Luis Velasteguí y sus familiares vivieron un susto el viernes anterior, cuando circulaban en un vehículo por la avenida Cayetano Tarruel, en el tramo que va de norte a sur. Al avanzar por un carril de hormigón se toparon con el fin de la vía, puesto que metros adelante solo era tierra y existía un desnivel de varios centímetros.

En primera instancia, el hombre intentó pasar del tramo de hormigón a tierra, pero tuvo una caída, el carro quedó parcialmente encunetado y debió recurrir al apoyo de un transeúnte.

Incluso un equipo de este Diario lo ayudó guiándolo y colocando varias piedras en el camino para que él pueda volver a la calzada de hormigón.

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Esa situación se dio en un tramo que se encuentra entre las calles Los Esteros y Puyo, en una zona donde se ejecutan obras de reconstrucción, pero aún están inconclusas y, según moradores, a diario ocurre este tipo de percances.

“Catastrófico pasar esta aventura, todo se daña del carro porque están a medias las obras, estamos en temporada de invierno y queremos que nos mejoren las calles”, expresó Velasteguí.

Él sostuvo que la pronta culminación de la obra es importante al tratarse de una vía de conexión para dirigirse hacia la zona sur, donde se ubican varios colegios, almacenes y entidades bancarias.

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El viernes anterior, en la avenida Cayetano Tarruel entre Los Esteros y Puyo, se observaba el carril izquierdo de los dos disponibles en sentido norte a sur que ya tenía el hormigón nuevo.

Esa parte incluso era usada por autos estacionados. Sin embargo, en el carril derecho de la misma dirección había un largo tramo de tierra, sin la calzada antigua, ni la nueva. Algunos carros se metían por esa parte para llegar a locales comerciales.

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Allí, los vecinos esperan la aceleración de trabajos de reconstrucción del tramo de la vía.

En una esquina, antes de llegar a la calle Puyo, además se evidenciaba un hundimiento con acumulación de agua empozada que debe ser sorteado con complicaciones por los autos livianos y buses.

Algunos conductores preferían dar marcha atrás y meterse por la calle 50B y salir a los sectores del sur, a través de vías alternas.

Milton, un comerciante de la zona, indicó que semanas atrás se dejaron volantes para indicar que la obra de reconstrucción de la vía, en sentido norte a sur, se iniciaría en diciembre y culminaría en las primeras semanas de este año.

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“Todo el negocio nos afecta, la semana pasada dijeron que iban a venir y este jueves (16 de marzo) que iban a venir, pero hasta ahora llegan nada, ya tiene más de un mes y medio que no avanza”, contó el hombre.

El comerciante mencionó que la falta de espacio para estacionar los automóviles por la disminución de carriles ha afectado la llegada de clientes en el 50 %.

“Rogamos que pronto se termine esto y se solucione”, remarcó el hombre. Asimismo, los vecinos tienen que hacer diversas maniobras para llegar o salir a sus predios.

En caso de presentarse lluvias hay carros que avanzan por la vía que se encuentra semiconstruida (carril izquierdo de norte a sur) y no se percatan de que llega a un tope y sigue un desnivel para cruzar al tramo que continúa con tierra.

Allí los vehículos terminan encunetados, contaron vecinos.

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Por otra parte, los moradores y choferes que transitan por la zona, como Luis Velasteguí, pidieron que se agiliten las labores puesto que los dos carriles que antes eran solo de norte a sur ahora se los utiliza en doble vía y existen congestionamientos vehiculares y accidentes de tránsito.

En días pasados, en una noche, un taxi con otro vehículo colisionaron de frente por el tramo que está habilitado en doble vía, ya que uno de los dos pensaba que la vía era unidireccional, contó el comeciante Milton.

Avanzando en dirección al sur por la avenida Cayetano Tarruel hay otros tramos que se mantienen abiertos con tierra y piedras, incluso agua estancada cuando se presentan lluvias.

En esos puntos, los carros pasan a marcha lenta para tratar de evitar mayores daños en la parte mecánica.

Por estos problemas, los vecinos también pidieron que se pongan agentes de tránsito en el sector para que oriente a los choferes de autos y buses, puesto que en los tramos inconclusos no hay señalética que advierta sobre las labores o disposiciones de los sentidos de la vía. (I)