Son más de tres años en el que un poste ubicado en las calles Junín y Ximena, en el centro de Guayaquil, está en mal estado, según varios moradores y trabajadores de la zona.

Inclinada, esta estructura de hormigón supone un peligro latente para los peatones que transitan cerca de esa acera.

Esperando por avisos de carreras en su teléfono, Erick García, quien es taxista y hace base a pocos metros, señaló que desde el terremoto de 7,8 grados que sufrió el país en el 2016, la estructura quedó endeble.

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En la zona se evidencia el paso de la regeneración urbana. Adoquines, jardineras y un poste de alumbrado sin utilizar están instalados.

“Ese poste con cualquier otro temblor fuerte puede empezar a ceder. Tiene más de dos años ahí, desde el terremoto y no se han preocupado por sacarlo. Esperemos que no haya víctimas para ahí recién actuar”, expresó García.

Con él concuerda Fabián Lázaro, trabajador de un hotel de la zona. Indicó que a pesar de que el Cabildo porteño realizó trabajos en el sector hace algunos meses, el poste continuó sin arreglos. “Pensamos que este tema se iba a solucionar con la regeneración, pero continúa ahí, con el riesgo de que empiece a despedazarse o se venga abajo, le caiga a algún carro y haya heridos”, manifestó.

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Agregó que hace algunos meses varios vecinos del sector colocaron una caña para que sostenga el poste. (I)