De lunes a viernes van con sus mochilas al encuentro con profesores y con ánimo de aprender, pero no acuden a la escuela sino a una parroquia católica, donde una joven universitaria dirige las clases de apoyo para un grupo de 70 niños.

Ella es Katty Indio o Miss Katty como la llama su comunidad. Y coordina la asistencia pedagógica a favor de escolares cuyas familias afrontan inconvenientes para el acceso al internet o a dispositivos electrónicos, tan necesarios para seguir clases virtuales en esta época de pandemia donde no está permitido el estudio en la modalidad presencial.

Katty administra siete grupos de WhatsApp, donde los padres de sus 70 alumnos reenvían a su teléfono las pautas impartidas por profesores, que ella analiza junto con otras jóvenes para la posterior explicación a los niños, en sesiones que incluye el control de tareas, y ello demanda de la impresión de dibujos, formas, operaciones matemáticas y demás.

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"Las fichas pedagógicas tienen muchas figuras, muchos trabajos manuales, un montón de cosas que hay que hacer", justifica Katty con buen ánimo y evidenciando su predisposición en el reto asumido.

Con la mayoría de escolares utilizando mascarillas, las clases se desarrollan en cinco rincones del edificio sede de la parroquia Transfiguración del Señor, situada en la cooperativa Voluntad de Dios, en Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil, donde el Municipio alista el envío de 300 profesores con el propósito de salvar el año escolar de 6.000 niños.

El Ministerio de Educación dio el aval (el miércoles 30 de septiembre) para que se realice este proyecto educativo, que se iniciará el 15 de octubre, en el próximo quinquemestre.

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El cabildo también se encargaría de la provisión de mobiliario para los beneficiados.

La Dirección de la Mujer estará a cargo del proyecto. Cada tutor manejará un grupo de 22 niños a la semana.

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El cabildo también se encargaría de la provisión de mobiliario para los beneficiados.

En la parroquia que dirige el sacerdote José María Bautista, conocido como el padre Chicho, Katty coordina la Pastoral Juvenil. Fue en las clases de catecismo en las que los papás se mostraron preocupados por no atender de manera efectiva a sus hijos en los estudios.

"Los papitos de nuestra catequesis nos decían que no tenían internet, que no tenían un teléfono móvil para que les lleguen los deberes y que no querían que sus hijos perdieran el año, entonces el internet de la parroquia se los damos a los chicos", menciona.

La iniciativa que empezó a plasmarse en junio pasado favoreció inicialmente a diez niños, pero luego más padres solicitaron apoyo y progresivamente la cifra de escolares se cerró en 70.

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"Me siento muy feliz de ayudar a las personas, siento algo muy bonito, muy grande, porque con este pequeño grano de arena podemos ayudar a las familias", reflexiona Miss Katty.

Además de jóvenes habitantes de Monte Sinaí y de compañeras de la Facultad de Ingeniería Química de la U. de Guayaquil, la labor de Katty tuvo respaldo de una ciudadana que donó diez tabletas.

Las jornadas que empiezan a las 09:00 finalizan a las 13:00 con un almuerzo para todos los asistentes. Ahí otra moradora de Monte Sinaí presta ayuda preparando los alimentos.

En ese momento Katty también toma el mando para mantener el orden, y despide a sus alumnos a la vez que lava las vajillas.

A esa hora, la guayaquileña Gloria Baño y la jipijapense Gloria Ventura, entre otras mamás, van a recoger a sus niños, a quienes les preguntan cómo estuvo la clase e intercambian comentarios sobre su rendimiento escolar con la profesora, que estudia en las noches a través de sesiones virtuales.

La parroquia Transfiguración del Señor es beneficiaria de donaciones de víveres de parte de empresas, por lo que además de destinar insumos para el consumo de los escolares, también se los reparten entre la comunidad. (I)