La pandemia de COVID-19 movilizó a decenas de instituciones para la atención de los guayaquileños. La Armada del Ecuador no fue la excepción e incluso tuvo un papel clave en los meses de abril y mayo.

Esta entidad naval, que mañana conmemora su día clásico y los 79 años de la gesta en Jambelí, estuvo encargada de la inhumación de cadáveres en Guayas, como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta, cuando la provincia fue declarada zona especial de seguridad.

Darwin Jarrín, comandante general de la Armada, explicó que para realizar las inhumaciones establecieron y aprendieron nuevos métodos, al no estar familiarizados con este tipo de actividades. “Escribimos nuestros propios procedimientos, nuestra propia doctrina sobre este tema tan delicado y desconocido, tuvimos que inventarnos y reinventarnos día a día porque cada momento salían circunstancias diferentes. A pesar de ya haber participado el 2016 en el terremoto en Manabí y Esmeraldas, el escenario era muy diferente”, expresó Jarrín.

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Destacó la entrega, el compromiso y el amor a la ciudadanía del personal naval que colaboró en estas tareas. “Dieron esa cuota de sacrificio durante todo este tiempo, a costa de la salud propia, de la salud de sus familiares, porque ellos después de las labores cotidianas, que a veces no tenían horario, regresaban con la gran preocupación de contagiar a sus seres queridos”, refirió.

El BAE Calderón es reconocido en Ecuador por la gesta histórica de la defensa de la soberanía nacional del 25 de julio de 1941 en el combate naval de Jambelí. Foto: José Beltrán /EL UNIVERSO.

Para ello, explicó Jarrín, se escogieron personas que no sean parte de grupos vulnerables ni tengan enfermedades preexistentes. “Fue personal joven, que tengan la vitalidad de cargar más de 100 cadáveres en el día o que tengan la fortaleza de resistir al virus, porque debían entregar las actas de defunción en hogares que eran focos de contagio”, dijo.

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Explicó que 150 miembros de las tres ramas de las Fuerzas Armadas estaban distribuidos en los cementerios de Pascuales, Guayaquil y Parque de la Paz, en La Aurora, Daule, para las inhumación de cadáveres.

Jarrín contó que casi 1000 integrantes de la Armada se han contagiado con COVID-19 desde marzo pasado. Seis de ellos murieron: cinco militares y una servidora pública. “Lamentamos mucho esos decesos, pero es un número bajo si consideramos las actividades que realizamos y la cantidad de contagios”, manifestó el contralmirante, quien en diciembre próximo dejará su cargo.

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Agradeció también el aporte de la empresa privada por la dotación de insumos médicos y equipos de protección para los encargados de las inhumaciones y el personal del Hospital Naval, sur de Guayaquil.

Con la Fuerza de Tarea Conjunta, el personal naval también participó del control de movilización ciudadana, ante las restricciones, como el toque de queda, que estableció el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.

Además, apoyaron con el seguimiento en la entrega de kits de alimentos en áreas de difícil acceso a nivel nacional.

Por la nueva normalidad a la que se están ajustando los ciudadanos para evitar la propagación del COVID-19, eventos tradicionales como el desfile que se desarrollaba cada 25 de julio en el complejo naval sur han quedado suspendidos.

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Para conmemorar el Día de la Armada y la gesta heroica en la batalla de Jambelí, se han programado pocos eventos, los cuales contarán con asistencia limitada y serán transmitidos a través de plataformas web.

Este jueves estaba previsto desarrollarse el evento musical La Armada canta al Ecuador, con la presentación de artistas.

“No queríamos dejar pasar por alto los 79 años del épico combate naval en Jambelí, para levantar el autoestima, el estado de ánimo del ecuatoriano, por estas circunstancias que evidentemente está viviendo y que no son las normales, no son las deseadas”, explicó.

Además, hoy viernes se colocará la primera piedra del complejo Geomarítimo de Posorja, como parte de los festejos por el Día de la Armada Nacional. (I)