Padres de familia anunciaron sentir temor de acudir a capacitaciones presenciales a las que fueron convocados para sacramentos religiosos en parroquias de Guayaquil ante el panorama de un aumento de casos de COVID-19 en Guayaquil.

Residentes del norte de la urbe explicaron que las capacitaciones han sido por las plataformas Zoom o Meet, sin embargo les llegó un comunicado en que las últimas deberán ser presenciales y esto generó temor por el riesgo de contagio.

Juan, residente del norte, explicó que el último curso para la primera comunión de su hija tenía que ser presencial y que personal de la parroquia les indicó que incluso habían colocado un líquido en aires acondicionados para desinfectar el ambiente, pero igual generó algo de temor.

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Monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, explicó que la situación sanitaria en el país se ha complicado por los repuntes de la pandemia del COVID-19 y que para las celebraciones permitidas, de acuerdo con el color del semáforo, se han acatado las disposiciones de bioseguridad indicadas por el COE nacional y el municipal, como el uso de la mascarilla, la distancia física y la desinfección de las manos, junto con la toma de la temperatura al ingreso y la ventilación del templo.

Con respecto a las catequesis y las reuniones con los grupos apostólicos, explicó que se siguen realizando a través de los medios digitales. “En tal virtud, aún no está autorizada la catequesis presencial, especialmente en los lugares de mayor riesgo. Ratificamos, una vez más, nuestro compromiso de velar por la salud y la vida de todas las personas, particularmente de las más vulnerables”, explicó Cabrera.

Al conocer sobre el tema, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, explicó que estos cursos, como cualquier otra capacitación, no podrán darse si exceden el número de personas en el aforo, como medida preventiva impuesta por el COE cantonal y nacional.

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Según el COE cantonal, el aforo permitido actualmente es del 30 %, con todos los controles respectivos, como uso de mascarilla, limpieza de manos, entre otros.

Ella agregó que revisarán este tema en los centros religiosos para que el COE cantonal determine medidas de prevención o ver la forma en que no exista riesgo de contagios en estos escenarios. (I)