Vanessa Solórzano después de salir de su trabajo debe cruzar la ciudad para recoger a su hija que está en una guardería. Ella es diseñadora en el campus de la Prosperina en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) y realiza esta rutina todos los días.

Ahora que su hija formará parte de los niños de entre 1 y 3 años que serán recibidos en el Centro de Desarrollo Infantil Baby Espol, en una primera fase, se siente más aliviada. “El solo hecho de que tu bebé esté a escasos metros de tu lugar de trabajo da una tranquilidad que no tiene precio”, dijo Solórzano.

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La necesidad de habilitar este espacio para los más pequeños nació de un estudio realizado por los principales impulsores del proyecto. Se recogió información y se detectó que existían, en parte de la comunidad universitaria, padres y madres de familia que requerían este tipo de servicio para no frenar su desempeño laboral y/o profesional.

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María de los Ángeles Rodríguez, directora de Bienestar Politécnico, indicó que en la universidad de 2.000 trabajadores entre personal administrativo y docentes, 205 tienen hijos entre 1 y 3 años. Es decir, el 10 % de ese segmento dentro de la Politécnica.

En ese sentido, la Espol tiene identificadas dentro de su universo de estudiantes y personal a aquellas personas que están en etapa gestacional, los niños menores a un año y mayores a esa edad. En el caso de los estudiantes existen 31 que tienen hijos hasta los 3 años.

Son cuatro las parvularias que estarán al pendiente de los niños que ingresarán al centro infantil. Foto: El Universo

Sergio Castillo, psicólogo de la Unidad de Bienestar Politécnico, explicó que al tener estudiada a toda la comunidad universitaria se pudo observar las necesidades, especialmente, en los años de niñez en los que se requiere especial atención para desarrollar habilidades motrices y cognitivas. “Después de los 3 años ya los niños ingresan a una etapa de escolarización”, detalló Castillo.

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El Centro de Desarrollo Infantil Baby Espol está ubicado detrás de la Facultad de Ciencias de la Vida, diagonal al Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE), y estará habilitado desde la segunda quincena.

El espacio cuenta con una infraestructura adaptada a la protección de los niños, como vidrios templados cubiertos por láminas de seguridad; sistema de detección de humo; área de enfermería; sala de lactancia; sala de uso múltiple; cocina sin tuberías ni tanques de gas y tres salas de cuidado infantil.

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Dos salas están enlazadas por un baño de uso múltiple para los niños de entre 2 y 3 años. Allí se han instalado cuatro inodoros pequeños y lavamanos a menos de un metro de altura para que estén al alcance de los infantes. Las salas contarán con túneles de gateo, piscinas con pelotas, juegos de texturas, mesas circulares y trapezoidales y un espacio para teatro de marionetas.

Cada sala está decorada con papel tapiz de figuras de animales, como jirafas, elefantes y leones en diferentes colores. Frente al centro, además, se habilitó un área verde que está cercada. Según explicó Rodríguez, en ese espacio se colocarán juegos lúdicos, para poder cubrir cualquier necesidad de los niños y para realizar actividades de cohesión familiar.

Los menores estarán bajo la supervisión de cuatro tutoras parvularias designadas para su cuidado y estimulación temprana y cognitiva, así como de personal de apoyo de la Unidad de Bienestar Politécnico.

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Rodríguez explicó que este tipo de proyectos se enmarcan en las políticas de acción afirmativa que impulsa el centro de estudios superiores. “Estas acciones a través de las cuales se garantiza el acceso a la educación superior en igualdad de condiciones son un gran apoyo para que no se vea mermado el seguir educándote o continuar en tu puesto de trabajo por la maternidad o paternidad”, dijo.

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Niza Lira, analista de calidad y acreditación de la Espol, indicó que también se recibirá a los estudiantes de la carrera de Párvulos de la Universidad Casa Grande para que realicen sus prácticas. Asimismo, los alumnos de la carrera de Nutrición de la Espol brindarán sugerencias a los padres de familia en temas de alimentación adecuada para los niños.

La meta a corto plazo es cumplir con el cupo de 36 infantes dentro del centro. De esta manera, cada parvularia estará encargada de nueve niños.

Los padres de familia podrán dejar a los niños de 07:30 a 16:30. Luz Valencia, otra de las personas beneficiarias del centro, dijo que el generar este tipo de espacio brinda tranquilidad a quienes mantienen una vida ajetreada dentro de la institución. “Tenemos la seguridad y nos da el sentido de pertenencia ya que nuestro trabajo, que es nuestro segundo hogar, tiene el espacio para recibir a los más pequeños”, puntualizó. (I)