Varios conos se observan en el retorno siete de la avenida Samborondón. A inicios de mes fueron reubicados, antes estaban a la altura de la urbanización San Isidro, ahora están cerca del anexo de Guayaquil Tenis Club (km 4,5).

Es la primera modificación de varias que se harán en la avenida para mejorar el flujo vehicular, y es parte de la planificación de movilidad de solución del proyecto de construcción del nuevo puente.

“Si el retorno se dejaba como estaba, solo había 600 metros hasta la entrada del puente, esa distancia era muy corta para entrecruzar cuatro carriles. Había que reubicarlos a un kilómetro para que estén a un kilómetro de distancia, para hacer un entrecruzamiento seguro para llegar al puente”, explica James Casteline, gerente de la Empresa Pública de Movilidad de Samborondón.

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El retorno siete sirve para quienes vienen en sentido sur de la vía La Puntilla-Guayaquil y quieren acceder al viaducto.

Al momento hay conos, pero luego se hará la obra civil. En marzo estará listo todo, asegura Casteline.

En el retorno seis, que está cerca del paso elevado vehicular, frente a la urbanización Pórtico del Río se quitará el semáforo y se hará un retorno de flujo continuo.

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El retorno cinco que está en Biblos se cerrará y se convertirá en dos, uno estará al frente, a la entrada de la urbanización Tornero; y el otro va entre Samborondón Plaza y Biblos.

En la propuesta se plantea eliminar semáforos en los retornos cinco, seis y siete.

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En la avenida Samborondón hay semáforos en once puntos, son más de treinta.

“Se busca darle mayor fluidez al tráfico, el volumen en horas pico es muy elevado y hay mucho congestionamiento”, manifestó Casteline.

A la par se construyen dos pasos peatonales elevados para ayudar al cruce de los peatones, uno estará a la altura de la urbanización Tornero y otro cerca del centro comercial Plaza Navona.

Para Félix Chunga, arquitecto urbanista, estos cambios se necesitaban hace tiempo porque el tráfico vehicular ha aumentado en la avenida y seguirá incrementándose con el paso del tiempo.

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“La demanda de infraestructura es mayor, a pesar de que los cambios son positivos se debería tener conciencia de que el tráfico seguirá siendo complicado y se requiere también una correcta planificación”, señaló Chunga. (I)