Una mujer sostenía un cartel en el que pedía ayuda económica para sus hijos, la tarde de ayer, en la calle Rosa Borja de Ycaza, en el sur de Guayaquil. Junto a ella estaban dos pequeños niños, bajo un fuerte sol y con sus caras sudadas.

Esta es una de las escenas que por estos días se repiten en varios puntos de la ciudad. En calles principales del norte, centro o sur, unas personas, ecuatorianos y extranjeros, piden dinero a los transeúntes o conductores.

En la zona de la Bahía, en el centro, a la altura de la Casona Universitaria; en el sur, en la avenida 25 de Julio, debajo de un paso a desnivel ubicado junto al centro comercial Mall del Sur, en los últimos días se vieron familias sin techo, buscando ayuda económica.

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En el norte, en la avenida Benjamín Rosales se congregan personas para pedir dinero a quienes transitan por las paradas de buses urbanos en la Terminal Terrestre. Incluso, el fin de semana, en la autopista Narcisa de Jesús había gente pidiendo dinero.

Familias con carteles pidiendo ayuda también se sitúan en avenidas como Agustín Freire, a la altura del Monumento a Jaime Roldós; Isidro Ayora y de las Américas.

En la intersección de esas dos avenidas, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) instaló una carpa en la que acogen a niños que piden dinero en las calles.

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Allí unos cinco infantes afroecuatorianos pintaban una hoja con caricaturas, el jueves. Tomaban los crayones, jugaban y se reían.

Esto como parte de la campaña En Navidad da solidaridad, que busca terminar con la mendicidad infantil.

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Vanesa Aguilar, responsable de Protección Especial del MIES, explicó que trabajan en puntos críticos donde menores pedían dinero como, por ejemplo, la avenida Las Aguas o la Carlos Luis Plaza Dañín.

Añadió que la gente que se ha instalado en esas zonas pertenecen a sectores como la Trinitaria, el Guasmo sur y cooperativas apostadas sobre la vía Perimetral.

Con esta campaña se busca darles en su sector lo que ellos necesitan: víveres, ropa, juguetes, entre otros productos.

“Se los focaliza aquí en la calle, pero la acción social se realiza allá, en su comunidad, allí se les entregan las donaciones, los juguetes y material didáctico”, expresó Aguilar.

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El programa también asiste a extranjeros que están en condiciones de pobreza en distintas calles de la ciudad.

Alain Vélez, coordinador zonal 8 del MIES, explicó que si se otorga dinero a los niños se promueve la vulneración de sus derechos porque sus cuidadores seguirán con estas prácticas.

Él sugirió que lo ideal es realizar las donaciones en los centros del MIES y en las carpas de trabajo. (I)