Francisco Chang, Romina Schwager y Víctor Martínez son tres estudiantes ecuatorianos que culminaron sus estudios colegiales en medio de la pandemia.

Los tres decidieron apuntar a Canadá para continuar sus vidas universitarias. Entre las razones que barajaron para poder optar por ese destino están las oportunidades académicas y laborales que tienen en esa nación del norte.

Estos tres jóvenes cuentan sus experiencias de iniciar una vida universitaria en otro país y la adaptación a una nueva cultura.

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El guayaquileño Francisco Chang estudia en Canadá. Cortesía

Francisco Chang: Yo quería estudiar fuera del país y cuando se dio la oportunidad no lo pensé dos veces.

Cuando Francisco Chang inició su vida universitaria en Canadá llegó en la época de invierno, con temperaturas que variaban entre 0° y -11°, un escenario distinto a la calurosa Guayaquil, ciudad en la que residía.

Francisco, de 20 años, decidió ir a estudiar a ese país una carrera ligada a la economía. Dio ese paso cuando se abrieron las puertas para poder iniciar una vida universitaria en el exterior.

Al inicio llegó a vivir en el campus universitario, pero meses después se trasladó a residir con otros compañeros en una casa.

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Dejar el país no fue una tarea complicada porque contaba con el respaldo de su familia. “No sentí tristeza porque sabía que mi familia y mis amigos me apoyaban en mi decisión. Yo quería estudiar fuera del país y cuando se dio la oportunidad no lo pensé dos veces”, dice.

La parte académica para el joven estudiante no fue una complicación, más bien le pareció una carga normal, pues era similar al sistema que tuvo en su época colegial. “El sistema educativo no me pareció tan distinto al que manejaba en el colegio. La exigencia, los tiempos para entrega de tareas y la carga de tareas eran muy similares a los del bachillerato”, comenta.

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La parte social de estar viviendo en un país con una cultura diferente puede resultar complejo para un nuevo estudiante, pero en la experiencia de Francisco fue un aprendizaje positivo. “No diría que me costó acoplarme a la cultura. El campus tiene estudiantes de diferentes partes del mundo y eso es bueno porque aprendes cosas todos los días con la gente que conoces alrededor de la universidad”, refiere.

Ya después de seis meses de estar en Canadá, Francisco cuenta que se siente acoplado en su nuevo estilo de vida como estudiante internacional. “Creo que fue la mejor decisión que pude haber tomado. Amo a mi país, soy ecuatoriano y estoy orgulloso de ello. Pero poder tener esta oportunidad de estudiar en el extranjero es inexplicable. La cantidad de personas que conoces, el conocimiento que llegas a tener por los propios estudios y por las conexiones”, cuenta.

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Romina Schwager comenzó su carrera universitaria 'online', pero luego se trasladó a Canadá.

Romina Schwager: Todas las experiencias positivas y negativas te ayudan a madurar

La experiencia educativa internacional para Romina Schwager, de 20 años y estudiante de Negocios Internacionales, comenzó en septiembre del 2020 con una modalidad online por la pandemia del COVID-19.

Se inscribió en una universidad de Canadá. Y durante un tiempo, por la pandemia, tuvo un aprendizaje virtual, sin contacto, diferente a lo que inicialmente se imaginó. Ella obtuvo una beca parcial para estudiar en el extranjero.

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En el 2021, Romina inició su vida universitaria presencial en Canadá. Obtener mejores oportunidades de trabajo, abrir nuevos horizontes y desarrollar su carrera desde otra perspectiva más avanzada fueron motivos para decidir estudiar afuera.

Para ella fue triste dejar el país, pues significaba abandonar un estilo de vida con el que ya estaba acostumbrada.

“Dejas un estilo de vida, donde tenías a tu familia para ayudarte en todo. Ahora te das cuenta de que estás sola y tienes que hacer todo tú”, comenta.

La vida social de la joven estudiante en otra nación al principio fue diferente por los cambios de cultura que existen. “El saludo latinoamericano es con un beso, pero en Canadá es totalmente diferente, es un saludo simple, tan solo dices hola, sin abrazo y sin beso”, manifiesta.

La comida, que es tan variada y significativa en la cultura ecuatoriana, es algo que también extraña. “Extraño bastante la comida. El cebiche y el bolón. Son cosas pequeñas que uno extraña, pues toca adaptarse a otra modalidad de vida”, describe la joven universitaria

Ya concluido su segundo año de universidad, la joven está totalmente adaptada a su nueva rutina en otro país.

De estudiar en otro país destaca el hecho de explorar nuevas culturas y tener contacto con otros estudiantes. “Vivir en un distinto país es una experiencia enriquecedora. Es difícil estar lejos de tu país y de todo lo que conocías toda la vida, pero todas las experiencias positivas y negativas te ayudan a madurar y esforzarte más a ser una mejor persona, sostiene.

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El portovejense Víctor Martínez estudia Química en Canadá.

Víctor Martínez: Canadá es un país abierto y de oportunidades

Víctor Martínez es un portovejense de 20 años que inició su vida universitaria como estudiante de Química en una universidad de Canadá.

Su viaje comenzó con la emotiva despedida que tuvo con su familia. “La despedida fue bastante dura, despedirme de mis padres en el aeropuerto fue romper en llanto, porque sabía que no los vería por mucho tiempo”, recuerda.

La vida académica de Víctor dio un gran cambio al volver a entrar a un salón de clases. Víctor se graduó en época de pandemia, y el estar de nuevo en un salón de clases con otras personas y un idioma diferente fue un proceso que le tomó tiempo.

El joven universitario, que tiene una beca parcial, señala que Canadá tiene una sociedad abierta. De hecho, en la institución en la que estudia hay una consejera solo para la comunidad LGBT.

Comenta que se encuentra muy feliz con la decisión de estar estudiando en otro país. Ya después de seis meses de estar en Canadá se siente adaptado. “Es la mejor decisión que he tomado. No todo es color rosa. Estoy estudiando algo que me gusta, y por el verano estoy trabajando en algo relacionado con mi carrera”, asegura.

Martínez destaca la cultura de Canadá y las oportunidades que tiene ese país. “Fue difícil poder llegar, pero todo valió la pena”, cuenta. (I)