El barrio Las Peñas es el más tradicional de Guayaquil. Antes de la pandemia del COVID-19 que azotó la ciudad desde marzo pasado era sitio fijo de turistas locales y extranjeros. Sus casas, que conservan el aspecto de inicios del siglo pasado y su diseño arquitectónica son atractivos de la zona.

Hace casi cuatro décadas el icónico barrio fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). Las Peñas tiene una extensión de 300 metros, atravesados por una única calle formada por piedras rectangulares, Numa Pompilio Llona, en honor al escritor guayaquileño que vivió en este sitio.

Una escultura de este ilustre personaje porteño reposa en el inicio de la calle, junto al Fortín de la Planchada, uno de los pocos vestigios de la época colonial en la ciudad. El nombre Las Peñas se deriva de las grandes piedras del cerro con el que se formó la explanada del barrio, actual calle Numa Pompilio Llona. Inicialmente era un asentamiento de pescadores.

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Fernando Mancero, de la Fundación Bienvenido Guayaquil, explicó que la primera vez que el barrio apareció en un mapa de la ciudad fue en 1770 realizado por el topógrafo español Francisco Requena. En 1787, en un croquis anónimo, el sitio fue denominado como la Planchada, con pocas casas.

“Luego aparece Las Peñas un poco más conformado, en 1858, en el mapa de Miguel Villavicencio, pero no tiene la construcción tan densa como la de ahora, porque para entonces era una quinta donde personas acaudaladas tenían segundas viviendas para ir a recibir la brisa del río. La construcción era espaciada”, dijo.

El barrio fue arrasado por las llamas en el gran incendio de octubre de 1896. Para inicios del siglo XX el sitio adoptó una nueva arquitectura de viviendas en las que se asentaron personas adineradas.

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En la década del 20, debido al boom cacaotero y el desarrollo económico de la ciudad, los propietarios de estas viviendas adaptaron sus diseños con modelos europeos.

Durante largo o corto tiempo, y en diferentes épocas, en Las Peñas vivieron los expresidentes Eloy Alfaro Delgado, Alfredo Baquerizo Moreno, Carlos Arroyo del Río, José Luis Tamayo, Juan de Dios Martínez Mera; el artista Manuel Rendón Seminario, el escritor Enrique Gil Gilbert, la educadora Rita Lecumberri, el creador de la letra del Himno Nacional Antonio Neumane, el político argentino Ernesto Che Guevara, quien incluso ofreció consultas médicas durante su estadía.

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El escritor estadounidense Ernest Hemingway y el poeta chileno Pablo Neruda fueron ilustres huéspedes de este icónico barrio guayaquileño.

La artista plástica Yela Loffredo de Klein fue una de las hijas ilustres de este barrio. Fue fundadora de la Asociación Cultural Las Peñas, junto a varios artistas, en la que realizaban exposiciones de pintura y escultura. Falleció en mayo pasado, a los 99 años.

Una ordenanza del Municipio de Guayaquil en 1973 declaró al barrio como Monumento Nacional. En el 2002, el cabildo local comenzó un proceso de regeneración por tramos, que culminó el 2008.

Actualmente Las Peñas, el barrio más antiguo de Guayaquil, tiene la particularidad de que en la mayoría de sus inmuebles funcionan talleres, galerías, teatros, que avivan el arte que nace a orillas del río Guayas.

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“Las Peñas tiene ese sabor que activa el civismo. Por ello que su desarrollo está ligado al turismo y a las nuevas ofertas culturales que se puedan ofrecer” , expresó Juan Pablo Toral, artista contemporáneo que vive en el barrio y es tataranieto del expresidente Alfredo Baquerizo Moreno. (I)