El Vaticano dice que los migrantes internos deben tener las mismas protecciones legales que los refugiados y sus hijos deben tener derecho al certificado de nacimiento, la educación y a que lo reúnan con sus padres en caso de separación.

La Santa Sede publicó una guía pastoral para la atención de los desplazados internos, migrantes obligados a huir de sus hogares debido a conflictos, desastres naturales o persecución, pero que no cruzan las fronteras internacionales para solicitar asilo en otros países. Se cree que hay más de 40 millones de personas desplazadas dentro de sus propios países.

El papa Francisco ha hecho de la suerte de los refugiados un sello de su pontificado, al exhortar a los países a proteger, promover e integrar a quien se vea obligado a abandonar su hogar. Las nuevas normas aplican esa exhortación a los migrantes internos y explican cómo la Iglesia puede abogar por ellos y darles educación y ayuda espiritual. Las normas sostienen que los migrantes internos deben recibir las mismas protecciones sancionadas por la ONU que los refugiados.

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El cardenal Michael Czerney, principal asesor del papa en migración, señaló ayer al presentar el folleto que las normas son similares a las emitidas para la atención pastoral de los refugiados y las víctimas del tráfico humano. (I)