En cantones aledaños a Guayaquil, alumnos retoman sus actividades presenciales en las aulas de manera progresiva con la previa autorización de los padres de familia.

A diferencia del puerto principal, que se mantiene con medidas opuestas entre autoridades locales y gubernamentales, los estudiantes de Samborondón, Durán y Daule desde esta semana acuden a los salones bajo el cumplimiento de protocolos dictaminados por las autoridades educativas, que a su vez aprueba por cada plantel el Plan Interinstitucional de Continuidad Educativa (PICE).

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A nivel nacional, el Ministerio del ramo registra que el 76 % de las instituciones educativas cuentan con el Plan Interinstitucional de Continuidad Educativa (PICE), aprobado hasta el 20 de enero de este mes. Es decir, se contabilizan 12.303 planes avalados, de los cuales 11.916 instituciones educativas se encuentran en clases semipresenciales y presenciales.

El martes anterior, la ministra de Educación, María Brown, dijo que en el caso de Guayaquil hay 737 instituciones que cuentan con el PICE; estos planteles involucran a 112.531 estudiantes que mostraron su decisión de volver a las aulas. Solo en la coordinación zonal 8, que además de Guayaquil la integran Samborondón y Durán, hay 1.585 instituciones, de la cuales un total de 809 (509 fiscales) tienen el visto bueno del PICE.

No obstante, en el caso de Guayaquil se han emitido medidas desde el COE local para prohibir las clases presenciales hasta el fin del año lectivo, como medida preventiva ante el incremento de casos de COVID-19, hospitalizaciones y muertes.

Esta medida se contrapone con lo dispuesto por el COE nacional, que avaló el retorno progresivo y voluntario de los planteles educativos con PICE aprobado.

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Sobre el regreso a las aulas, educadores resaltan que la continuidad educativa presencial es positiva, como Martha Córdova, principal de la Federación de Establecimientos Educativos Particulares Laicos del Guayas (Fedepal), que agrupa a planteles de Guayaquil, Durán y Samborondón.

Autoridades de la Subsecretaria visitaron Escuela de Educación Básica Elías Yúnez Simon en Samborondón. Foto: Cortesía Ministerio

La académica consideró importante que el retorno cuente de manera primordial con el aval de los padres de familia y agregó que en la modalidad virtual en algunos estudiantes se evidencian problemas de aprendizaje y emocionales al haber permanecido durante casi dos años en sus hogares.

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Estimó que algunos han perdido parte de la interacción social con sus similares y docentes, además de tener problemas de violencia en sus hogares. Por ello, señaló que hay una serie de aspectos resaltables para el retorno voluntario con el aval de cada uno de los padres de familia.

Si ellos siguen encerrados no sabemos qué carga emocional tengan nuestros jóvenes y cómo la estén manejando, son cosas que nos preocupan, que tal vez no se lo ve desde un escritorio pero nuestra convivencia diaria nos permite visualizar cosas que antes no se veían”, dijo la académica.

Inés Cobo, rectora del plantel educativo Crear, ubicado en La Puntilla, mencionó como primordial el retorno de los estudiantes a las clases presenciales. “El modelo educativo nuestro que se llama Neuro Learning contempla esta educación personalizada, enriquecedora, cercana, que lo hemos manejado virtualmente por la contingencia de la pandemia, pero que definitivamente es mucho más eficiente en modalidad presencial”, sostuvo.

Como Córdova, la rectora del Crear manifestó que la presencialidad brinda varios aspectos positivos como un aporte emocional y social para los estudiantes, el aprendizaje es mucho más significativo en modalidad presencial y el entrenamiento constante que reciben los jóvenes en técnicas de bioseguridad para enfrentar la situación sanitaria.

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Se pueden emplear técnicas en la virtualidad, pero nada reemplaza el contacto social cercano, el hecho de tener un profesor siempre disponible, de saber que está ahí, de compartir con los compañeros, de hacer trabajos colaborativos”, comentó.

Hasta diciembre pasado, el 85 % del alumnado asistía de manera voluntaria a recibir clases presenciales.

A partir de esta semana, el 50 % de estudiantes asisten de manera voluntaria con el cumplimiento de estrictas medidas sanitarias como el uso de mascarillas quirúrgicas de tres capas o KN95, distanciamiento físico, señalética de espacios seguros y ventilación cruzada en las aulas.

