A pesar de estar prohibidas, las fiestas de concurrencia masiva son recurrentes en Guayaquil y en otras ciudades del país, situación que preocupa tanto a las autoridades como a médicos puesto que estos festejos implican el riesgo de propagación del coronavirus y de sus principales variantes que ya circulan en Ecuador como la alfa, gama y delta, que son más contagiosas que la original.

“Esas son las tres variantes principales por las que deberíamos tener cuidado. Aparte de eso hay más variantes en el Ecuador y aquí en el Guayas. Está la andina, está la variante de Nueva York y apareció en la última corrida una variante que le estamos llamando de Colombia, porque fue en donde apareció por primera vez y la OMS ha recomendado que la miremos con cuidado durante las próximas semanas”, comentó Fernando Espinoza Fuentes, director general de investigación de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES).

Él mencionó que en la lucha contra la pandemia del COVID-19 hay una corresponsabilidad entre la comunidad y las instancias gubernamentales, que no puede dejarse de lado, aun cuando el proceso de vacunación avance como hasta ahora.

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Durante el fin de semana diez actividades, entre fiestas clandestinas y eventos masivos, fueron suspendidas en varios sectores de Guayaquil.

Fiesta clandestina con más de 800 personas fue suspendida en el norte de Guayaquil

“La pandemia no ha terminado, seguimos en peligro con la pandemia, y las variantes del virus pueden causar estragos en la población y debemos esperar a tener una inmunidad comunitaria o de rebaño, que será alcanzada a fines de año para poder tener estas fiestas que lamentablemente los jóvenes están teniendo”, expresó Espinoza.

En ese contexto, sostuvo que entre las variantes que hay en el país la delta es el 60 % más contagiosa. “Debemos insistir en que las normas de bioseguridad deben ser respetadas por lo menos seis meses más”, comentó.

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Con esto coincide el epidemiólogo Johny Real, quien refirió que así la persona haya recibido las dos dosis de vacuna contra el coronavirus las normas de bioseguridad deben mantenerse, ya que la pandemia no se ha terminado y el riesgo de contagio es una constante.

Según el vacunómetro, hasta el domingo se habían aplicado 16′693.126 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19. De esa cifra, 9′963.626 corresponden a primera inoculación y 6′729. 500 a la segunda dosis.

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“Este tipo de reuniones sociales más lo que hacen es en un momento determinado una exposición, en esa exposición se hace una transmisión de forma mucho más directa, y a la final no sabemos cómo son las condiciones de cada una de las personas, cómo son las condiciones del virus circulante”, refirió el especialista.

En Urbanor 2, norte de la urbe porteña, se suspendió una fiesta clandestina en la que se encontraban más de 800 personas consumiendo bebidas alcohólicas, sin distanciamiento, entre otros incumplimientos de las medidas de bioseguridad dispuestas por la pandemia.

En cantones vecinos como Samborondón se clausuró un salón de eventos en el que estaban más de 300 personas. En Milagro se suspendió otra fiesta clandestina, mientras que en Naranjito se cerró una gallera.

Real consideró esta participación en actividades prohibidas como “falta de responsabilidad” que puede traer consecuencias impredecibles.

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“Por una irresponsabilidad de unos cuantos tiene que pagar toda una población. Con este tipo de virus, que son nuevos, que todavía no los conocemos, que son mutantes puedes tener condiciones que de un momento a otro puede venirnos una oleada diferente con una mutación que puede ser muy virulenta, con la capacidad de enfermarte gravemente y llevarte a la muerte y poner en riesgo nuevamente a un país que todavía está queriendo salir de esto. El compromiso y la responsabilidad como ciudadano es muy importante”, enfatizó el epidemiólogo.

Restricciones vigentes en Guayaquil

En Guayaquil al igual que en la provincia de El Oro rige, hasta el 27 de agosto, un estado de excepción declarado por el Gobierno nacional a raíz de presentarse los primeros casos de la variante delta.

La primera declaratoria fue expedida el pasado 14 de julio y terminó el miércoles 28 de julio, luego hubo una extensión que fenecerá a fines de este mes.

Quito continúa siendo escenario de indisciplina ciudadana y fiestas clandestinas en medio de la pandemia

El presidente de la República, Guillermo Lasso, envió a publicación un decreto tras acoger las resoluciones recomendadas el 12 de julio por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional sobre la limitación de libertad de reunión y tránsito e inviolabilidad de domicilios y establecimientos en las localidades de El Oro y en Guayaquil, en Guayas.

En el Puerto Principal, por ejemplo, se limitó el aforo al 50 % en espacios cerrados y al 75 % en oficinas de atención al público al aire libre.

El transporte público opera al 50 % de su capacidad. Hay libre circulación de vehículos privados sin restricción de placas.

Según el decreto ejecutivo, la Policía nacional, con apoyo de las Fuerzas Armadas, puede realizar controles en establecimientos y domicilios para precautelar el distanciamiento social y el cumplimiento de medidas de bioseguridad.

Ambas instituciones deberán colaborar en el mantenimiento del orden público y cumplimiento de las limitaciones dispuestas, además de facilitar la seguridad y logística del proceso de vacunación. (I)