“Seguimos haciendo patria, el servicio es el que permanece en el tiempo, no nos quedamos con los monumentos o insignes, sino con el ejemplo de servicio. Nuestro deber es cívico desde donde estemos, mi trabajo busca generar valor a mi sociedad”.

La frase es de Francisco García Garaicoa, descendiente de Lorenzo de Garaycoa, prócer de la gesta libertaria del 9 de octubre, y de Abdón Calderón. Su árbol genealógico de lo que conoce varió su apellido y viene de su madre Rosa Garaicoa Feraud, hija de Jorge Garaicoa Avilés, hijo de Jorge Garaycoa hasta llegar al patriota.

Casado con Martha Romero, García dice que la labor cívica como descendiente de un prócer va encaminada a “agregar valor a la sociedad” a través de sus actividades.

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“Guayaquil ha dado pasos importantes en la lucha contra la corrupción”, señala, al citar el ejemplo de cómo la administración local renovó entes como el Registro Civil, terminales o puertos.

El padre de cuatro hijos, a más de ser consultor, es director de la fundación Acción Solidaria, que beneficia a 10.000 personas con programas de emprendimiento, asesor de la escuela de negocios Humane y líder de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas.

Cree que al país le queda avanzar en la era de la digitalización, eliminar tramitología y crear empleos alternativos que dinamicen la economía.

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Con nostalgia, recuerda que su abuela residía en la calle Santa Elena (ahora Lorenzo de Garaycoa). Allí jugaba en la plaza Centenario. Hoy, él y su familia residen en la Alborada, vía a la costa y La Puntilla. La isla Trinitaria, donde está la fundación, es uno de sus sitios favoritos. “Me gustan las huecas, comer un caldo de salchicha, en sitios humildes”. (I)