Moradores de la onceava etapa de la ciudadela Alborada, en el norte de Guayaquil, solicitan al Municipio que se les entregue un predio abandonado para convertirlo en un parque.

El reclamo de los vecinos de las manzanas 5, 6, 10, 11 y 12 se centra en que este predio iba a ser entregado en comodato a la fundación Pan To Go durante 50 años por parte del cabildo porteño. El proyecto en el sitio era el de instalar un albergue para indigentes, según documentos de la Municipalidad.

En días pasados, funcionarios del cabildo explicaron que no se entregaría el predio a la fundación, luego del reclamo ciudadano. Los vecinos rechazaron la ubicación de esta casa de acogida, pues temían que al sitio vuelva la inseguridad.

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Luis Chica es presidente del Comité de Moradores de la onceava etapa de la Alborada. Manifestó que en la urbe porteña existen otros lugares en donde podría establecerse ese proyecto, como en Guasmos o la avenida Casuarina, noroeste.

El ciudadano indicó que son al menos 100 familias las que viven en zonas cercanas a ese predio, que hasta hace pocos meses estaba lleno de maleza.

Aníbal Burgos vive desde hace más de 35 años en ese sector. Explicó que al adquirir su vivienda le ofrecieron esa zona como área verde. El espacio tiene una extensión de 2.106 metros cuadrados, pero en esa época también comprendía un terreno contiguo, que años después fue dividido por la Municipalidad de Guayaquil.

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Lamentó que durante varias décadas este predio haya sido abandonado, sin posibilidad de rehabilitarlo para los vecinos.

En un espacio contiguo al solar abandonado se impone un parque que luce arreglado, con plantas, bancas y camineras. Chica explicó que luchó cinco años para que el cabildo realice arreglos. La obra fue entregada en el año 2018.

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“Esto era una letrina pública, me tomó cinco años en mandar oficios tras oficios, conseguir influencias para poder lograr la remodelación. Este asunto de los parques es un derecho que tenemos todos los guayaquileños. No hay que estar rogando, no hay que estar buscando influencias porque es un derecho que tenemos los que vivimos en esta ciudad y pagamos impuestos”, indicó.

Explicó que el sitio era guarida de drogadictos hasta que fue remodelado. Pero el problema se centra ahora en el predio abandonado, pues dijo que por las noches, personas ajenas a ese sector ingresan al lugar para consumir drogas.

Burgos indicó que se han enviado oficios al Municipio para que este predio abandonado pase a manos de la comunidad. “Ahora queremos rescatar el lugar de aquí, que nos concedan el área para máquinas geriátricas, huertos comunitarios y una casa comunal”, dijo.

Por la inseguridad que azotó al sector, hace algunos años se unieron para instalar un cerramiento eléctrico que controle el ingreso de vehículos y una cerca en una vía peatonal.

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A pocos metros de la manzana 12 están ubicadas discotecas, que antes de la pandemia de COVID-19 también les generaba inseguridad.

Chica contó que en ese espacio y a cualquier hora del día, personas se congregaban para libar y consumir drogas. Además de escándalos en la noche. Narró que incluso se apostaban mujeres que ejercían la prostitución en los exteriores de dichos centros de diversión.

“Pusimos una puerta para impedir que esas personas ingresen, para protegernos. Todavía se siguen reuniendo, todavía siguen los escándalos, en plena pandemia, esa casa (señaló un inmueble en la zona) se alquila para eventos sociales y hasta 03:00, 04:00, estamos cansados de llamar a la Policía, la Policía viene, les hace apagar los equipos, pero vuelven a encenderlos”, explicó Chica.

La tarde del pasado martes, dos jóvenes consumían drogas en los exteriores de una de las discotecas que no han podido abrir debido a la pandemia.

Los moradores pidieron mayor control policial en los alrededores de las cinco manzanas. (I)