La Iglesia mexicana muestra su preocupación ante la grave crisis migratoria que afecta a países de Centroamérica, como es el caso de Honduras, informó Vatican News.

A través de un comunicado firmado por el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la conferencia episcopal mexicana; por monseñor Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la CEM; junto con monseñor Guillermo Ortiz Mondragón, obispo de Cuautitlán y responsable de la Dimensión de movilidad humana, los prelados de México piden que se practique la solidaridad hacia los más pobres y vulnerables de la sociedad, “escuchando sus gritos de dolor”, especialmente los de aquellos que viven en primera persona la tragedia humana de la migración forzosa, “como nuestros hermanos de Honduras y otros países de Centroamérica que han emprendido una caravana en búsqueda de la supervivencia, un éxodo de liberación”.

“Escuchamos la voz del Señor que se manifiesta a través de estos gritos, y unidos al papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante 2018 (14 de enero), encendemos nuestro corazón para acoger y proteger a nuestros hermanos migrantes en busca de refugio”.

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Además, la Conferencia Episcopal mexicana subraya que en este proyecto pastoral, “hemos recogido el dolor generado en la migración forzada y la vulnerabilidad.

“Cumplamos el deseo de Dios que promete que los pobres comerán hasta saciarse y transformemos el grito de dolor en un grito de esperanza, sabiendo que Dios no abandona a los que confían en él y la protección de la Virgen María”, concluyó el comunicado. (I)