La noche había caído y la gente poco a poco vaciaba el centro. Patricia Jara estaba por retornar a su hogar después de tejer y vender ropa para muñecas en un parque, como se gana su sustento diario. Ese 20 de junio decidió tomar un bus del sistema de la Metrovía en la parada frente al Correo.

Apenas había embarcado cuando el freno brusco del bus provocó que una mujer embarazada que se disponía a bajar pierda el equilibrio y se abalance sobre ella. Jara, de 59 años, que viajaba de pie, recuerda que su mano recibió el impacto y se le hinchó.

La mujer de contextura delgada sostiene que el conductor adujo que frenó porque un peatón se atravesó. “Yo le dije, por favor, deténgase para ir a reclamar a que me lleven a un hospital porque me duele mucho la mano y no puedo virarla. Él no hizo caso, siguió”, dice.

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Al llegar a la estación Río Daule, en el norte, Jara indica que llamó al ECU911 y la llevaron al hospital del Guasmo, donde le confirmaron que tenía una fractura. La enyesaron.

La usuaria alega que después fue a reportar la queja a la Metrovía para que la ayuden en los gastos, pero no recibió respuesta rápida. La tercera semana de agosto, en la inauguración de una parada, abordó a un directivo, que le indicó que podían llevarla a una clínica para que le retiren el yeso.

Jara lamenta que no haya recibido atención ágil de su caso en la Metrovía, sobre todo porque con la lesión ha tenido dificultades para tejer, un oficio con el que ayuda a mantener a su padre y su madre.

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El percance que tuvo esta pasajera en un bus de la Metrovía se suma a otros que relatan usuarios que han sufrido golpes por el cierre brusco de las puertas o lesiones por tropiezos al salir o entrar en las unidades.

Un profesional que labora en el sur de la ciudad cuenta que, el lunes 19 de agosto, uno de sus brazos quedó atrapado con el cierre brusco de la puerta de una unidad de la Metrovía. Debió acudir a un médico que le dio reposo.

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El golpe le generó dolor e hipersensibilidad a la palpación del área lesionada. El médico que lo revisó le dijo que había una tracción por el aplastamiento del antebrazo provocado por el cierre de las puertas y el tirón que le provocó el trauma indirecto del hombro.

Este usuario notificó a la Metrovía el percance que había ocurrido ese día.

La Fundación Metrovía, que regula el servicio, refiere que se da atención a los usuarios que reportan algún accidente o percance en el sistema cuando este se notifica.

De enero a julio de este año, en el sistema de la Metrovía se han producido 631 accidentes de distintos tipos.

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Leopoldo Falquez, gerente de la Fundación Metrovía, señala que en el caso de la modista que sufrió el percance en un bus, está siendo atendido.

Añade que la usuaria quiere una indemnización, pero eso, según él, es otro proceso, pues la responsabilidad de la Fundación es responder por la parte médica.

Raúl Chimbo, traumatólogo ortopedista, cuenta que ha atendido casos de personas que han sufrido percances en la Metrovía porque sus brazos han quedado atrapados, por aplastamientos o traumas en piernas por pisar mal entre el borde del bus y la rampa.

“Se pueden ver traumas por aplastamientos de las piernas, esguinces por torsión de rodilla, esguinces de hombros por tracción”, sostiene Chimbo.

Según el médico, este tipo de lesiones generalmente ocasionan días de paralización por el descanso y rehabilitación en función de los casos que se diagnostiquen.

“El hombro es una articulación delicada, hay lesiones que se provocan y no se manifiestan sino hasta que uno hace un esfuerzo”, explica el especialista.

Una atención particular puede demandar gastos que pueden superar los 100 dólares cuando la lesión no es mayor. Ese gasto aumenta si se debe hacer rehabilitación o seguir otro tratamiento.

Alerta

Usuarios de la Metrovía consideran que debe existir un sistema estándar que alerte en los buses el momento en el que se cierran las puertas. Unos dicen que no todos los conductores alertan por micrófono.

Golpes

Fisiatras consultados recomiendan acudir a una consulta cuando hayan recibido un golpe fuerte y no atenderse por sobanderos.

Dos instancias para reclamar por accidentes

¿Cómo un pasajero puede reclamar cuando sufre un accidente en la Metrovía que le ocasione algún daño físico?

 La Fundación municipal Metrovía, que regula el sistema, indica que la responsabilidad de los accidentes dentro del bus los debe asumir el operador de la troncal. 

 Leopoldo Falquez, gerente de la Fundación Metrovía, explica que eso está respaldado en el contrato de operación, en el que se estipula que deben tener una póliza de gastos médicos y póliza de vida para los pasajeros.

El funcionario agrega que cuando el pasajero sufre un accidente dentro de las paradas o las terminales, la responsabilidad es de la Fundación Metrovía. 

Falquez asegura que en cualquiera  de estos casos, el pasajero debe notificar o reportar  de inmediato a la Metrovía para poder aplicar a la póliza de seguro, si la situación así lo amerita.  Esto se puede hacer en un punto de atención al usuario o comunicación. 

  Según datos de la Fundación Metrovía, entre enero y julio se han reportado 631 accidentes en el sistema. En febrero se produjo el mayor número: 115.  

El gerente de la Fundación Metrovía sostiene que en ocasiones hay frenazos bruscos de las unidades de la Metrovía que se derivan porque  alguien invadió un carril del sistema. 

 “La gente cree que el bus puede frenar como un automóvil, el bus pesa 32 toneladas, más la gente que lleva adentro. No va a frenar como un auto de cuatro personas...”, explica el funcionario. (I)