Guayaquil tiene una oferta de 13 museos que recogen desde obras de arte colonial, miniaturas, creaciones en arcilla, de equipos, hasta fauna disecada. Pero esa variada oferta, por desconocimiento o falta de mayor promoción, no es conocida por todos.

Durante los últimos años, hay museos que han ido incorporando cambios o agregando áreas. Así, por ejemplo, en el museo municipal hay una sección de historia natural con 8.000 animales disecados. El de miniatura, en el norte del malecón, ha ido incorporando dioremas desde que abrió. La zona del estero Salado cuenta con el museo de arcilla.

Del total de museos, tres son manejados por el Municipio y otros tres a través de la Fundación Malecón 2000. El año pasado, a los museos municipales fueron 40.833 personas, es decir, 4.264 más que el 2017.

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La actual administración municipal tiene la intención de impulsar el proyecto del Museo Metropolitano de Guayaquil y que se forme una cadena de pequeños museos especializados. Dentro de los museos habrá varias temáticas, el Museo del Abanico, el Museo del Disco de Vinilo, el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Historia Natural. A eso se agrega que el Comité Bicentenario alista el museo de la Casa de Villamil, en el malecón.(I)

Un museo a orilla del estero Salado

14 paneles  de arcilla  muestran hechos de  historia ecuatoriana

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Con una pluma en la mano, José Joaquín de Olmedo se dispone a escribir sobre una pequeña mesa. A su derecha, José de Villamil parece hablarle, mientras que  José de Antepara y Gregorio de Escobedo están atentos,  a la izquierda.  Cerca a ellos aparecen  tres hombres del batallón realista.

La escena, que  ocurrió  en octubre de 1820 en la casa de Villamil,  en el centro de Guayaquil, ha sido recreada en  arcilla. Compone  uno de los 14 paneles que conforman el Museo de Arcilla, situado en la av. Barcelona, a orillas del estero Salado. 

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Abierto en el 2013, el Museo de la Historia en  Arcilla evoca hechos de Guayaquil y Ecuador. Así,  la Independencia del 9 de Octubre de 1820, la Batalla de Pichincha del 24 de Mayo de 1822 y la Revolución Alfarista del 5 de Junio de 1895, son parte de los cuadros de arcilla.

Es uno de los rincones históricos que por la distancia o desconocimiento de los visitantes  no reciben una afluencia masiva como otros espacios de la zona más turística de la urbe.     

 Ronald Tapia, guía del museo, indicó que el número de visitantes es fluctuante, pues a veces llegan al mes de 80 a 500 visitantes. Los  estudiantes de diferentes planteles  son los que más frecuentan este espacio.

Él refiere que el museo cuenta con guianza para las personas que lo visiten de martes a viernes.    Un recorrido detallado y cronológico puede tomar de 30 a 40 minutos.

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Tapia indicó que los establecimientos educativos pueden hacer reservas, sin costo, para que grupos de hasta 50 niños, de 8 años en adelante, puedan recorrer el espacio y conocer hechos históricos. Hay ocasiones en que buses de la Dirección de Acción Social apoyan con el traslado de escolares. 

A más de los paneles históricos de arcilla, que cuentan con información que explica el acontecimiento, el museo tiene  32 piezas a escala de objetos que se hallan en el Museo Municipal del centro.

El horario de ingreso  es de lunes a domingo de 09:00 a 17:00. Y para reservas de escuelas se puede llamar al  259-4800 ext. 7402. (I)

Colección que data desde los años 40 del siglo pasado

8.000 ejemplares disecados en el  centro 

Cuando estaba estudiando en el colegio San José Lasalle no perdía la oportunidad de visitar el espacio donde se mostraba la colección de animales disecados,  que desde la década de 1940 fue reuniendo el profesor Agustín Mantilla. 

 Erick Meza  no se imaginó que años más tarde, como biólogo,   se volvería a encontrar con esa misma colección en  un espacio del Museo Municipal de Guayaquil. 