A su ingreso se desinfectan las manos, toman la temperatura, verifican el correcto uso de protectores de rostro y se dan recreos alternados para que solo estén en contacto con sus compañeros.

El porcentaje de concurrencia a las aulas se prevé aumentar con el paso de los días. De igual manera, se mantendrá la educación virtual para el 15 % a 20 % de quienes opten por seguir en esa modalidad.

El cumplimiento de protocolos sanitarios desde junio del año pasado ha motivado que no se registren contagios comunitarios dentro de las aulas de ese plantel, resalta la rectora. “Si bien en sus casas se han contagiado cuatro niños, aquí esos niños no han contagiado a nadie. Lo cual es un indicador de que las medidas de bioseguridad, el seguimiento que hacemos y el compromiso de las familias funciona”, dijo, y añadió que cuando se conocen estas alertas se aísla preventivamente a los compañeros de aula hasta detectar a más afectados.

El pasado lunes 24, cuando empezó el regreso voluntario a la presencialidad, según Andrés Chiriboga, viceministro de Gestión Educativa del Ministerio de Educación, si se detecta un caso de coronavirus, se activa una burbuja, es decir, todos los estudiantes que han estado en contacto con ese docente o con ese estudiante, que ha sido víctima de ese contagio, son aislados.

Se realizan pruebas rápidas y a ese grupo, durante un tiempo prudencial, depende de la época, actualmente es una semana, se lo aísla. Luego pueden regresar, aclaró.

Chiriboga estimó que no superan los 800 alumnos reportados como contagiados desde el 2020, de más de 1 millón de estudiantes que han regresado a las aulas.

En Daule, otro cantón cercano al Puerto Principal, el plantel educativo Thomas More también retomó la presencialidad con el 50 % de aforo y en días alternados, según su rectora, Ericka Lainez. Ahí, al igual que otras instituciones, en caso de detectarse un caso sospechoso se realiza el respectivo aislamiento preventivo.

Los planteles consultados, tanto de Guayaquil como localidades vecinas, sostienen controles de bioseguridad y comunicación constante con los representantes de familia para el monitoreo de la salud de los estudiantes y su círculo cercano y mantener la educación virtual hasta descartar o confirmar un posible contagio.

Respecto a las discrepancias suscitadas en Guayaquil, ayer, el presidente Guillermo Lasso refirió que el Gobierno nacional respeta y hará respetar la decisión de los padres de familia de enviar a sus estudiantes a clases presenciales o mantenerlos bajo la modalidad virtual, y que se han volcado esfuerzos para que las aulas sean sitios más seguros.

“Los estudiantes deben regresar a las escuelas y colegios para seguir fortaleciendo su desarrollo académico y socioemocional, cumpliendo con las medidas de bioseguridad. También, los padres y madres podrán trabajar con tranquilidad sabiendo que sus hijos están seguros”, dijo Lasso.

Por su parte, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, refirió que las acciones judiciales interpuestas por el Ministerio de Educación serán respondidas legalmente. “No voy a enfrentarme políticamente con nadie porque en el medio están nuestros niños”, sostuvo.

Continúan clausuras en Guayaquil

Aunque el Ministerio de Educación anunció acciones legales para retomar la presencialidad en las aulas de clases de planteles de Guayaquil, el Cabildo local continuó con los controles este miércoles 26. Ayer, un plantel educativo de Chongón y otro del Guasmo fueron clausurado. En total, ya van nueve instituciones con esa medida.

La Unidad Educativa Balandra Cruz del Sur, uno de los planteles clausurados, continuó con sus actividades presenciales con la concurrencia de un grupo de alumnos con autorización de sus padres. Los representantes de familia mostraron su apoyo a que sus hijos sigan sus actividades académicas en las aulas. Directivos indicaron que seguían las disposiciones del Ministerio de Educación que recibió el aval del Ministerio de Salud y COE nacional.

Mientras tanto, en otros planteles, padres de familia colaboran con la adecuación y limpieza de espacios. Por ejemplo, en la Unidad Educativa Nelson Estupiñán de la cuarta etapa de El Recreo en Durán ayer hubo una minga. Ese plantel quedó anegado con las lluvias recientes. (I)