El apoyo social y la inclusión de grupos vulnerables a la sociedad son las dos principales motivaciones de dos grupos de planteles educativos que ganaron en la categoría tecnología y acción vida práctica en una feria de proyectos educativos.

Una dinámica de señas con el himno nacional, exponiendo cada una de sus estrofas basados en el movimiento de manos, es parte del programa de comunicación expresiva con lengua de señas promovido por alumnos del plantel fiscal réplica Vicente Rocafuerte, ubicado en Socio Vivienda 1.

Precisamente, Wesley Méndez y Brithany Arisega, parte del grupo, cuentan que observaron en su entorno que existía dificultad de intercambiar ideas y comunicarse con más agilidad con compañeros con diversidad funcional auditiva. Allí buscaron ayudar.

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Ellos lideran el proyecto de recreación de lengua de señas que se incentiva en su plantel con el aprendizaje del diccionario de señas, gestos con saludos y el mismo himno nacional, y juegos y dinámicas de teatro con lengua de señas.

Esta iniciativa ha llegado al 80% de sus compañeros, según su coordinadora, Fátima Tamayo. Los estudiantes comunicaron a sus pares sobre la estructura del oído y sus cuidados, historia de la lengua de señas, además hicieron obras de teatro con base en las señas.

Ellos obtuvieron el primer premio en la categoría acción de vida práctica. Ahora participarán a nivel nacional con proyectos educativos de otras instituciones a nivel nacional.

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Otro de los planteles, la unidad educativa particular Nueva Zelanda, en cambio, obtuvo el premio en la categoría tecnología, con el proyecto de inclusión para personas con diversidad funcional y con problemas de audición.

Nayerli Criollo y Jamileth Benites, del Nueva Zelanda, con apoyo de su tutor, Bryan Villao, usaron como base un aplicativo móvil que usa tecnología de domótica, que ayuda en tareas cotidianas a personas con diversidad funcional. El mismo permite a quienes tengan problemas de movilidad poder controlar el encendido y apagado de diversos artículos del hogar.

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Con la aplicación activan los artefactos (licuadoras, ventilador, luces...) con sensores configurados a un control remoto universal. Ambas estudiantes cuentan que ese sistema económico se empleaba en su colegio en las luces y buscaron ampliarlo ante la presencia de personas con capacidades especiales. Así, dicen, se ahorra energía eléctrica y se levanta la autoestima de estos grupos.

“A futuro esperamos implementar el sistema para que también con la voz enciendan los artículos”, dice Criollo, quien espera que estos dispositivos se puedan implementar a nivel nacional. (I)Ayuda social e inclusión en 2 proyectos que van a concurso