Guayaquil es la ciudad de la Aurora Gloriosa. Guayaquil por la patria, una especie de grito de guerra. “Por Guayaquil independiente”, el lema de libertad plasmado en el primer escudo ideado por José Joaquín de Olmedo en noviembre de 1820, después de la gesta del 9 de octubre de ese año que dio origen a la Provincia Libre de Guayaquil.

Este domingo 14, a 117 días de que se cumplan los 200 años de aquella gesta libertadora que marcó el destino del Ecuador, la Perla del Pacífico se constituye en el país en ese símbolo de empeño, de unidad, de sacrificio y deseos de salir adelante.

La pandemia del COVID-19 la ha dejado marcada; ha provocado la mayor cantidad de muertes de toda su historia, alrededor de 10 000 por encima de lo normal, ya sea por ese virus o por enfermedades agravadas por la crisis sanitaria. La pandemia también hizo pedazos la agenda festiva del bicentenario y algunas obras que pudieron haber sido insignes por esta conmemoración.

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Pero no ha acabado con su afán de levantarse, de seguir adelante pese las vicisitudes. Hoy, Guayaquil es ya nombrada a nivel internacional como el ejemplo de combate exitoso al virus, apenas dos meses después de haber sido vista como el foco de la pandemia en Sudamérica, con muertos abandonados en las calles, con hospitales saturados y gente muriéndose en las calles.

La ciudad de junio 2020 lleva dos semanas sin registrar un muerto por COVID-19 y en sus hospitales, ocho de cada diez pacientes con ese virus vienen de otras provincias. Y de nuevo surge el Guayaquil por la patria, hoy en atención médica.

Y la ciudad se mueve ya en color amarillo y alistándose para dar el salto al verde. Así, sin dejar la mascarilla ni aflojar las medidas de distanciamiento, Guayaquil se enfila a la conmemoración del bicentenario. Por ello, EL UNIVERSO empieza hoy con la entrega de una serie de 200 temas de la ciudad, aludiendo a uno por cada año de ese Guayaquil libre.

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Será un enfoque de sus sitios icónicos, históricos y actuales, de sus personajes reconocidos y anónimos, de sus costumbres, de su vida diurna y nocturna. Tendremos relatos de la jerga, de la barriada, de sus manjares, de sus gustos, de su río, de su manglar. De su proyección, de sus problemas, de sus ventajas y desventajas. Un canto a la Perla del Pacífico.

La alcaldesa Cynthia Viteri cita una frase clave: “Hace 200 años nos tocó defender la libertad, ahora nos tocó defender la vida. Este año estábamos preparados para una gran celebración, pero la vida nos enfrentó a uno de los peores desafíos en la historia de la ciudad: salvar vida por vida”.

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“Por obvias razones no tendremos festivales o fiestas, pero celebraremos a la ciudad de forma simbólica y con mucho orgullo. Ahora somos ejemplo a nivel internacional por bajar más rápidamente la curva de muertes y contagios. Hemos recordado quiénes somos y de dónde venimos y que hay una fuerza que nos hizo grandes siempre: la unión y la solidaridad. Empezamos a abrir los ojos nuevamente para ver cómo nos recuperamos social y económicamente”, dice.

El cabildo va así a un nuevo enfoque de ciudad, “enfocándonos en esta nueva era y con obras, servicios y ordenanzas que permitan desarrollar y cuidar al ser humano”.

“Pienso que hoy más que nunca se necesitan más parques, plazas que, además de su uso, puedan ser también espacios de transición, que permita a las personas esperar en un espacio más agradable que en una fila al pie de la calle para entrar a determinada edificación”, refiere Nathaly Womg, decana de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo. “Definitivamente, la pandemia nos ha llevado a repensar estos aspectos tanto en la arquitectura como en la ciudad”, cita.

Germán Arteta Vargas, miembro de la Academia Nacional de Historia, con una frase dicha antes de la pandemia, premoniza una mezcla de lo histórico y lo presente. “A diferencia de otras jornadas, la Revolución de Octubre definió un proceso y producto de ruptura histórica anticolonial; que su programa de lucha va más allá de lo político y militar; que porta un republicanismo solidario; que no se conforma con ser libre, sino que contribuye a la libertad de otras regiones y que Guayaquil también abrió un proceso de construcción de una sociedad moderna”.

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Y esa ciudad con historia y hambre de progreso sigue. (I)