Guayaquil ha tenido un auge como punto turístico en Latinoamérica. Varios premios internacionales que ha recibido la ciudad lo avalan.

Según el Observatorio Turístico Guayaquil y el Ministerio de Turismo, el año pasado a la urbe porteña ingresaron más de 2 millones de visitantes.

Uno de los lugares que llama la atención de los turistas locales y extranjeros es el parque Seminario, donde se concentran decenas de iguanas y otros animales en sus áreas verdes.

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Cientos de personas acuden diariamente a este lugar para fotografiar a los reptiles, peces y tortugas, o darles de comer.

Debido al flujo de turistas que pasean por el parque, ubicado en las calles Clemente Ballén y Chimborazo, en el centro, en distintas áreas se evidencia mala disposición de desechos plásticos y basura.

Desde cáscaras de guineo hasta tarrinas se encuentran esparcidas en el sitio. En los alrededores de los tachos de basura hay restos de vegetales, papeles y botellas plásticas. Lo mismo se observa en el ingreso por la calle Clemente Ballén.

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Inés Dávalos visitaba el parque la noche del pasado lunes. Vino desde Cuenca por trabajo. Eran las 19:00 y se sorprendió al ver a dos iguanas reposando junto a dos vasos plásticos.

Guardias de seguridad del parque indicaron que algunos visitantes llegan con tarrinas a comer al parque. Mencionaron que turistas extranjeros también arrojan desechos en el suelo. Pero también culpan a los vendedores que ingresan al lugar. Algunos ofertan lechugas para que los turistas les den a las iguanas.

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Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Municipal de Turismo, explicó que justamente el poco control de la empresa encargada de la seguridad del parque permite el acceso de comerciantes informales.

“El mantenimiento se cumple, pero el problema es que los ambulantes no tienen control. Eso indudablemente afecta la imagen del sitio más atractivo de Guayaquil”, dijo. (I)