Guayaquil colocó escudos en diferentes frentes de la ciudad para blindarse ante posibles disturbios que se pudieran generar en el marco de las movilizaciones convocadas, desde el 13 de junio a escala nacional, por la dirigencia indígena.

Uno de ellos, y el más palpable, fue la instalación de volquetas con cascajo y camionetas municipales en accesos a la ciudad como el viaducto antes del puente de la Unidad Nacional, que conduce a Samborondón, asimismo en el puente Nato en la vía a Daule, nuevo puente de Samborondón, nuevo puente a La Aurora y viaducto Rocafuerte.

En esos sitios, desde la noche del 15 de junio hasta este jueves 30, pernoctó personal junto a los vehículos de la dirección de Obras Públicas y de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM).

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La alcaldesa Cynthia Viteri, en su momento, explicó que lo que se ejecutó en estos accesos era parte de un plan de defensa de la ciudad que tenía cinco fases y que buscaba evitar desmanes.

Este Diario consultó al Municipio cuánto fue el presupuesto que se destinó para la ejecución de este tipo de acciones, pero no se precisaron cifras. Se detalló que fue un plan de defensa de la ciudad con los recursos disponibles.

“Los dispositivos de seguridad se han organizado con personal municipal, empresa privada y voluntarios, por lo que no hubo una erogación de fondos para estas tareas”, indicó el Municipio.

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De hecho, se detalló que el tener paralizadas las volquetas no afectó la ejecución de obra pública en la ciudad ya que 42 obras siguieron su curso. Pero allí hubo volquetas, patrulleros y personal que estaba asignado y que en estos días esperaba en los habitáculos de los carros.

El 20 de junio, el Municipio de Guayaquil amaneció cercado con vallas ante el anuncio de posibles manifestaciones. Foto: Jorge Guzmán/El Universo  Foto: El Universo

Desde la Corporación para la Seguridad Ciudadana (CSCG) se explicó que, ante las protestas en contra del Gobierno nacional, se activó el Puesto de Mando Unificado (PMU) de la Mesa de Seguridad Cantonal. Esta instancia permaneció activa en las instalaciones de la Corporación presidida por Viteri y por Gustavo Zúñiga, presidente de la CSCG.

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Allí también participaron representantes de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y funcionarios de todas las direcciones municipales.

Desde ese espacio se monitoreó la ciudad y se siguió el desarrollo de los eventos. En Guayaquil, durante los 18 días que duró el paro, se registraron diferentes marchas por parte de diferentes organizaciones políticas, sociales y confederaciones indígenas. Incluso, aquellas que estaban enfocadas en buscar la paz en medio de las movilizaciones que tuvieron sus agravantes en ciudades de la Sierra.

Alcaldesa de Guayaquil anuncia que se enviará a guardias privados a proteger subestaciones eléctricas frente a amenaza

Ante la “amenaza de dejar sin electricidad a la ciudad”, por los ataques a la subestación de Tisaleo (Tungurahua) que transporta la energía desde la central Coca Codo Sinclair hasta la subestación Chorrillos (en Guayaquil) para la zona sur del país, Viteri colocó seguridad privada en las subestaciones eléctricas cercanas a la ciudad.

Sobre este tema, el Municipio indicó que esta fue una colaboración de la empresa privada (Compañía Máxima Seguridad) que se logró gracias al trabajo coordinado entre la Alcaldía y autoridades del Gobierno central. La guardianía se inició el 24 de junio y estaba previsto que se mantenga hasta que la situación vuelva a la normalidad en el país.

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Las inmediaciones del Palacio Municipal también fueron resguardadas durante el desarrollo de las movilizaciones. La tarde de este jueves 30, se procedió a retirar las vallas ubicadas en los alrededores. (I)