 De martes a sábado, Meza es uno de los guías de la sección de historia natural en la que se exhiben 8.000 ejemplares que hasta 1988  reunió Mantilla y que fueron donados a la urbe. 

  En esa área hay vertebrados e invertebrados de diferentes partes del país que pasaron por un proceso de taxidermia. Allí  están unos pericos que datan de 1948, un enorme cóndor de 1951, un tapir de 1962 y cientos de aves recolectadas. 

 Como espacio nuevo no todos los guayaquileños y visitantes  saben  que esa colección se muestra al público, en un área que está al fondo del museo.  

Días atrás, César Macías estaba  realizando una diligencia en el centro de Guayaquil y decidió entrar un momento al museo para conocer las novedades. 

Al recorrer se mostró sorprendido  con los animales disecados, pues desconocía de esa exhibición. “Me llamaron la atención los animales marinos, no sabía que había, es ideal para los alumnos”, indicó. 

Otro de  los espacios que tiene un área destacada es una recreación de la fauna de las islas Galápagos.  Están varios lobos marinos, tortugas, iguanas y pelícanos originarios de ese archipiélago. 

Meza señaló que ahora el público guayaquileño tiene la oportunidad de ver esta colección, puesto que antes cuando estaba en el colegio se exhibía a la comunidad estudiantil una vez al año. 

En el área de historia natural, en la que hay dos guías que apoyan a los visitantes, el 95% de las especies que se muestran corresponde a fauna local. Varias de las especies actualmente están en riesgo de extinción. 

Para conservar los ejemplares y evitar su deterioro, el ambiente en el que se exhiben las piezas está a unos 20 grados centígrados. 

El horario de atención del museo, ubicado en Pedro Carbo y Sucre, es de 09:00 a 17:30, de martes a sábado.  (I)

15 escenarios a escala que exhiben diferentes episodios de la historia porteña

La evolución de la ciudad mostrada en miniatura

A la argentina Florencia le gustaron los detalles  minuciosos de los pequeños objetos que vio en el Museo en Miniatura Guayaquil en la Historia. A finales de la semana pasada, la turista, que había llegado por primera vez a la ciudad, paseaba por la zona norte del malecón cuando se topó con ese museo ubicado en los bajos del Cinema. 

Por cerca de 30 minutos recorrió 15 estaciones en miniatura que recrean la  historia, tradiciones y hechos que ocurrieron en la urbe. 

   “Es un trabajo bueno, con muchos detalles, tal vez la música (que ambienta los dioramas) estuvo muy alta”, indicó la turista al concluir el circuito por el que pagó 3 dólares. 

Creado en el 2006 con apoyo del escultor  Édgar Cevallos, el museo de la Fundación Malecón 2000 expone el nacimiento de la ciudad y sus primeros moradores, las estampas de las distintas fundaciones, la zona del astillero naval, los piratas en el golfo, la ciudad vieja y ciudad Nueva, la  Aurora Gloriosa. 

En otros dioramas se explica   la formación de la República del Ecuador, la Revolución de Marzo,  la bonanza del comercio y el cacao y el incendio. 

Las últimas maquetas del circuito recogen hechos de los siglos XX y XXI como el desarrollo urbanístico y su filantropía, las grandes obras  como el malecón,  aeropuerto, la terminal. 

Durante las mañanas suelen acudir grupos de planteles educativos. Días atrás,  120 chicos de una escuela de la 33 y Calicuchima visitaron el museo.  Unos estaban emocionados viendo las pequeñas piezas que se iban iluminando paulatinamente, según la narrativa.  

Anelle Cedeño, psicóloga del plantel, señaló que la actividad sirve  a los niños para  conocer la historia, experimentar   una vivencia, que los ayuda  a tener una percepción de su ciudad. 

Unos  2.000 turistas y alrededor de 15.000 estudiantes visitan ese espacio cada mes, según la Fundación Malecón 2000.

Este espacio abre de martes a domingo, de 09:00 a 13:30 y de 16:00 a 20:00. (I)