Robos, tala de manglares y su contaminación por las aguas residuales de camaroneras son algunas de las amenazas que enfrentan los capturadores de cangrejos a la hora de laborar y recoger el crustáceo en diversas zonas del golfo de Guayaquil. La inseguridad es una amenaza de todos los días al no tener protección por parte de las autoridades, según ellos.

Los cangrejeros festejaron este lunes 9 su día en Guayaquil. Lo hicieron con un evento realizado en la explanada del MAAC, en la cabecera norte del Malecón Simón Bolívar, donde hablaron de la importancia de su labor, de las amenazas a su fuente de trabajo y de otros problemas; pero asimismo destacaron la trascendencia del crustáceo como parte de la tradición culinaria de Guayaquil y el país.

Directivos de las diversas asociaciones de cangrejeros exigen que los resguarden cuando desarrollan sus capturas al trabajar, porque los ladrones los asaltan con sus cangrejos, los golpean e incluso los matan. “Decenas de colegas han confrontado esta situación y relatado sus testimonios a otros para alertar a la comunidad de cangrejeros del sector al que pertenecen”, refiere uno de ellos.

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Jaime Intriago, dirigente de la Asociación 24 de Mayo de la isla Puná, comenta que los robos son continuos a quienes laboran en esta actividad. “Nuestros crustáceos, que los sacamos con esfuerzo, son robados descaradamente; por eso yo y las demás asociaciones exigimos a las autoridades que nos ubiquen con seguridad”, señala Intriago.

La preocupación que más los atormenta es la tala de los manglares en diversas áreas del golfo de Guayaquil por parte de las camaroneras, ya que es el hábitat y centro de producción de los cangrejos, y sin estos mangles no habría capturas. Por ello ruegan a las autoridades que detengan todas las amenazas que perjudican al sector y que podrían causar la eliminación definitiva del crustáceo.

Argumentan que oficios tras oficios enviados al Ministerio de Ambiente son archivados año tras año. “Los cangrejeros no somos tomados en cuenta”, dicen. “Necesitamos que nos resguarden en nuestro trabajo”, insiste Carpio.

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Además, los delincuentes se roban las lanchas donde trasladan toda su mercadería y luego no tienen los recursos para trabajar, y se endeudan con otra embarcación para laborar.

Los dirigentes señalan que en años anteriores los cangrejeros se sentían protegidos por los marinos y las Fuerzas Armadas que los resguardaban de los piratas. Ahora se sienten desprotegidos, porque no hay ningún elemento que los cuide en su labor.

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“No hay controles de las autoridades. Cuando queremos que nos resguarden, los marinos nos dicen que se les acabó el combustible y que ya no hay para los otros barcos”, enfatiza Víctor Pacheco, presidente de la Red de Cangrejeros de Naranjal.

El viceministro del Ambiente, Andrés Oriens, explica que junto con las otras autoridades están realizando un esfuerzo por el sector productivo y priorizando las metas que tienen para la seguridad de los cangrejeros.

Enfatiza que los comerciantes de cangrejos aportan a la economía y que esta labor debe ser reconocida.

Los 8 y 9 de agosto en todas las comunidades pesqueras y varias organizaciones celebraron con algarabía el Día del Cangrejo Ecuatoriano, así en el malecón de Guayaquil como en otros sectores.

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Actualmente, la captura de cangrejos está mermada y ya en sus últimos días, dado que el 15 de agosto estarán de veda y no se podrán capturar ni comercializar cangrejos. La opción es capturar peces, mientras que los comerciantes venderán otros mariscos, como conchas, calamares, camarones. Esto hasta el 15 de septiembre, en que finalizará la veda. (I)