Mutilación de falanges, manos o brazos, afectaciones auditivas y de la visión... son parte de los daños que puede ocasionar el uso de explosivos. Cada año, con motivo de las festividades de Navidad y Año Nuevo, la fabricación y utilización de este material se vuelve frecuente y por ello las instancias de auxilio y respuesta llaman a la prevención de accidentes con campañas.

Según las estadísticas de 15 casas de salud de Guayaquil, entre el 31 de diciembre y el 1 de enero de 2020 hubo 68 heridos por manipular explosivos. De esa cifra, 58 fueron niños y 10 adultos.

En el hospital Francisco de Icaza Bustamante, del Ministerio de Salud Pública (MSP), se atendió a 21 pacientes, de los cuales 20 tenían entre 6 y 14 años; cinco de ellos fueron hospitalizados y el resto recibió atención ambulatoria.

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El más grave fue un adolescente de trece años que presentó vidrio incrustado en su mano por poner una camareta en una botella.

En otros centros de salud como el hospital Roberto Gilbert, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, hubo seis atendidos; en el hospital Los Ceibos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se registró igual número de pacientes asistidos.

Las heridas en algunos casos fueron causadas por camaretas y volcanes, pero no se reportaron amputaciones.

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El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil junto con el municipio porteño presentaron este lunes 14 una campaña de prevención para esta temporada, con la que se buscar crear conciencia entre la comunidad.

La campaña se reforzará en las zonas más vulnerables o críticas, ya que las estadísticas arrojan como resultado que el 80 % de los afectados proviene del sector urbano–rural de la ciudad.

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En esa misma línea, el hospital Roberto Gilbert también exhorta a la comunidad a vivir las festividades sin pirotecnia. “Ningún fuego artificial es inofensivo; todos pueden causar desde una quemadura leve a una quemadura grave que puede llevar a una amputación, pérdida de la audición o de la visión”, dice Ana Soria, jefa de la Unidad de Quemados.

La Ley de Defensa contra Incendios establece sanciones para quienes fabriquen juegos pirotécnicos y no cumplan la norma. En tanto, el artículo 361 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) sanciona con pena privativa de libertad de tres a cinco años a quienes fabriquen, comercialicen o adquieran explosivos sin la autorización correspondiente. (I)