El ambiente entre los monigoteros de la calle 6 de Marzo era de pesimismo, tristeza y frustración este martes 22. A partir del anuncio de la prohibición de quemar años viejos a nivel nacional, artesanos lamentaron las pérdidas que van a registrar.

Sobre esta calle céntrica actualmente existe control por parte de agentes metropolitanos y de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), desde Huancavilca hasta Portete, para evitar aglomeraciones.

Pero los artesanos expresan que las ventas han sido las más bajas en muchos años, debido a la pandemia de COVID-19.

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Charles Bonilla, presidente de la Asociación de Muñequeros de la 6 de Marzo, sostuvo que el ingreso económico que tenían planeado percibir los monigoteros este año es la estructura para el 2021.

“Fue catastrófica la noticia (prohibición de quemar monigotes), lloramos, estamos todos llenos de muñecos y tenemos deudas. Hemos buscado préstamos en agencias bancarias, muchos colegas se han endeudado con chulqueros, porque así trabajamos todos los años, y con lo que ganamos pagamos lo que se debe”, dijo.

Bonilla junto con otros representantes de gremios de artesanos proponen a la ciudadanía un método que remplaza a la quema de los años viejos.

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Esto, para que los usuarios continúen adquiriendo los monigotes, y los artesanos puedan obtener réditos económicos estas últimas dos semanas del año, fechas que son las más importantes para ellos.

“Podemos despedir el 2020 sin prenderle fuego al monigote, lo destruimos a punta de golpes, patadas, palos, como lo hacíamos antes de encenderlos. Queremos demostrar que sí podemos trabajar con las limitaciones que tenemos y también salvaguardando la integridad de los ciudadanos, utilizando un método que ya hemos usado”, explicó Bonilla.

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Pese a la medida, continúan expendiendo sus muñecos en la tradicional 6 de Marzo.

Contaminación por quema

Por su parte, Wilson Tenorio, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, afirmó que ve con ‘beneplácito’ la decisión del COE nacional y local de no permitir la quema de monigotes porque afectaría a las personas que tuvieron complicaciones respiratorias por el coronavirus COVID-19.

“La combustión desprende partículas de plomo y varias sustancias con las que se elaboran los monigotes. Al combustionar, van toneladas de gases tóxicos al medioambiente, exacerbando los problemas respiratorias en aquellas personas con secuelas del COVID-19”, señaló el médico. (I)

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