Una decena de residentes esperaba uno de los buses de la cooperativa Lojastrans, en la parada La Piazza (vía de ingreso a la urbanización La Joya, alrededor de las 12:15 del miércoles. 

De repente, un auto gris que salió del centro comercial La Piazza se acercó al sitio, el conductor pitó, les ofreció trasladarlos y cuatro pasajeros se embarcaron y se fueron.

Al instante hizo lo mismo el chofer de un taxi en cuyas puertas se leía Joyarey y otros cuatro residentes abordaron la unidad, frente a un vigilante de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) y de una camioneta municipal de la Autoridad de Tránsito del cantón Daule.

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Desde el fin de semana, buses urbanos circulan por la vía principal de la Joya y avanzan hasta la etapa Rey Juan Carlos, la última de la urbanización Villa del rey, en un recorrido de unos siete kilómetros que toma de diez a quince minutos.

El servicio fue implementado con aval de la Autoridad de Tránsito Mancomunada (ATM) Centro Guayas, que tiene sede en Daule. Con ello se busca desplazar la oferta informal que han dado en el sitio carros particulares y furgonetas.

Durante esta semana los ocho buses destinados al servicio interno de los residentes de las dos urbanizaciones citadas no cobrarán, pero desde el fin de semana el pasaje tendrá un costo de $ 0,25.

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La tarifa es similar a la que cobran las unidades informales, que pese al control siguen operando en el sector, de manera más discreta que antes.

La situación ha generado criterios divididos entre la comunidad, hay quienes aprueban el ingreso de los buses y otros están en desacuerdo. Incluso la noche del lunes algunos residentes bloqueraron el ingreso.

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Tanya Pincay, quien vive en la etapa Reina Isabel de Villa del Rey, dijo estar conforme con el servicio ya que, contó, no siempre los taxis o los carros informales querían llegar hasta su etapa por estar distante.

No obstante, la mujer cree conveniente que en esos buses no se permita la venta ambulante, para evitar que simulando ser comerciantes en el sitio se filtren ladrones.

Yury Caicedo, residente de la etapa Rey Eduardo, señaló estar de acuerdo con el ingreso de los buses y sugirió que de permitirse vendedores informales estos sean identificados con chalecos para garantizar la seguridad en el sector.

“El servicio está bastante bien, los buses pasan con frecuencia, están en buenas condiciones. Sí se necesitaba el servicio”, comentó Caicedo.

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A la aprobación de ambas vecinas de Villa del Rey se sumó la de Santos de la Rosa, residente de la etapa Perla de la Joya, quien dijo no creer que el ingreso de los buses lleve inseguridad a este poblado sector.

Entre quienes se oponen al servicio están Héctor Franco (etapa Rey Arturo), Pilar Arreaga (Princesa Diana), Jazmín Aguirre (etapa Turquesa de La Joya), entre otros.

Su preocupación es que, según ellos, la vía no fue diseñada para soportar el peso de los buses y puedan darse afectaciones y que la llegada de los buses afecte la privacidad y tranquilidad del sitio.

“En lo personal, yo salí de Guayaquil por el ruido, por la contaminación, por la delincuencia”, expresó Franco la noche del lunes. (I)