El único museo judío de Albania, donde la mayoría de los judíos no fueron delatados durante la Segunda Guerra Mundial, reabrió este domingo pocos meses después de la muerte de su fundador, preocupado por conservar la memoria de un hito nacional.

El Museo Salomón fue creado en 2018 en una casa de Berat, en el sur del país, por Simon Vrusho, un profesor jubilado que deseaba explicar cómo la sociedad albanesa, formada mayoritariamente por musulmanes y cristianos, acogió y protegió a centenares de judíos durante los años del Holocausto.

Entonces, financió la apertura de esta singular institución gracias a su modesta pensión de jubilación de 180 euros y las donaciones introducidas en una caja ubicada a la entrada del museo.

Publicidad

"Los recuerdos necesitan tener un hogar para ellos", había explicado a la AFP pocos días antes de fallecer a los 75 años, en febrero de 2019. Tras su muerte, el futuro del museo era incierto.

Un empresario franco-albanés, Gazmend Toska, de 58 años, decidió financiar este museo y su traslado a un nuevo local más espacioso, inaugurado este domingo.

"Fue como un flechazo tras el eco que se hizo la AFP del museo", aseguró Toska durante una ceremonia, en la que se refirió al seguimiento de la AFP de esta historia en marzo de 2019.

Publicidad

Simon Vrusho reunió durante años numerosos documentos, fotografías y testimonios para explicar la historia de la comunidad judía en Albania, desde la llegada de las primers familias sefardíes en Berat en el siglo XVI procedentes de España.

Formado por varios centenares antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, el número de judíos en Albania aumentó hasta 2.000 durante el conflicto, en un país invadido por la Italia fascista y la Alemania nazi, pero cuyas autoridades se negaron a proporcionar listas de familias judías. (I)