Han pasado más de dos meses desde el ataque con explosivos que en la calle 8, en el barrio del Cristo del Consuelo, causó al menos cinco muertos y una veintena de heridos, y aún la reconstrucción de las viviendas afectadas no se concreta.

Tras el hecho, el ministro de Inclusión Económica y Social, Esteban Bernal, visitó la zona del desastre y anunció la entrega de bonos de hasta 8.000 dólares para reconstruir al menos una docena de viviendas que habían resultado destruidas por la fuerte explosión.

Pero los perjudicados siguen esperando esta ayuda, mientras tanto, piden posada en casa de familiares y amigos porque no tienen dónde vivir, cuentan ellos. Algunos dicen no haber recibido hasta el momento el apoyo económico.

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Hay sobrevivientes que perdieron parte de sus extremidades, como el caso de Joffre Arroyo Vernaza, de 31 años, cuya pierna izquierda resultó mutilada.

Su padre, Joffre Arroyo Medina, también tiene las piernas afectadas y está en silla de ruedas.

Dos hombres llegaron en moto y lanzaron un saco cerca de un comedor, al poco tiempo se produjo la explosión en sector del Cristo del Consuelo

Este hombre de 58 años ha permanecido en la casa de su hermana, al lado de su vivienda, porque su inmueble no es habitable y desde un colchón, que ha sido acomodado junto a la puerta, inspeccionaba este domingo la instalación del techo que, con su dinero, compró para poner en lo que queda de su casa, porque dice que ya pronto llega el invierno.

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En la casa de Joffre Arroyo Medina este domingo instalaron el techo, porque ya está por llegar el invierno. El hombre, que está en silla de ruedas tras la explosión, compró las planchas con su dinero. Foto Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

“Gasté 120 dólares en las planchas de zinc y 40 me están cobrando por la mano de obra. Yo estoy muy gastado porque todos los días tengo que tomar medicamentos”, menciona el hombre y explica que su esposa también fue afectada por la explosión.

Ellos vendían pollo frito con patacones en el portal y estaban atendiendo a los clientes cuando desde una moto lanzaron el saco con explosivos.

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Los moradores dicen que escucharon a tantos funcionarios hacer ofrecimientos y ahora se sienten burlados y abandonados.

Aparicio Arroyo Corozo, tío de Joffre, también perdió su casa. El hombre de 71 años llegó al Cristo del Consuelo hace 35 años con su hija de 3 años en brazos.

Aparicio Arroyo Corozo, de 71 años, también perdió su casa y espera el apoyo de las autoridades. Su hija y su yerno perdieron cada uno un ojo por las esquirlas. Foto Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

La hija de Aparicio Arroyo perdió el ojo izquierdo, mientras que el esposo de ella perdió el ojo derecho producto de las esquirlas que volaron en la explosión.

El adulto mayor está en casa de familiares, dice que a la zona del desastre llegaron funcionarios del actual Gobierno y del Municipio para prometer que los iban a ayudar, pero eso no se ha concretado.

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Luego, el Municipio dijo que esto es zona de riesgo y que nos van a reubicar, comenta el hombre, quien sostiene que sí está dispuesto a irse a otro sector, pues añade que hasta hace dos meses la calle 8 era terrible.

Así es la calle 8, sector del Cristo del Consuelo donde explosión de gran magnitud provocó cinco muertes

“Cuando cerraban las discotecas del centro esto era una locura viernes, sábado y domingo. La gente se venía para acá y no había seguridad. Los policías a veces ni se alcanzaban”, reseña el hombre mientras posa junto a su casa que quedó completamente destruida.

Otra afectada por la detonación fue Mónica Medina, de 58 años. Ella perdió a su única hija, Roxana Montaño Medina, de 37, y salió herida por las esquirlas.

Mónica Medina, de 58 años, perdió a su única hija en la explosión. Ella resultó herida y estuvo más de un mes hospitalizada. Ahora está en casa de unos amigos que la han acogido. Foto Carlos Barros - El Universo. Foto: El Universo

Tiene cicatrices en el rostro y pecho. La detonación la sorprendió mientras dormía en el segundo piso de la vivienda junto con su nieto. Al niño de 7 años hasta le cayó una pared encima.

Medina vive ahora en casa de unos amigos, refiere que se la pasa llorando y caminando por la calle porque no sabe qué hacer. Tras la muerte de su hija, el padre de su nieto se llevó al niño a vivir con él y ella se quedó sola.

La mujer recibió atención médica en el hospital Cisne 2 y luego en el hospital del Guasmo. Aunque se curaron sus heridas dice que nunca recibió tratamiento psicológico y admite que lo necesita.

Este domingo visitó la zona del desastre y no dejaba de llorar mientras veía su casa, pues su hija Roxana cayó desde el segundo piso y quedó sin vida en el portal de la vivienda.

El festival Calle 8 resiste se realizó este domingo en la zona del desastre. Hubo danza, música y los niños del barrio pintaron un mural. Foto: Cortesía

Este fin de semana en el Cristo del Consuelo se realizó un festival denominado Calle 8 resiste. En el encuentro hubo la presencia de algunas organizaciones sociales, los moradores contaron sus historias en lo alto de una tarima y hasta hubo espacio para bailes y danzas.

En el lugar incluso se pintó un mural con la ayuda de los niños del sector.

En la zona a raíz del atentado inédito en Guayaquil se instalaron carpas del Municipio y personal de instancias gubernamentales ha realizado varias inspecciones con la finalidad de proporcionar ayuda a los moradores afectados. (I)