Dos artefactos explosivos fueron detonados en menos de 24 horas en el Guasmo sur y en el sector del Cristo del Consuelo, en el suburbio de Guayaquil.

Esta situación generó temor en moradores de ambas zonas por lo que llamaron a unidades especializadas de la Policía Nacional para que se realicen las investigaciones.

El caso más reciente ocurrió a las 09:00 de ayer en la calle A y Nicolás Segovia, sector del Cristo del Consuelo.

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Freddy Ávalos, jefe de operaciones del Distrito Portete, indicó que se trató de una granada tipo piña que fue encontrada por un reciclador en un tacho de basura, en el exterior de una farmacia.

“El reciclador se asustó, no la manipuló y pidió ayuda”, expresó el oficial.

Agregó que existen dos hipótesis, la primera es que una persona intentó deshacerse del explosivo, y la otra es que antisociales podrían haber puesto el artefacto para distraer a la Policía ante alguna fechoría.

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“Pueden ser distractores para la Policía, pero estamos verificando con todos nuestros equipos para evitar alguna novedad”, expresó Ávalos.

El Grupo de Intervención y Rescate (GIR) realizó la detonación controlada de la granada con una llanta y arena para evitar la onda expansiva, luego levantó los indicios.

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En tanto que el otro evento se registró la tarde del pasado viernes en la cooperativa Batalla de Tarqui, ubicada en el Guasmo sur.

Diego Erazo, jefe policial del Distrito sur, contó que se trató de un explosivo de fabricación artesanal tipo “tumba casa”.

“Fueron dos bandos de hinchas de Barcelona y Emelec que discutieron y uno lanzó ese artefacto, la gente con mucha razón salió corriendo de sus casas, alarmadas, porque fue un estruendo grande”, explicó el coronel.

Luego de las indagaciones en el sitio se comprobó que el artefacto solo estaba compuesto de pólvora, y que ninguno de los jóvenes estaba herido ni hubo daños materiales.

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Por estos dos eventos, la Policía especializada realiza investigaciones y controles para tener más detalles. 

 

Nos asustamos porque ahora la delincuencia anda terrible, no pueden dejar un aparato de esos en la basura, aquí hay chamberos, si eso explotaba en manos de uno de ellos, qué tragedia”.  Sonia Ramos, moradora de Cristo del Consuelo. (I)