A Carmen Laje se le salían las lágrimas al observar que José, el menor de sus tres hijos, compartía su último encuentro con sus compañeros de terapias en la Fundación Asistencial Armada Nacional (Fasan), en la Base Naval Sur.

En medio de una de las salas de comedor, el joven que nació con síndrome de Down se mantenía quieto mientras sus compañeros se intercambiaban marcadores para escribir mensajes de despedida en su camiseta. Varios lo abrazaban y le expresaban su cariño. “Te vamos a extrañar”, decía una frase. Eso conmovía a Laje.

Desde hoy, este joven de 26 años dejará de asistir a sus terapias para insertarse laboralmente en una cadena de comidas rápidas.

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Viviana Arrillaga, presidenta de la fundación, contó que José será anfitrión de un local en el Mall del Sur, donde dará la bienvenida a los comensales, los guiará a sus mesas y les entregará los utensilios de comida.

“Nuestro compromiso es seguir ayudándolo, no lo vamos a dejar solo, hemos buscado un lugar donde realmente será querido y admitido”, citó Arrillaga, esposa del comandante de Operaciones Navales, Amilcar Villavicencio.

Allí, la madre de José resaltó la importancia de las distintas terapias que recibió y que ahora le servirán en su trabajo. “Él se ha podido independizar, aprendió a tender su cama, a barrer, a limpiar... tengo alegría de que va a trabajar, va a hacer algo útil un paso más que va a dar y pido a Dios y la Virgen que lo siga protegiendo”, dijo llorando.

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José, durante varios meses, estuvo apoyando en las tareas de la cafetería del club naval, también ubicado en el mismo destacamento. Él es autónomo para tareas como arreglar su dormitorio o asearse.

En total, la fundación con 29 años de creación brinda servicios de psicorrehabilitación a 94 niños y jóvenes con capacidades especiales. Unas 50 voluntarias, esposas de oficiales de la Armada, con veinte psicólogos, atienden a los jóvenes que padecen en su mayoría parálisis cerebral, cuadriplejia, paraplejia, síndrome de Down y autismo.

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A ellos les dan terapias pedagógicas, de lenguaje, ocupacional, desarrollo psicomotriz, estimulación temprana, computación y comidas.

La presidenta señaló que están abiertos a que se sumen más chicos con capacidades especiales y auguró que más empresas se unan al plan de inserción laboral. Una tarea que dará seguimiento con José.

Dentro de su inocencia, José dice que espera arreglarle el vehículo a uno de sus hermanos que lo acompañaba a terapias, recordó su madre. (I)

 

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"Tengo pena y al mismo tiempo alegría, pienso que va dejando su segunda casa porque a él lo he traído a las terapias y dejado a ojo cerrado, los cuidan bien y sé como los tratan”.