La ciudad en la que cientos se quejan por el congestionamiento; aquella donde los conductores están en el semáforo como en una línea de partida para arrancar a velocidad; la de las calles llenas de transeúntes y vendedores; la de las ferias informales y de miles de negocios abiertos, desde las 14:00 se queda vacía hasta las 05:00 del siguiente día.

Hoy, Guayaquil es escenario de una lucha por salvarse del coronavirus; es escenario de muerte por esta plaga, en casas y hospitales. Rige por ello el toque de queda y restricciones de circulación durante el día.

En ese lapso, la Fuerza de Tarea Conjunta Guayas se encarga de hacer respetar la orden de encerrarse en casa desde la tarde hasta el amanecer siguiente. Lo hace con 2300 efectivos de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Comisión de Tránsito del Ecuador Autoridad de Tránsito Municipal, inclusive Bomberos, además de tres helicópteros de la Armada, de la Fuerza Aérea y Aeropolicial. Estos cubren además de Guayaquil los cantones Samborondón, Daule y Durán.

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El contralmirante Alejandro Villacís , jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta, indicó que estos patrullajes tienen como propósito crear conciencia ciudadana. Perifonean con megáfonos por las calles, llaman a la población a tomar conciencia de que la única forma de contener este virus es mediante el distanciamiento social, la desinfección permanente y, por lo tanto, el aislarse.

La tarde del jueves, el comandante Villacís señaló que a quienes violan el toque de queda y todas las disposiciones del decreto 1019 se los sanciona. Así, se han emitido 2000 multas y 500 citaciones para las personas que de alguna forma han infringido las disposiciones.

Las sanciones van desde 100 dólares cuando es por primera vez, 400 dólares por segunda ocasión y si es reincidente la sanción para el infractor es de prisión de hasta tres años.

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En un sobrevuelo desarrollado la tarde del jueves se apreció cómo en las grandes avenidas del norte de la ciudad y los barrios de ese sector se respetaba la medida.

Ocasionalmente se observa la circulación de automotores, cuyos ocupantes cuentan con salvoconducto.

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1876 personas atendidas con telemedicina municipal

Alrededor de 1876 personas se han autoevaluado en la aplicación municipal Telemedicina www.guayaquil.gob.ec, disponible para asistencia médica durante esta emergencia sanitaria por el coronavirus.

Kléber Suárez fue uno de los usuarios atendidos con la aplicación que promueve el mensaje: “La ciudad necesita de ti #quédateencasa”.

Con el contacto con el médico, a través de una pantalla, recibió recomendaciones para evitar el contagio con la pandemia del COVID-19.

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Marisol Montalván ingresó a la plataforma y a través de la encuesta médica pudo descartar los síntomas de la enfermedad y permanecer más tranquila dentro del aislamiento obligatorio impuesto como parte de la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno Nacional, durante el mes anterior.

El 80% de reducción del tránsito registra Guayaquil

Durante la emergencia sanitaria que vive el país por el COVID-19, Guayaquil, la ciudad considerada epicentro de la patología (por la alta incidencia de casos: 1638 hasta ayer), ha experimentado una reducción del flujo vehicular de entre el 74 % y 80 %, según proyecciones.

Ese registro corre desde el 17 de marzo, cuando empezaron las restricciones de movilidad con las que las autoridades apuntan a frenar la propagación de la pandemia.

Por ejemplo, en la av. de las Américas, en el tramo de la Dirección de Aviación Civil, normalmente circulan 72 910 vehículos, de 14:00 a 21:00.

Ahora lo hacen 7853 y, durante el toque de queda, de 14:00 a 05:00, la circulación se disminuye drásticamente a 1117 automotores, considerando que lo hacen solo los que están autorizados y tienen el respectivo salvoconducto.

Venta informal se mantiene, pese a medidas restrictivas

El comercio informal en las calles de Guayaquil continúa a pesar de las restricciones de movilidad. La mañana de ayer, en el sector de av. del Ejército y Huancavilca se evidenció que vendedores ambulantes se colocaron en las aceras y esquinas de estas calles, en donde a pocas cuadras hay un mercado y avícolas.

Vendían papas, choclo y todo tipo de frutas, unos usaban protección con mascarillas y guantes, otros no y no se respetaba la distancia de al menos un metro y medio sugerida por especialistas para evitar el contagio por la pandemia del coronavirus.

En el sector del barrio Garay, en iglesias y en casas se regalaba eucalipto. En la avenida Quito y Letamendi, Sonnia Villegas hizo mascarillas de varios colores para regalar a sus vecinos y para quien las necesitara, las entregaba a quien pasaba. (I)