celeste y blanco para envolver al pueblo, explica Bastidas.

Un monumento de 18 metros representa el "Monumento a la bandera de Guayaquil independiente", que pone el protagonismo en el pueblo para continuar con ese legado de libertad y camino al futuro. Foto: El Universo

En general, el proyecto ya marcha en un 98 %. Mientras, la joven artista espera completar algunos detalles que le quedan aún a la obra. Entre esos pendientes están la instalación de la bandera, aspectos decorativos de la columna con mármol y una cascada.

La meta es dejar listo el trabajo de los conjuntos escultóricos el 26 de septiembre. Se espera la inauguración del proyecto el 9 de octubre próximo.

Estas obras se complementan con la Llama Eterna de la Libertad, que será colocada en un holograma en los exteriores del monumento a José Joaquín de Olmedo. (I)