Los sonidos marinos y la detonación de las salvas hicieron eco en uno de los muelles de la Base Naval Sur, donde permanecían acoderados buques insignes de la Armada.

En ese escenario estuvieron marinos y representantes de altos mandos como Roque Moreira, nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, para participar en la ceremonia de relevo del comandante de Operaciones Navales y de la Primera Zona y comandante Operacional Occidental.

El contralmirante saliente Darwin Jarrín, quien ahora pasa a ser comandante general de la Armada, fue relevado por el contralmirante entrante Amílcar Villavicencio, quien ya cumple casi 40 años dentro de la institución naval.

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En sus discursos, los principales representantes de las Fuerzas Armadas aseguraron su compromiso por revitalizar la disciplina militar.

Jarrín hizo un recuento de sus dos años en funciones en que se potenciaron diversas unidades de la Armada, se retomaron ejercicios y la participación en eventos como Unitas y Velas Latinoamérica 2018.

En su nuevo reto, dijo que se tienen claros objetivos que apuntan al fortalecimiento institucional. Y mira casa adentro, al personal.

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“Debemos trabajar en solidificar en las bases de la institución la disciplina, el respeto y la subordinación”, afirmó.

Realizó un llamado a los jóvenes marinos para contribuir con sus buenas ideas para reforzar la institución y que sean capaces de cumplir su misión naval. Al mismo tiempo, aseguró que para quienes no se rijan al orden naval “se les aplicará el máximo rigor y los que correspondan serán judicializados”.

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Villavicencio, quien recibió felicitaciones, señaló que asumirá el reto a través de la logística, la investigación y el desarrollo de la tecnología militar, para afianzar la seguridad y el bienestar del país. Auguró un trabajo en conjunto con Jarrín, a quien consideró “amigo y camarada”.

Antes de ser despedidos, Moreira, en nombre del Comaco, llamó a Jarrín y Villavicencio a trabajar con ahínco “a favor de las intereses nacionales ante las amenazas asimétricas que hoy por hoy constituye el enemigo sin rostro y sin ley que está destruyendo a la humanidad...”, manifestó. (I)