Para reactivar el turismo en la isla Santay, unos 40 ciclistas de dos agrupaciones locales realizaron un recorrido la mañana de este domingo, 13 de marzo.

Salieron a las 08:00 de las escalinatas de Las Peñas y llegaron hasta el puente que une Guayaquil con la isla y que se reabrió hace dos meses tras sufrir daños al ser impactado nuevamente por una embarcación.

Ahí empezó la aventura para llegar a Santay y redescubrir sus senderos.

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“Queremos avisar a la gente que el puente está abierto desde hace más de dos meses. Que vengan, que lo usen y así ayudamos a reactivar a la comunidad que ha estado dos años sin ingresos por la pandemia”, dijo Fanny Condo, directora zonal 8 del Ministerio de Turismo.

Ella también realizó el recorrido junto con los deportistas y explicó que en bicicleta se puede llegar hasta la ecoaldea en unos 30 minutos máximo, aunque también se lo puede hacer en lanchas o caminando.

En los bajos del reinaugurado puente se puede alquilar una bicicleta por $ 4 las tres horas, tiempo suficiente para visitar el sector, ver las especies, comer, tomarse fotos y aprender más sobre ecología.

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Al menos 40 ciclistas de varias asociaciones avanzaron a la isla Santay este domingo para reactivar el turismo en esta zona, que durante dos años no ha tenido ingresos por visitantes. Foto Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

En la ecoaldea hay un comedor, donde se ofrecen platos típicos, y un patio de comidas, donde se pueden comprar snacks, empanadas, tortillas y más.

También está la posibilidad de pasar la noche en la isla, pues hay tres cabañas que se pueden alquilar. Cuesta $ 30 por persona e incluye el transporte, la alimentación y la guía de un experto.

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Quienes viven en la isla cuentan que los últimos años han sido complejos, sin ingresos por el turismo, pero están agradecidos porque el virus del COVID-19 no dejó víctimas en esta zona ecológica.

El comunero Benito Parrales, quien era el criador de cocodrilos de la isla, contó que durante el confinamiento no tenían recursos ni para dar de comer a los cocodrilos que viven en cautiverio y que el Municipio de Guayaquil asumió esa tarea.

En la zona de la cocodrilera los turistas tomaron fotos y aprendieron más sobre esta especie que puede llegar a vivir hasta 120 años en su hábitat natural y 50 años en cautiverio. Foto Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

Estos animales en cautiverio pueden vivir hasta 50 años, pero los que recorren el golfo de Guayaquil viven hasta 120 años, explicó Parrales, un experto en atrapar a estos reptiles.

En la isla Santay actualmente hay 56 casas en la ecoaldea, construidas años atrás. Habitan ahí 315 personas, entre adultos y niños.

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Sin embargo, la ruta de Durán a Santay no se encuentra habilitada actualmente.

Los delincuentes han llegado en lanchas desde hace más de un año y poco a poco se han robado el aluminio y todo el material que forma las camineras; ahí han desvalijado ese tramo de la ruta, contó la directora de Turismo.

Los comuneros esperan que el Municipio de Durán y el Ministerio de Ambiente pronto intervengan para realizar las mejoras que se necesiten en esa parte de la isla, pues desde ese cantón vecino también llegaba a Santay un flujo importante de visitantes, aunque la ruta es mucho más larga.

Los ciclistas que recorrieron el sendero de Guayaquil a la ecoaldea comentaron que habían zonas en las que las placas del sendero estaban un poco levantadas o estaban partidas, lo que impedía avanzar más rápido. La caminera fue construida con láminas de WPC, una especie de maderas plásticas.

Pese a esto, consideran que en la isla se puede disfrutar un paseo diferente y están dispuesto a regresar al menos una vez al mes para incentivar a otras agrupaciones de deportistas a volver a Santay. (I)